A falda y espada

La fama es como el fracaso, que lo que importa no es c¨®mo se ha producido, sino lo que se hace con ¨¦l. J. K. Rowling alcanz¨® la suya al escribir siete libros determinantes para toda una generaci¨®n, los de Harry Potter, en la d¨¦cada pasada y aun as¨ª ha sido capaz de reinventarse como algo mucho m¨¢s interesante en la presente. Es la ¨²nica tuitera con m¨¢s influencia que intereses. La ¨²nica famosa que puede sentar c¨¢tedra en c¨®mo llevar una discusi¨®n pol¨ªtica mientras aclara detalles sobre sus libros o mientras calla p¨²blicamente a hom¨®fobos an¨®nimos. Es como una superhero¨ªna real cuyos superpoderes son una autoridad a prueba de balas, reforzada por las legiones de fans que tiene por todo el mundo, y de alcance nuclear, sustentado en el inter¨¦s medi¨¢tico que genera.

El s¨¢bado pasado Rowling, inglesa residente en Escocia y contraria p¨²blicamente a la independencia, tuvo un curioso momento pol¨ªtico: lament¨® el ¡°abuso¡± que recibe a diario de ciertos miembros del Partido Nacionalista Escoc¨¦s. Tras un discurso de varios tuits contra los abusones, la escritora fue arropada por otros miembros agresivos del mismo partido. ¡°Me est¨¢s haciendo llorar¡±, le contest¨® a uno. ¡°Los abusones me dan igual. Pero con la buena gente, l¨¢grimas a dos pu?os¡±. Fue un momento decisivo. A los h¨¦roes se les recuerda por su fuerza pero se les mide por su vulnerabilidad.