Pierda quien pierda, siempre ganar¨¢ T¨¦vez
Sus amigos de adolescencia son delincuentes. A ¨¦l le salv¨® el f¨²tbol
Si Lionel Messi alg¨²n d¨ªa se sincerara y fuera capaz de salir de ese silencio de dominico en Silos que se gasta, reconocer¨ªa que su principal enemigo en el mundo del f¨²tbol nunca fue Cristiano Ronaldo, sino Carlos T¨¦vez (Buenos Aires, 1984). El hombre que lo tiene todo (r¨¦cords, hat tricks, balones de oro y Champions) nunca ha podido competir con T¨¦vez por el cari?o de su pa¨ªs. No es que a Messi no lo quieran, es que lo quieren menos, un gesto intolerable para el ¨ªdolo rosarino, que a buen seguro odia hasta perder al parch¨ªs con su reto?o Thiago. No lo decimos nosotros, lo bramaban a los cuatro vientos los altavoces de La Bombonera o el Monumental cuando Carlos y Leo coincid¨ªan en las alineaciones de la albiceleste: para el speaker, Messi era ¡°el mejor jugador del mundo¡±; Carlos, ¡°el jugador del pueblo¡±.
Es probable, incluso, que cuando Real Madrid y Juventus de Tur¨ªn salten al verde el mi¨¦rcoles en Santiago Bernab¨¦u (2-1 de ventaja para los italianos), Leo apoye a su archienemigo Cristiano Ronaldo. CR7 y Carlitos encarnar¨¢n a dos versiones m¨ªticas del f¨²tbol: Cristiano, con sus cejas depiladas como una diva del cine silente, la cirug¨ªa aqu¨ª y all¨ª, los abdominales esculpidos con cincel, ser¨¢ Apolo, el canon andante; T¨¦vez, con su cuello breve y ligeramente jorobado, representar¨¢ al quasimodesco Hefesto, el dios del fuego, ese mismo elemento que le abras¨® a los diez meses, cuando le cay¨® una olla de agua hirviendo dej¨¢ndole una cicatriz monstruosa en el rostro que siempre se ha negado a tapar.
No fue la primera experiencia traum¨¢tica de T¨¦vez: reci¨¦n nacido fue abandonado por su madre a su suerte en el barrio llamado pomposamente Ej¨¦rcito de los Andes, seg¨²n los mapas de Buenos Aires, conocido como Fuerte Apache por los habitantes de la ciudad. Una villa miseria de ventanas enrejadas donde hab¨ªa m¨¢s posibilidades de acabar enganchado a la hero¨ªna y terminar robando furgones blindados, como ocurri¨® con sus hermanos biol¨®gicos, que de ser multimillonario. Un lugar al que no deja de ir siempre que se lo piden para dar charlas en los centros de menores para motivar a los m¨¢s desfavorecidos, como en 2013: ¡°Un chico cuando juega a la pelota no piensa en otra cosa. Yo fui afortunado de elegir el camino del f¨²tbol; lamentablemente, mi mejor amigo decidi¨® elegir otra vida a los 14 a?os¡±. All¨ª, en el llamado nudo 1, donde viv¨ªa, un descomunal mural con su retrato vela por sus habitantes e inspira a sus artistas: los cronistas de la pobreza, cumbieros como Los Pibes Chorros, le dedican sus canciones. ?l mismo, en un ejercicio de narcisismo, alimenta el culto a su persona con su grupo musical Piola Vago.
Afortunadamente, Carlitos, o Carl¨ªn, como le llaman en el barrio, fue adoptado por su t¨ªos. A ritmo de cumbia empez¨® a pegarle patadas al bal¨®n de trapo y pronto se supo que s¨ª, que ¨¦l pod¨ªa ser un pibe. Reconozcamos que Messi lucha no contra un jugador, sino contra un mito del f¨²tbol argentino. En 1928, el influyente periodista Borocot¨® acu?¨® el mito del pibe: ¡°De cara sucia, con una cabellera que le protest¨® al peine el derecho de ser rebelde; con los ojos inteligentes, revoloteadores, enga?adores y persuasivos, de miradas chispeantes que suelen dar la sensaci¨®n de la risa p¨ªcara que no consigue expresar esa boca de dientes peque?os, como gastados de morder el pan de ayer¡±. Pareciera que Borocot¨® estuviera describiendo a T¨¦vez, con su dentadura aserrada m¨¢s de comer piedras que pan duro. Hoy, tras un costoso implante dental, luce sonrisa. Da igual: el Diego de Villa Fiorito, el Carlitos de Fuerte Apache, son pibes y, como tales, tienen categor¨ªa de h¨¦roes populares, de triunfadores que se rebelaron contra su destino; Leo, con su adolescencia barcelonesa huyendo de la miseria, no.
De su ni?ez, de Fuerte Apache, le viene el apodo y el car¨¢cter irredento. Nunca se entrega, nunca se conforma: ni dentro ni fuera de la cancha. Hace una semana, tras ser el mejor del partido y meterle un gol a Casillas, su entrenador, Max Allegri, decidi¨® sustituirle en el tramo final. T¨¦vez se lo agradeci¨® con un ¡°cag¨®n¡± y un ¡°puto¡± que recogieron todas las c¨¢maras del estadio. Nada extra?o: T¨¦vez es m¨¢s que reincidente en gestos y palabras. Est¨¢ tan seguro de s¨ª mismo ("si soy millonario es porque me rompo el culo trabajando todos los d¨ªas y no le jodo la vida a nadie", cont¨® en televisi¨®n en 2010) que a menudo traspasa lo pol¨ªticamente correcto.
Fue abandonado por su madre en un barrio llamado pomposamente Ej¨¦rcito de los Andes, una villa miseria donde los chavales est¨¢n condenados a la hero¨ªna
Tras triunfar en Boca, donde gan¨® una Intercontinental y la Libertadores, tuvo que huir del Corinthians brasile?o entre amenazas de muerte por mandar callar a los aficionados que le pitaban y que patearon su coche; tras pasar por el West Ham, fich¨® por el Manchester United, donde acab¨® a la gre?a con el m¨ªtico Alex Ferguson, que lo traspas¨® al rival local, el City. Su venganza fue dulce: tras ganar la liga, lo festej¨® con una camiseta en la que se le¨ªa ¡°RIP Fergie¡± (apodo del m¨¢nager del United). En el City la volvi¨® a tener con el entrenador, Roberto Mancini, al negarse a jugar contra el Bayern, motivo por el que fue apartado del equipo durante seis meses. Harto del clima de las islas e incapaz de cumplir su sue?o de volver a Boca por cuestiones econ¨®micas, T¨¦vez acab¨® en la Juventus, donde ha renacido como futbolista. No es de extra?ar, pues, que su ¨²ltima extravagancia haya sido cubrirse toda la espalda con un tatuaje de la resurrecci¨®n de los muertos de Miguel ?ngel.?¡°Cuando fui al Vaticano a visitar al Papa Francisco lo primero que vi nada m¨¢s entrar a la Capilla Sixtina fue un fresco en el techo de la resurrecci¨®n de los muertos. Me impact¨® mucho. En la tienda de souvenirs me compr¨¦ un libro del Vaticano y cuando lo abr¨ª lo primero que apareci¨® fue otra vez la imagen esa. Y dije: 'Me la tat¨²o en mi espalda".
El mi¨¦rcoles, el jugador m¨¢s amado de Argentina se juega su pase a segunda final de la Liga de Campeones, tras la que gan¨® en 2008 con el Manchester United. El mejor jugador del pa¨ªs desear¨¢ que pierda.
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