La miel

Guardo como un tesoro la imagen de mi padre, maestro de escuela y apicultor en sus ratos libres, inclinado sobre sus colmenas mientras las horas pasan como si fueran nubes sobre su cabeza. La vida entonces era un hilo de oro que las abejas tej¨ªan con sus idas y venidas del colmenar a los ¨¢rboles y de ¨¦stos a las retamas del monte recolectando el polen primaveral que se convertir¨ªa en miel en la f¨¢brica invisible y oscura de los panales. Como en la novela del sueco Lars Gustafsson Muerte de un apicultor(editorial N¨®rdica), el invierno era un pron¨®stico lejano al que tanto mi padre como las abejas viv¨ªan ajenos.

?ltimamente, dicen, las abejas est¨¢n desapareciendo, lo que ser¨ªa una gran cat¨¢strofe para el mundo, pues son las que polinizan la vegetaci¨®n con su actividad, pero estos d¨ªas yo las veo trabajar igual que siempre aprovechando el calor y la floraci¨®n de la primavera. Mientras a mi alrededor algunos se desga?itaban intentando captar la atenci¨®n de los electores o discutiendo sobre programas pol¨ªticos, que en seguida olvidar¨¢n, las abejas han seguido trabajando cada d¨ªa, tejiendo el hilo de oro de la vida, ese que nos permitir¨¢ continuar viviendo en este planeta. Porque si la pol¨ªtica es importante m¨¢s lo es la polinizaci¨®n de las flores, sin la cual nada ser¨ªa posible.

Desde el domingo por la noche, muchos espa?oles hacen c¨¢balas y discuten sobre los resultados de las elecciones proyectando su futuro sobre estos e imaginando c¨®mo ser¨¢ su vida a partir de ahora. Habr¨¢ quien piense, incluso, que en base a esos resultados y a las personas que nos gobernar¨¢n el pa¨ªs mejorar¨¢ o, al rev¨¦s, se sumir¨¢ en una depresi¨®n todav¨ªa mayor que la que hemos dejado atr¨¢s. Pocos reparar¨¢n, no obstante, en que todo eso ser¨¢ una an¨¦cdota pasajera, unas portadas en los peri¨®dicos que se llevaran los d¨ªas como los carteles de la publicidad electoral con los rostros sonrientes de los candidatos y sus esl¨®ganes promisorios (¡°Trabajar, hacer, crecer¡±, ¡°Gobernar para la mayor¨ªa¡±, ¡°Lo vamos a arreglar¡­¡±) y que lo importante no es la pol¨ªtica, sino que las abejas sigan polinizando el planeta y tejiendo el hilo de oro de la vida, esa miel dorada y pura a la que Tonino Guerra, el gran guionista del cine italiano, dedic¨® un libro de poes¨ªa, el que escribi¨® cuando abandon¨® la agitada Roma y regres¨® a su Romagna natal y en el que se contienen versos tan categ¨®ricos como estos: ¡°He quemado las p¨¢ginas de los libros, los calendarios, / los mapas. Para m¨ª, Am¨¦rica / ya no existe, Australia menos, / la China es un olor, / Rusia es una telara?a blanca / y ?frica un vaso de agua que so?¨¦. / Desde hace dos o tres d¨ªas voy detr¨¢s de Pinela el campesino, / que va buscando la miel de las abejas silvestres¡±.