Culebr¨®n multimillonario en Wall Street
Una relaci¨®n extramatrimonial puede costarle a Morgan Stanley 400 millones de prosperar la demanda de la viuda de Roy Speer, el inversor de teletienda Home Shopping Network
Wall Street tambi¨¦n tiene sus culebrones y las cifras que se manejan hacen girar los ojos. Esta vez no hay divorcios por medio, como el que protagoniz¨® el magnate petrolero Harold Hamm. Pero s¨ª una relaci¨®n extramatrimonial que puede acabar cost¨¢ndole a Morgan Stanley cerca de 400 millones de d¨®lares de prosperar la demanda presentada por la viuda de Roy Speer, el inversor que con su fortuna cre¨® la popular cadena de teletienda Home Shopping Network.
En el centro del hurac¨¢n se encuentra Ami Forte, una de las empleadas estrella del citado banco, encargada de la gesti¨®n del dinero que le conf¨ªan las grandes fortunas. El caso es la ¨²ltima comidilla desde hace d¨ªas en el distrito financiero neoyorquino, desde que Business Insider revelara algunos detalles jugosos del litigio iniciado por Lynnda Speer. El magnate, que estuvo entre los 400 m¨¢s ricos de Estados Unidos, falleci¨® en agosto de 2012, a los 80 a?os de edad, tras una larga enfermedad. El motivo de la demanda podr¨ªa parecer banal.
La viuda acusa a Morgan Stanley de haber cobrado comisiones excesivas a su marido. El problema es que el empresario ten¨ªa una relaci¨®n con Forte, que comenz¨® 14 a?os antes de fallecer, y eso complica la soluci¨®n del caso. La empleada de Morgan Stanley es una de las pocas mujeres que forman parte del Chairman?s Club, un grupo reservado a los mejores gestos de patrimonio. Adem¨¢s apareci¨® varias veces en la revista de inversi¨®n Barron?s, en la lista que anualmente dedica a los 100 mejores asesores financieros de Wall Street.
Lynnda Speer conoc¨ªa, al parecer, la infidelidad de su marido pero nunca se plante¨® el divorcio durante los 52 a?os que dur¨® el matrimonio. En realidad, todo el mundo en su entorno sab¨ªa que el empresario ten¨ªa un l¨ªo con Ami Forte. Los detalles amorosos se pueden encontrar entre los papeles que maneja la FINRA, una de la agencias que regula la actividad de la banca. Los funcionarios en el caso calculan que la demanda le puede llegar a costar 100 millones al banco en compensaci¨®n por da?os y 300 millones de multa.
La cifra es enorme. Equivale m¨¢s o menos a una cuarta parte del beneficio trimestral de Morgan Stanley. El banco cree que no llegar¨¢ a tanto, pero a¨²n as¨ª espera que las p¨¦rdidas que le origine este caso ronden los 170 millones. Lynnda Speer est¨¢ utilizando como pilar de su demanda una legislaci¨®n que castiga el abuso a las personas mayores. Y aqu¨ª llega la parte realmente dif¨ªcil para el grupo financiero, porque el magnate deleg¨® en Forte la supervisi¨®n de su fortuna.
Roy Speer resid¨ªa en Florida, donde esta legislaci¨®n es muy estricta. Ah¨ª, en Tampa, es donde tiene su sede HSN. En los ¨²ltimos a?os de vida estuvo aquejado de serios problemas f¨ªsicos y mentales, que mermaron su capacidad para ser autosuficiente. La banquera le gestionaba en ese momento un patrimonio de cerca de 175 millones. Con esa fortuna realiz¨® unas 12.000 operaciones financieras ¡°no autorizadas¡± que generaron al banco ingresos v¨ªa comisiones por valor de 40 millones durante sus cinco ¨²ltimos a?os de vida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.