Enrique a pesar de Iglesias
El ¡®Rey del Pop Latino¡¯ sigue triunfando 20 a?os despu¨¦s de iniciar una carrera musical al margen de su famoso padre. El ¡®planeta Enrique¡¯ ha vendido m¨¢s de 100 millones de discos en todo el mundo, cosechando ¨¦xitos en ingl¨¦s y en espa?ol, idiomas v¨¢lidos los dos para ¡°hacer el amor¡±, en opini¨®n del astro de la canci¨®n
No es se?or Iglesias, si se habla en espa?ol. Ni mister Iglesias, si se utiliza el ingl¨¦s para comunicarse con parte de su equipo, que aunque hispano ya no transpira en castellano. Es Enrique. ¡°Enrique est¨¢ en camino¡±. ¡°Enrique te recibe ahora¡±. Enrique como sin¨®nimo de antidivismo, vestido de camiseta, vaqueros y zapatillas de deporte, aunque sumado todo el atrezo sin duda se superan los mil d¨®lares. Enrique como inteligente marca registrada asociada a la venta de m¨¢s de 100 millones de discos en el mundo, y sumando. Enrique o el triunfo de la fama y la modestia, lo que en su caso parece posible.
Uno conoce a Enrique y se cree que quiera ¡°estar contigo, vivir contigo, bailar contigo¡± de puro cercano que es... Raz¨®n por la cual es rechazada de forma categ¨®rica la propuesta de fotografiar al cantante para la entrevista en las calles de South Beach, en este planeta Miami en el que los hombres llevan pantalones color Strawberry Ice y chaquetas azul Aguamarina. ¡°Se lo comen las fans, no dura un minuto¡±, dice uno de sus ayudantes. Todas querr¨ªan besar su boca, como en Bailando (cantada poniendo el acento en la o por exigencias de la m¨¦trica). Con esa canci¨®n, Enrique consigui¨® en 2014 situar por vigesimoquinta vez un?n¨²mero 1 en la lista de las mejores Canciones Latinas, seg¨²n la revista Billboard. Lo que parece casi fruto de un pacto con el maligno cuando se lee, as¨ª, en fr¨ªo, sin m¨²sica que lo suavice, la letra de la canci¨®n:
¡°Con tu f¨ªsica y tu qu¨ªmica tambi¨¦n tu anatom¨ªa/La cerveza y el tequila y tu boca y la m¨ªaYa no puedo m¨¢s (ya no puedo m¨¢s)Ya no puedo m¨¢s (ya no puedo m¨¢s)Con esta melod¨ªa, tu color, tu fantas¨ªaCon tu filosof¨ªa mi cabeza est¨¢ vacia¡±.
Enrique entra y su presencia desborda la sala donde se dispone a entregar la primera beca otorgada por la Fundaci¨®n Cultural Latin Grammy. No huele a Adrenaline, perfume que no pudo resistirse a crear sum¨¢ndose as¨ª a la legi¨®n de artistas con fragancia propia. Su olor corporal queda eclipsado por unos ojos burlones, ojos que se encienden cuando dice preferir el jam¨®n a la paella o a la hamburguesa (normal en este ¨²ltimo caso).
Enrique desborda juventud, casi de forma insolente. El astro, que se encuentra de paso en Miami en un alto antes de seguir con su tour latino, disfruta de su ocio jugando ¡ªal f¨²tbol¡ª con su perro Jack. Seguidor del Real Madrid, practica jugadas con el can. A Lucas y a Grammy los perdi¨® ¡ªy los llor¨® mucho¡ª en los a?os pasados.
Si se atiende a sus datos biogr¨¢ficos en la Red, el artista deber¨ªa haber abandonado este viernes la treintena para inaugurar nueva d¨¦cada, esa que conduce directamente al temido medio siglo y empieza a plantear dudas sobre c¨®mo se luce en un escenario ante jovencitas seguidoras. En una entrevista de hace unos a?os, Enrique declar¨® que se sentir¨ªa ¡°rid¨ªculo¡± si siguiera con 60 a?os en un escenario. Pap¨¢ Julio tiene 71 y este verano vuelve a actuar en Marbella.
Pero el cantante de fama planetaria no celebr¨® el 8 de mayo cuatro d¨¦cadas de vida. ¡°Para un hombre que lo tiene todo, ?cu¨¢les son sus aspiraciones a punto de cumplir los 40?¡±.
La pregunta era sencilla y serv¨ªa para romper el hielo sobre el pasado y el futuro de quien est¨¢ considerado el rey del pop latino. Y sin embargo, ah¨ª se cort¨®, ah¨ª muri¨® el pr¨®logo de una conversaci¨®n r¨ªo que deb¨ªa navegar desde?el nacimiento de Iglesias en Madrid supuestamente en el a?o en que en Espa?a mor¨ªa Francisco Franco hasta su madurez en una mansi¨®n de 20 millones en la exclusiva Bay Point de Miami. ¡°?No, 39!¡±, corrige el artista, casi susurrando, acerc¨¢ndose tanto que por un momento la ¨²nica visi¨®n que se tiene es la de la visera de su casi perenne gorra. ¡°?39?¡±.
