La abogada de Cameron Douglas le pas¨® droga en prisi¨®n
Jennifer Ridha confiesa en un libro c¨®mo comenz¨® su relaci¨®n con el hijo de Michael Douglas y porqu¨¦ acept¨® llevarle pastillas tranquilizantes a la c¨¢rcel
Jennifer Ridha, de 33 a?os, y Cameron Douglas, de 31, se conocieron en 2009 en las condiciones menos indicadas. El hijo del actor Michael Douglas estaba en la c¨¢rcel a la espera de juicio acusado de traficar con metanfetaminas y Ridha formaba parte del equipo de abogados que lo defend¨ªa. Casi desde el momento en que se conocieron naci¨® una historia de amor que a ella le cost¨® su carrera y a ¨¦l, m¨¢s a?os en prisi¨®n. Ahora la exletrada ha decidido contar su historia en el libro The Criminal That I Am (La criminal que soy). ¡°No voy a decir que la nuestra sea la mejor historia de amor que existe¡±, afirma. ¡°Ni tan siquiera una historia de amor¡±, a?ade en sus memorias quien duda de la duraci¨®n de su relaci¨®n incluso si no les hubieran descubierto.
Pero lo cierto es que Ridha es m¨¢s conocida como la mujer que le pas¨® droga a su cliente, como la criminal que es seg¨²n admite en el t¨ªtulo de su libro, que como el ¨²ltimo amor de Douglas. Cuando se conocieron, en el oto?o de 2009, el primog¨¦nito de Michael Douglas se encontraba en el Centro Correccional Metropolitano de Manhattan (EE UU) acusado de traficar con drogas. El nieto de Kirk Douglas, parte de una dinast¨ªa que se considera la realeza de Hollywood, contaba ya tambi¨¦n para entonces con una larga carrera en el campo de la drogadicci¨®n, adicto a la hero¨ªna desde muy joven y detenido con grandes cantidades de metanfetamina en su poder. Aunque su padre hizo unas emocionantes declaraciones en este caso culp¨¢ndose por las desventuras de su hijo, los cargos de su detenci¨®n llevaban una pena m¨ªnima de 10 a?os.
Ridha se uni¨® al equipo legal que llev¨® la defensa de Cameron y seg¨²n asegura en el libro la atracci¨®n fue inmediata. ¡°Cuando los otros abogados abandonaron la habitaci¨®n un momento y nos dejaron solos mir¨¢ndonos en silencio la situaci¨®n fue tan extra?a que simult¨¢neamente nos echamos a re¨ªr del nerviosismo¡±, recuerda. La entonces letrada describe a su cliente y posterior amor como alguien de apariencia ruda, cubierto de tatuajes y de complexi¨®n atl¨¦tica. Sin embargo, su comportamiento era m¨¢s ¡°el de un ni?o t¨ªmido, que se ruboriza con facilidad y con cara de perpetuo asombro¡±. Sin posibilidad de un mayor contacto f¨ªsico, su romance comenz¨® acarici¨¢ndose los pies por debajo de la mesa mientras discut¨ªan como abogado y cliente.
Meses m¨¢s tarde lleg¨® la s¨²plica del joven Douglas: ¡°Tr¨¢elo contigo¡±. Se refer¨ªa al Xanax, un ansiol¨ªtico que necesita prescripci¨®n m¨¦dica y que la abogada estaba tomando. Aunque un psiquiatra hab¨ªa se?alado que Douglas padec¨ªa de ¡°ansiedad¡± y ¡°depresi¨®n¡± los m¨¦dicos que atend¨ªan al detenido no le prescribieron este medicamento. Ridha recuerda las ronchas y la profusa sudoraci¨®n de Cameron Douglas y c¨®mo decidi¨® ayudarle. Primero con dos pastillas que disimul¨® en el bolsillo de sus vaqueros mientras, recuerda, el guarda estaba m¨¢s entretenido registrando otras partes de su cuerpo. Luego algunas pastillas m¨¢s en un pr¨¦tzel y finalmente unas 30 pastillas en un globo introdujo en la prisi¨®n ocultando el alijo en el recto.
Cinco meses m¨¢s tarde el joven Douglas fue sorprendido mientras distribu¨ªa pastillas en la c¨¢rcel. Ridha fue detenida y despedida de su trabajo, aunque los cargos contra ella acabaron siendo retirados. Cameron Douglas sum¨® a su condena inicial otros cuatro a?os y medio por tr¨¢fico de drogas en la c¨¢rcel. En su libro la ahora titulada en Antropolog¨ªa no se disculpa ni busca culpables aunque s¨ª indica que se sinti¨® ¡°traicionada¡± por el amor que le cost¨® su carrera. A pesar de su detenci¨®n, Ridha mantuvo contacto con el joven Douglas un a?o m¨¢s hasta que supo que fue ¨¦l quien dio su nombre a las autoridades. Cameron Douglas permanece en la c¨¢rcel de la ciudad de Cumberland, en Maryland (EE UU) y en 2018 podr¨¢ solicitar por primera vez la libertad condicional.
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