La ciencia avala un plan para intentar eliminar la ultrapobreza
Una estrategia de choque para salir de la miseria logra que los participantes generen hasta cuatro euros por cada uno invertido
Hace un lustro, la economista Dambisa Moyo, nacida en Zambia y doctorada en Oxford, provoc¨® un terremoto en el mundo de la cooperaci¨®n. En los 15 a?os anteriores, seg¨²n relataba en su libro Cuando la ayuda es el problema, los pa¨ªses ricos hab¨ªan transferido un bill¨®n de d¨®lares a ?frica en forma de ayuda al desarrollo. ?Hab¨ªa mejorado eso la vida de los africanos? No, seg¨²n ella: los beneficiados por las ayudas estaban peor que antes, ¡°mucho peor¡±, atrapados en un c¨ªrculo vicioso de corrupci¨®n, dependencia del dinero de los pa¨ªses ricos y distorsi¨®n de sus mercados.
El libro de Moyo se enfrentaba a otro cl¨¢sico, El fin de la pobreza, del economista estadounidense Jeffrey Sachs, que propon¨ªa una hoja de ruta para acabar con la miseria mediante una ayuda al desarrollo bien planificada. El debate se podr¨ªa resumir en lo que piensa cualquiera que dona parte de su sueldo a una organizaci¨®n de ayuda al desarrollo: ?esto valdr¨¢ para algo?
Un nuevo estudio, publicado hoy en la revista Science, arroja luz al asunto y bendice, mediante el m¨¦todo cient¨ªfico, un plan para luchar contra la pobreza extrema. Sus autores han seguido durante tres a?os a 21.000 de las personas m¨¢s pobres del mundo, en seis pa¨ªses: Etiop¨ªa, Ghana, Honduras, India, Pakist¨¢n y Per¨². Los analizados son una ¨ªnfima parte de los 1.000 millones de ultrapobres, aquellos que viven con menos de un euro al d¨ªa. Durante dos a?os, estos 21.000 escogidos participaron en un plan de ayuda al desarrollo conocido como ¡°modelo de graduaci¨®n¡±, concebido en 2002 por la ONG BRAC, de Bangladesh.
Los participantes escogieron sus medios de vida, desde colmenas de abejas en Etiop¨ªa a la cr¨ªa de cobayas en Per¨²
Diferentes organizaciones ofrecieron a estos hogares en pobreza extrema un abanico de medios de vida, a elegir, desde colmenas de abejas en Etiop¨ªa a la cr¨ªa de cobayas en Per¨² o de cerdos en Honduras. A continuaci¨®n, los participantes recibieron formaci¨®n para gestionar sus nuevos recursos, como instrucciones para revender animales despu¨¦s de engordarlos.
Dentro de este empuj¨®n para salir de la miseria, los hogares recibieron una ayuda mensual en forma de comida o dinero en met¨¢lico, con el objetivo de que los beneficiados se pudieran centrar en sus nuevos negocios. Durante todo el proceso, un equipo de asesores visitaba las casas semanalmente para solucionar dudas y animar a los participantes a guardar dinero en una cuenta de ahorro para futuribles emergencias. Adem¨¢s, las familias recib¨ªan formaci¨®n en sanidad, para evitar enfermedades. Al cabo de dos a?os, se las dejaba solas.
El equipo de investigadores ha evaluado la eficacia de esta estrategia. Para ello, han empleado el mismo m¨¦todo que se utiliza para determinar si funciona un medicamento: comparar dos grupos de personas similares, uno sometido a la intervenci¨®n y el otro, no. Y funcionaba.
Tras un a?o de independencia, los participantes hab¨ªan conseguido mantener sus negocios y disfrutar de un mayor nivel de vida que sus vecinos: m¨¢s ingresos, m¨¢s ahorros, m¨¢s salud y mayor consumo de alimentos. ¡°Por cada euro invertido, la gente generaba entre 1,33 y 4,33 euros, dependiendo del pa¨ªs¡±, explica una de las autoras, la economista francesa Esther Duflo, galardonada el mi¨¦rcoles con el Premio Princesa de Asturias de Ciencias Sociales.
En Etiop¨ªa, se espera que el programa llegue a tres millones de personas, seg¨²n la economista francesa Esther Duflo
En India, el programa, centrado en la cr¨ªa de cabras, supuso una inversi¨®n de 290 euros por cada familia. El retorno ha sido el m¨¢ximo de los pa¨ªses analizados, el 433%. En Etiop¨ªa, la entrega de ovejas, cabras o colmenas, m¨¢s el asesoramiento, cost¨® 775 euros por hogar. Cada euro invertido gener¨® 2,6. En Honduras, una enfermedad en las gallinas empleadas hizo fracasar el programa. Fue el ¨²nico pa¨ªs en el que se perdi¨® dinero, con un retorno negativo del -200%.
Duflo, del Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts (EE UU), insiste en que es ¡°rentable¡± para los gobiernos. En Etiop¨ªa, afirma, ¡°se espera que el programa llegue a tres millones de personas¡±. Y tambi¨¦n se est¨¢ ampliando en India y Pakist¨¢n. Reducir a cero el n¨²mero de ultrapobres ¡°se debe, y se puede, en 2030¡±, afirman los autores en Science.
¡°Este estudio respalda lo que estamos intentando hacer todos, programas integrales con intervenciones completas en varios ¨¢mbitos para romper la trampa de la pobreza. Pero no todo contexto es susceptible de aplicar estos programas, no existe una receta universal¡±, opina la economista espa?ola Marta Vald¨¦s, directora del ?rea de Desarrollo Tem¨¢tico y Metodol¨®gico de Oxfam, una confederaci¨®n de ONG que lucha contra la pobreza en 90 pa¨ªses.
Vald¨¦s, que no ha participado en el estudio, subraya los efectos psicol¨®gicos en los participantes: ¡°El hecho de que sientan que la sociedad piensa en ellos y que ellos son importantes para la sociedad es cr¨ªtico¡±. Sin embargo, pide m¨¢s seguimiento. ¡°Estos programas son rentables para los gobiernos, porque dinamizan la econom¨ªa, pero hay que ver si los efectos se mantienen en el tiempo¡±, recalca.
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