"Fui novio de Madonna cuando ella estaba fuera de control"
Tony Ward nos cuenta c¨®mo fue la ¨¦poca con la diva, su tr¨¢nsito por la cl¨ªnica de rehabilitaci¨®n y su actual paternidad, que define como dolorosa
Tony Ward perdi¨® su joya m¨¢s preciada de la forma m¨¢s extra?a. Se la arrebat¨® el director de una cl¨ªnica de rehabilitaci¨®n. ¡°De locos, ?verdad? S¨ª, mi vida ha sido de locos¡±, comenta. El preciado objeto robado era Sex, el pol¨¦mico libro que edit¨® Madonna en 1992 y en el que Ward particip¨® como modelo. El ejemplar estaba dedicado por la diva. ¡°Hoy valdr¨ªa mucho dinero: no quedan muchas unidades en buen estado, y mucho menos firmadas por ella¡±.
Modelo multifac¨¦tico (actor, pintor, fot¨®grafo, escritor y padre de cuatros hijos), Tony Ward tambi¨¦n se sabe superviviente de los nihilistas a?os noventa. Nacido en Los ?ngeles hace 51 a?os, no se pod¨ªa ni mirar al espejo hasta que un profesor de historia de su instituto le anim¨® a posar para un fot¨®grafo amigo suyo. El idilio con el objetivo fue instant¨¢neo, y Ward ¨Chombre no muy alto, ni siquiera despampanante, aunque terriblemente sexy¨C descubri¨® no solo que pod¨ªa mirarse al espejo, sino que pod¨ªa vivir de su imagen. Su fama despeg¨® de la mano del fot¨®grafo Steven Meisel y de la Madonna del ¨¢lbum Erotica y del libro Sex.
La gente se sent¨ªa inferior a su lado, intimidaba a todos, pero yo nunca me sent¨ª inc¨®modo¡±, dice sobre Madonna
Convertido en la nueva pareja imberbe de la estrella pop, jug¨® al objeto de deseo (ten¨ªa apenas 20 a?os) en algunos de sus v¨ªdeos (Justify my love, Cherish¡) y del entonces libidinoso libro. ¡°En realidad, yo solo era uno m¨¢s de los modelos de Sex, no el ¨²nico¡±, bromea Ward durante una soleada ma?ana a las afueras de Madrid. ¡°Tengo buenos recuerdos de ella. Cuando hicimos el libro ya hab¨ªamos roto, pero ten¨ªamos muy buena relaci¨®n, y por eso me llam¨®. La gente se sent¨ªa inferior a su lado, intimidaba a todos, pero yo nunca me sent¨ª inc¨®modo¡±.
Para Ward, lo mejor de aquellos tiempos no se quedaba en sus gloriosos cuerpos ni en los banquetes sexuales que insinuaban v¨ªdeos como Justify my love. ¡°No era exactamente autobiogr¨¢fico, pero s¨ª ten¨ªa que ver mucho con nuestra relaci¨®n¡±, admite. ¡°Lo mejor de estar juntos era que pod¨ªamos hablar durante horas. Fui su novio en una ¨¦poca en la que ella estaba fuera de control. Creo que la ¨²nica en la que de verdad lo estuvo, y era muy divertida. Es una mujer estupenda, sobre todo, por su cabeza¡±.
En los a?os que siguieron se convirti¨® en un modelo que, con o sin ropa, trascend¨ªa a la mera publicidad. ¡°Mi cuerpo ha sido un arma para expresarme como artista. Fue fundamental conocer a fot¨®grafos como Bruce Weber o Herb Ritts, que ten¨ªan hambre de convertir la publicidad en algo art¨ªstico. Sol¨ªa quedar con Herb sin cobrar, solo para hacer fotos, cosas muy al l¨ªmite que nos divert¨ªan y que me hac¨ªan sentir como parte de la obra¡±. Con los a?os, posar se volvi¨® menos salvaje, m¨¢s aburrido, y Ward busc¨® en la pintura y la fotograf¨ªa otras v¨ªas de expresi¨®n. ¡°Ya no sigo la moda como antes. Ahora hay muchos chicos guapos, pero pocos con personalidad. El modelo se ha vuelto de usar y tirar¡±.
Ya no sigo la moda como antes.? Ahora hay muchos chicos guapos, pero pocos con personalidad"
Una larga serie de autorretratos realizados a lo largo de a?os se han convertido, m¨¢s que una obsesi¨®n narcisista, en casi un arma de defensa propia. ¡°Me hice miles de autorretratos antes de que el selfie estuviera de moda. Yo era un objeto para los dem¨¢s, pero decid¨ª convertirme en un objeto para m¨ª mismo. Descubr¨ª que mi manera de verme era diferente, m¨¢s rara, dura e intensa. Las tengo todas en un trastero: es un extra?o diario gr¨¢fico de mi vida que espero ordenar alg¨²n d¨ªa¡±.
Una vida movida por impulsos, pero que ahora, instalado desde hace nueve meses en Londres, ha alcanzado la madurez que durante a?os se neg¨®. ¡°Tengo 51 y he pasado por varias crisis de edad. Durante mucho tiempo me resist¨ª a cumplir a?os, pero me relaj¨¦ y me di cuenta de que todo es v¨¢lido, para la moda quiz¨¢ no, pero s¨ª para la vida. Ya no tengo una actitud tan punk, no necesito romper las reglas¡±. Y eso incluye afrontar la paternidad. ¡°Tengo tres hijos con mi exmujer que est¨¢n en Los ?ngeles y otro, Aurelius, con mi nueva pareja. Antes de venirme a Europa vend¨ª todo: mi coche, mi casa... He roto los lazos y lo admito, es muy doloroso. Pero por primera vez estoy experimentando lo que es ser padre. Con mi primera mujer supongo que me port¨¦ como un mierda: ella era la mujer y yo, el hombre, que era la maldita mentalidad con la que crec¨ª. Ahora no es as¨ª. Admiro m¨¢s a las mujeres y soy feliz criando por primera vez de verdad a un hijo¡±.
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