Desconcierto. ?Mala preparaci¨®n del cuestionario? ?Pueden estar equivocados todos los documentos consultados? No y s¨ª. Enrique sigue en los 30 y much¨ªsimos a pesar de que cada cr¨®nica que se ha escrito sobre ¨¦l con motivo de los premios Billboard a finales de abril han celebrado por adelantado sus 40. Enrique cumpli¨® este viernes 39 a?os porque en un momento determinado de su biograf¨ªa forz¨® su partida de nacimiento para tener un a?o m¨¢s como ¨¦l mismo confiesa.
El cantante-actor-modelo se dispone a explicar las razones del apa?o cuando sus gerentes y jefes de prensa le presionan ¡ªpoco en broma, mucho en serio¡ª para que avance en la entrevista porque la agenda es apretada y ya espera el siguiente compromiso.
?Pudiera ser que Enrique decidiera tener 18 a?os en lugar de 17 cuando sin permiso paterno decidi¨® viajar a M¨¦xico para grabar una maqueta bajo el nombre de Enrique Mart¨ªnez y nacionalidad guatemalteca? Enrique deseaba ser cantante sin ser juzgado por el peso del apellido Iglesias, una losa que le persigue pero que, a juzgar por las cifras comerciales, no pesa. Otro tema, este ya del ¨¢mbito del div¨¢n, es la relaci¨®n, pr¨¢cticamente inexistente, con su padre, Julio Iglesias, a pesar de que ambos viven en la misma ciudad y comparten profesi¨®n.
Las puertas a la m¨²sica se las abrieron 2.500 d¨®lares de principios de los noventa prestados por Elvira Olivares, la nana que hizo de madre y de padre de los dos varones fruto del matrimonio Iglesias-Presley (1971-1978), que fueron sacados de Madrid por miedo a un secuestro de ETA y enviados con pap¨¢ a Miami cuando Enrique ten¨ªa 8 a?os. A Iglesias padre no le gust¨® que su hijo hubiera actuado a sus espaldas. La bronca fue monumental, tanto que un jovenc¨ªsimo Enrique hizo las maletas y se march¨® a vivir a Canad¨¢. No hubo vuelta atr¨¢s. Enrique abandon¨® los estudios universitarios y no regres¨® m¨¢s al hogar paterno.
Educado, siempre sonriente, el peque?o de los tres hijos de Julio e Isabel contesta a las preguntas sobre su familia pero no abunda en detalles. Los rumores y las maledicencias las deja para la imaginaci¨®n de otra prensa que siempre le tiene en el punto de mira. La realidad es que es un tipo familiar, gran anfitri¨®n, cercano a su madre ¡ªque pas¨® sus primeras Navidades como viuda de Miguel Boyer en Miami¡ª y sus hermanas ¡ªAna Boyer acaba de vacacionar unos d¨ªas en la mansi¨®n del hermano estrella junto a su novio, el tenista Fernando Verdasco¡ª.
Si Enrique da una exclusiva sobre su verdadera edad, se escabulle entre carcajadas ante la invitaci¨®n para que aproveche tambi¨¦n la ocasi¨®n y anuncie su fecha de boda con la tenista Anna Kournikova, con quien ya lleva m¨¢s de una d¨¦cada de relaci¨®n.
Pregunta. ¡°Su ¨²ltimo trabajo se llama Sex and Love, un binomio que no siempre tiene que ir junto ?son los dos temas que est¨¢n en su mente?¡±.
Respuesta, que sin duda podr¨ªa matizarse, pero esa es otra entrevista: ¡°Sexo y amor son dos cosas con las que todos conectamos, no importa la religi¨®n, el color o la nacionalidad que se tenga¡±.
Como el tema del sexo y el amor da mucho juego, Enrique, que dice pensar y so?ar tanto en ingl¨¦s como en espa?ol, asegura con sonrisa coqueta que cuando se trata de hacer el amor tambi¨¦n le sirven ambos idiomas.
Lo mismo con las canciones, aunque establece que hay temas que no soportan la transici¨®n del ingl¨¦s al espa?ol o viceversa. A pesar de lo cual, Bailando en ingl¨¦s ¡ªo spanglish¡ª sigue siendo un ¨¦xito como una catedral.
¡°I wanna be contigoAnd live contigo, and dance contigoPara have contigoUna noche loca (una noche loca)Ay, besar tu boca (y besar tu boca)I wanna be contigoAnd live contigo, and dance contigoPara have contigoUna noche loca (with you, girl)Con tremenda loca¡±.
Como una catedral. Sin duda. Toda una experiencia religiosa.
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