Cuando ella es ¨¦l y ¨¦l es ella

¡°Nos queremos como una pareja heterosexual¡±, dicen Sam y Yollie. Ella, estrella del pop convertida en pol¨ªtica, naci¨® en el cuerpo de un hombre; mientras que ¨¦l naci¨® en el de una mujer. Dos a?os despu¨¦s de comenzar su relaci¨®n ambos luchan por conseguir que se reconozca su nueva identidad, casarse y considerar la opci¨®n de adoptar un hijo. ¡°Nuestra relaci¨®n no es un amor adolescente, pensamos en nuestro futuro¡±.

En Tailanda, un pa¨ªs que acoge todos los a?os el concurso de Miss Universo para transexuales y los cambios de sexo se anuncian en el peri¨®dico, sus derechos est¨¢n muy lejos de ser iguales a los de los dem¨¢s hombres y mujeres.

Las personas transexuales no est¨¢n reconocidas legalmente. Incluso despu¨¦s de una operaci¨®n de cambio de sexo completa, como las de Sam y Yollie, contin¨²an manteniendo su g¨¦nero de nacimiento en el carnet de identidad y no pueden casarse: el matrimonio entre una persona transexual y un hombre o una mujer se considera homosexual y est¨¢ prohibido. ¡°Legalmente no podemos casarnos de la forma que somos. Sam ser¨ªa mi mujer y yo su marido. Si adoptamos un hijo, Sam ser¨¢ la madre y yo el padre. ?Crees que me quiero casar como marido o Sam como mujer? ?Crees que quiero ser el padre?¡±, se pregunta Yollie, quien encabeza su lucha por la igualdad desde la Asociaci¨®n Femenina para Transexuales, de la que es presidenta. El a?o que viene pasar¨¢ a llamarse Asociaci¨®n para Personas Transexuales para que otras personas como Sam puedan formar parte.

Las personas transexuales son excluidas de la educaci¨®n, el empleo y los servicios sociales

La historia entre ellos dos fue un amor a primera vista. ¡°Cuando le conoc¨ª me qued¨¦ en shock. Hab¨ªa visto otros transexuales masculinos en Youtube, pero nunca en Tailandia. Cuando le vi por primera vez al entrar a la asociaci¨®n pens¨¦, ?guau! Organizamos varios encuentros casuales, as¨ª es como empezamos a conocernos el uno al otro¡±, explica Yollie.

La asociaci¨®n que preside estima que en Tailandia viven alrededor de 5.000 transexuales, pero ¨¦stos c¨¢lculos son muy conservadores y podr¨ªan darse muchos m¨¢s. A diferencia que en la vecina Malasia, en Tailandia pueden expresar su identidad p¨²blicamente sin miedo a la persecuci¨®n. La sociedad, de mayor¨ªa budista, los tolera. Pero no los acepta. De acuerdo con el principio del karma, consideran que fueron ad¨²lteros en sus vidas anteriores y por eso se les impuso como castigo quedar atrapados en un cuerpo que no es el suyo, conden¨¢ndolos al amor no correspondido. ¡°Este no es el para¨ªso para las personas transexuales, el pa¨ªs se ha ganado esta reputaci¨®n porque muchos extranjeros vienen a operarse atra¨ªdos por los buenos precios y medicina de calidad¡±, explica el conocido cirujano Preecha Tiewtranon.

Los obst¨¢culos a los que se enfrentan no terminan al pasar por el quir¨®fano. Tras la operaci¨®n, sus documentos de identidad no demuestran quienes realmente son y quedan excluidos de la educaci¨®n, el empleo y los servicios sociales, seg¨²n un informe publicado por ONUsida en 2014. Encuentran problemas siempre que tienen que ense?ar sus documentos de identidad ya sea para abrir una cuenta bancaria, viajar al extranjero u obtener un empleo porque su filiaci¨®n y su g¨¦nero no se corresponden. ¡°Podemos trabajar en dos o tres cosas: maquilladora, artista de cabaret y, la ¨²ltima opci¨®n, trabajadoras sexuales¡±, denuncia la representante de la comunidad transexual tailandesa. ¡°Algunas carreras exigen llevar uniforme, uno para los hombres y otro para las mujeres. Me piden que lleve la ropa de un hombre. ?C¨®mo voy a llevar ropa de hombre? ?C¨®mo Sam va a llevar ropa de mujer?¡±, expone Yollie.

Para poder validar su identidad femenina, en una ocasi¨®n Yollie trat¨® de falsificar su carnet de identidad, aun sabiendo que estaba haciendo algo ilegal. ¡°Me encerraron en una c¨¢rcel de hombres varias horas antes de ir al juzgado y tem¨ªa por lo que me pudiera pasar si me quedaba¡±, explica. El c¨®digo penal tailand¨¦s no reconoce sus ¨®rganos como una vagina, y en el caso de violaci¨®n, no podr¨ªa presentar cargos contra nadie.

El Gobierno tailand¨¦s estudia la posibilidad de reconocer a las personas transexuales en la Constituci¨®n como un tercer g¨¦nero para no identificarse como hombres o mujeres. Pero no se contempla el cambio del sexo de nacimiento en los documentos oficiales. ¡°Solo quiero que se nos reconozca. Yo soy una mujer y Sam es un hombre. La aprobaci¨®n del tercer g¨¦nero es s¨®lo un primer paso¡±, expone Yollie.