Chatarrer¨ªa espacial
M¨¢s restos de basura espacial caer¨¢n a tierra entre hoy y el lunes; a ver cuando limpian la ¨®rbita planetaria
Consuelo para estad¨ªsticos: ¡°Ni una persona ha resultado nunca herida por una pieza de reentrada de un sat¨¦lite o un trozo de basura espacial en seis d¨¦cadas de vuelos espaciales¡±. Pero ese argumento implica que puede haber una primera vez. Los restos celestes suelen caer en el mar o en zonas despobladas; pero un d¨ªa pueden desplomarse en una ciudad o en una aldea y reproducir el cuento alucinado de La amenaza de Andr¨®meda.
Los restos del carguero espacial (como la Nostromo de Alien) Progress 59 caer¨¢n a tierra entre hoy y el pr¨®ximo d¨ªa 11, en una franja de latitud entre los 52 grados Norte y 52 grados Sur. Recordar¨¢n que la Progress 59 es un viaje fallido. La nave rusa, cargada con tres toneladas de alimentos, repuestos y combustible destinados a la Estaci¨®n Espacial Internacional, fall¨® en el momento de entrar en ¨®rbita y los operadores de Baikonur, en Kazajist¨¢n, han perdido el control sobre ella. Los seis astronautas de la estaci¨®n han perdido los v¨ªveres y piezas que esperaban; pero por ese lado no hay problema. Antes de agosto recibir¨¢n un nuevo env¨ªo a trav¨¦s de una nave m¨¢s fiable.
A mediados del siglo pasado, en la onda paranoica de la Guerra Fr¨ªa, se nos advirti¨® a los humanos que ¡°hay que vigilar los cielos¡± (La Cosa, de Christian Nyby); m¨¢s adelante, Goscinny y Uderzo recordaron que los galos, adoradores de Tutatis, tem¨ªan que el cielo se desplomara sobre sus cabezas. La carrera espacial y el negocio posterior indican que los temores, por estad¨ªsticamente improbables que sean, tienen fundamento. No proceden de una invasi¨®n alien¨ªgena ¡ªahora mismo, el planeta no est¨¢ listo para invadir¡ª ni del castigo divino, sino del cintur¨®n de chatarra que circula en ¨®rbita alrededor de la Tierra, casi tan espeso ya como los anillos de Saturno. Los cielos est¨¢n casi tan sucios como el suelo terrestre y, como aqu¨ª, nadie se cuida de limpiarlos.
No pasar¨¢ mucho tiempo sin que la chatarrer¨ªa en ¨®rbita se convierta en un negocio lucrativo. Naves camioneta o cohetes furgoneta se aproximar¨¢n al anillo de desechos met¨¢licos, cargar¨¢n las piezas orbitantes y las revender¨¢n en la Tierra, probablemente a los mismos que las pusieron en el cielo. El negocio est¨¢ ah¨ª para quien quiera verlo; no todo van a ser viajes tur¨ªsticos, glamour e I+D.
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