Alta moda en el pa¨ªs m¨¢s llano
Una exposici¨®n recorre en Bruselas un siglo de creaci¨®n textil en B¨¦lgica para entender el ¨¦xito imprevisible de sus modistos


B¨¦lgica ocupa hoy un lugar destacado en el mapamundi del estilo, aunque nada la dirigiera hacia este destino. De ese pa¨ªs llano al que cant¨® Jacques Brel, sin encontrar nada m¨¢s digno de elogio que el cielo gris y el viento del norte, han terminado por surgir distintas generaciones de modistos revolucionarios. ?Qu¨¦ ten¨ªan dos ciudades de tama?o medio y escasa tradici¨®n, como Bruselas y Amberes, para competir con las grandes capitales de la moda? Una nueva muestra, Los belgas. Una historia inesperada de la moda, esboza hasta el 13 de septiembre algunas respuestas desde las salas del Palacio de Bellas Artes de Bruselas.
El t¨ªtulo de la exhibici¨®n hace un gui?o a la manera como se les denomin¨® en el Par¨ªs y el Londres de los ochenta. ¡°Vamos a ver a los belgas¡±, se sol¨ªa decir, como si fueran un grupo homog¨¦neo marcado solo por su nacionalidad. En parte fue as¨ª por motivos pr¨¢cticos: los nombres de Dries Van Noten, Ann Demeulemeester o Walter Van Beirendonck eran algo impronunciables. Otra posibilidad consist¨ªa en llamarlos ¡°los Seis de Amberes¡±, la excelsa promoci¨®n surgida en 1981 de la Real Academia de Bellas Artes de Amberes, que conformaron los tres nombres mencionados, adem¨¢s de Dirk Van Saene, Marina Yee y Dirk Bikkembergs.

Estos dise?adores compart¨ªan un denominador com¨²n: una radical propuesta est¨¦tica, situada en alg¨²n punto entre la tradici¨®n barroca, el rigorismo protestante y el arte conceptual, ejecutada con t¨¦cnica asombrosa y cierta ambici¨®n intelectual. Como recuerda la exposici¨®n, no dudaron en introducir conceptos tan chocantes como la asimetr¨ªa y el hermafroditismo. ¡°No ten¨ªan nada que ver con lo que se hac¨ªa en los ochenta, salvo con los japoneses. Su propuesta era diametralmente opuesta al buen gusto y el glamour de aquella d¨¦cada. Por eso crearon semejante shock¡±, opina el comisario, Didier Vervaeren, antiguo director art¨ªstico de Delvaux y profesor de La Cambre, la ascendente escuela de moda de Bruselas.
El recorrido, que revisa la producci¨®n de 75 dise?adores del ¨²ltimo siglo, arranca con la primera marca belga de alta costura, tal vez para recordar que nada surge por generaci¨®n espont¨¢nea. La maison Norine fue fundada en 1915 por un matrimonio de exc¨¦ntricos que colaboraron con Magritte y otros artistas de la ¨¦poca, igual que sus sucesores terminar¨ªan por la permeabilidad de otras artes. D¨¦cadas m¨¢s tarde, Dries Van Noten cre¨® vestuarios para la core¨®grafa Anne Teresa de Keersmaeker, mientras que Raf Simons, otro antiguo alborotador que empez¨® inspir¨¢ndose en la est¨¦tica de los ravers flamencos, ha dise?ado colecciones junto al artista pl¨¢stico Sterling Ruby.
La explicaci¨®n a la permeabilidad entre disciplinas se halla en las propias escuelas donde se formaron. ¡°Nuestra clase estaba delante del departamento de fotograf¨ªa y de dise?o gr¨¢fico. ?bamos a comer juntos y a menudo tambi¨¦n cre¨¢bamos juntos. ?ramos j¨®venes solitarios llegados de peque?os pueblos, donde nos trataban de raros. Al llegar all¨ª nos sentimos liberados, como si fuera un para¨ªso de creaci¨®n¡±, recuerdan los integrantes de A.F. Vandevorst, pareja de modistos que se conoci¨® en la Real Academia de Amberes. No les ofende que la muestra atienda m¨¢s a la nacionalidad que a las diferencias entre sus integrantes. ¡°Es normal que nuestro origen intrigue. Nunca hemos entendido que, de un pa¨ªs tan min¨²sculo, salgan tantos modistos. ?Por qu¨¦ ha sucedido aqu¨ª y no en Lituania?¡±, se preguntan.

La respuesta a esta efervescencia podr¨ªa encontrarse en el apoyo gubernamental. A principios de los ochenta, el ministro de Econom¨ªa Willy Claes se propuso salvar el acero en Valonia y la industria textil en Flandes, a trav¨¦s de sustanciosos apoyos que, en el segundo caso, dieron sus frutos. Pese al ¨¦xito internacional, los aut¨®ctonos no siempre est¨¢n orgullosos de sus modistos. ¡°En general, la gente no sabe que somos famosos por la moda. Fue un movimiento de vanguardia y lo sigue siendo¡±, afirma la comisaria adjunta, la historiadora de la moda Nele Bernheim, que apunta a Van Noten y Martin Margiela -el dise?ador de rostro desconocido que nunca sal¨ªa a saludar en sus desfiles-, como ¨²nicos nombres conocidos por el gran p¨²blico. Doce dise?adores belgas siguen desfilando hoy en la semana de la moda de Par¨ªs. Algunos incluso dirigen firmas del mayor abolengo. Simons es director art¨ªstico de Dior, mientras el tambi¨¦n flamenco Kris van Assche dise?a sus colecciones masculinas y Anthony Vaccarello, val¨®n de origen italiano, se encarga de Versus, la segunda marca de Versace.
La muestra expone creaciones de todos ellos, adem¨¢s de ceder lugar a algunas rara avis como Diane von F¨¹rstenberg. La dise?adora creci¨® en Bruselas antes de hacer carrera en Estados Unidos con su wrap dress, el vestido de corte cruzado que triunf¨® en los ochenta. ¡°Nunca cre¨ª pertenecer a esta escena. Los nombres de esos dise?adores me intimidaban mucho¡±, reconoc¨ªa durante la inauguraci¨®n. ¡°Me siento emocionada de formar parte de la muestra, porque crec¨ª a 200 metros de aqu¨ª. Mi primera clase consisti¨® en dibujar este barrio y aprend¨ª geograf¨ªa gracias a Tint¨ªn. No es que me sienta belga, sino que lo soy¡±.
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