El gran salto de la gimnasia espa?ola
Tras la sequ¨ªa de medallas en Londres 2012, una nueva generaci¨®n de deportistas se enfrenta a los primeros Juegos Europeos en Bak¨².
Gervasio Deferr aparece en la sala de entrenamiento del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Madrid vestido con botas, vaqueros y un sombrero de ala corta. La perilla y el enorme tatuaje de Bob Marley en el antebrazo le confieren el aire de una estrella del rock. Tiene 34 a?os. Voz de lija. Y la mirada oscura y retadora del que ha alcanzado la gloria deportiva. Su ¨²ltima medalla se la colg¨® al cuello en Pek¨ªn en 2008. Fue tambi¨¦n el ¨²ltimo metal de la gimnasia espa?ola en unos Juegos. Deferr se retir¨® en 2011. Y con ¨¦l pareci¨® esfumarse la magia. En Londres 2012, Espa?a se qued¨®, por primera vez desde 1992, fuera del medallero en la gimnasia.
Deferr se sienta en el mismo banco en el que acostumbraba a cambiarse hace a?os. Echa un vistazo a su alrededor. ¡°Esta es como mi segunda casa¡±, exhala. Anillas, potros, colchonetas y minitramps curtidos y manchados de magnesio. Frente a ¨¦l, el seleccionador espa?ol de gimnasia art¨ªstica masculina, Fernando S¨ªscar, da instrucciones sobre el tapiz a 15 tipos de corta estatura y espalda sobrehumana: ¡°?Venga, se?ores! ?Rebote, rebote, mortal!¡±. Sus piruetas provocan un estr¨¦pito sordo y sincopado en la sala. La luz entra por los ventanales en la sala di¨¢fana. Sobre la cabeza de Deferr, en la pared, hay un reloj colgado con el logotipo de R¨ªo 2016. Los pr¨®ximos Juegos. El exgimnasta a?ade entonces: ¡°Despu¨¦s de nuestra generaci¨®n, mantener el nivel ha sido dif¨ªcil. Todav¨ªa no ha habido un relevo. Pero poco a poco se est¨¢ consiguiendo. Sobre todo desde que sacamos a Ray¡¡±.
Rayderley Miguel Zapata tiene 21 a?os. Naci¨® en Santo Domingo (Rep¨²blica Dominicana). A los 10 se mud¨® con su familia a Lanzarote. Ahora vive en la residencia Joaqu¨ªn Blume, a un paso de este CAR madrile?o. Forma parte del equipo nacional de gimnasia art¨ªstica. Esta ma?ana ha llegado de los primeros al entrenamiento y ha enchufado m¨²sica caribe?a a todo trapo. Hace tiempo, Gervasio Deferr se fij¨® en ¨¦l en unos campeonatos de Espa?a. ¡°Era un diamante en bruto¡±, dice. ¡°Estaba entrenando en Lanzarote con poca t¨¦cnica. Pero ten¨ªa una potencia brutal¡±. Le propuso que le acompa?ara a Barcelona. Deferr, que se retir¨® en 2011, ha seguido vinculado a la gimnasia; hoy es responsable de acrobacias en el CAR catal¨¢n. Zapata acept¨® la propuesta y pas¨® tres a?os curti¨¦ndose en el centro de Sant Cugat, junto a Deferr y al tambi¨¦n exgimnasta V¨ªctor Cano. Trabajaron duro su relevo. Y en diciembre de 2013, la joven promesa lleg¨® a Madrid para unirse a la selecci¨®n absoluta. Desde entonces se escucha salsa, bachata y reguet¨®n en el gimnasio. ¡°Viene bien echarse un bailecito¡±, dice Zapata. ¡°Con m¨²sica, los entrenamientos se hacen m¨¢s llevaderos¡±.
En su primera competici¨®n internacional, la Copa del Mundo de 2014, logr¨® un bronce en salto. En octubre de 2014, en los Mundiales, fue el ¨²nico espa?ol que alcanz¨® unas finales, las de suelo. Y hace mes y medio se coloc¨® quinto de Europa, de nuevo en suelo. ¡°Y eso fallando¡±, matiza Deferr sentado a¨²n en el banco. ¡°Pero vamos bien encaminados¡±.
Han transcurrido unos a?os de sequ¨ªa. Raros. De b¨²squeda. ¡°De cambios generacionales¡±, dice Jes¨²s Carballo, uno de los deportistas que vivieron desde dentro la edad de oro de la gimnasia espa?ola. Una ¨¦poca gloriosa que comenz¨® con una adolescente llamada Carolina Pascual marcando un hito que a¨²n queda en los anales: plata en r¨ªtmica individual en Barcelona 1992. Nunca nadie en Espa?a ha igualado su gesta. Pero en los siguientes Juegos, celebrados en Atlanta en 1996, el conjunto de r¨ªtmica se colg¨® la medalla de oro. A partir de entonces llegaron los ¨¦xitos consecutivos de Deferr; y un bronce en gimnasia art¨ªstica de Patricia Moreno (Atenas 2004). Ah¨ª se agota el medallero ol¨ªmpico. Tres oros, dos platas, un bronce.
Con nuestro conjunto de gimnasia aspiramos a lo m¨¢s alto del podio¡±, asegura Jes¨²s Carballo
A finales de los noventa, Carballo se proclam¨® campe¨®n del mundo. Fue el primer espa?ol en lograrlo. Ten¨ªa 19 a?os. La mala suerte y las lesiones lo alejaron, sin embargo, de la gloria ol¨ªmpica. Y m¨¢s tarde esas mismas rodillas cascadas le acabaron convenciendo de que le tocaba retirarse ¡°relativamente joven¡±, dice. Con 28 a?os. Hoy tiene 38. Y es, desde 2010, presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Gimnasia. ¡°Es la primera vez que un deportista de ¨¦lite accede al cargo¡±, asegura una tarde en el CAR de Madrid, asomado a una terraza que vierte sobre la sala de entrenamiento. Abajo, el ol¨ªmpico Isaac Botella, a punto de retirarse, le ense?a en un rato muerto a hacer mortales al fisioterapeuta de la selecci¨®n.
Entonces, Carballo se?ala al fondo de la sala: ¡°En aquel rinc¨®n, en aquella barra, es donde m¨¢s tiempo he pasado; este lugar me trae recuerdos de lo mejor y lo peor¡±. No viene demasiado. Lleva una vida distinta, con ¡°mucho viaje, mucho despacho y muchas reuniones¡±. Aguanta a base de Red Bull. Viste camisa y chaqueta. Y una d¨¦cada despu¨¦s de colgar el ch¨¢ndal, su f¨ªsico es el de un adulto cualquiera que se hubiera mantenido en forma. Acepta el reto de subirse a unas anillas. Y lo logra, pero le tiemblan los brazos en tensi¨®n y una gota de sudor le cruza la frente.
Nacido en una familia de gimnastas y criado entre saltos y piruetas, Carballo dice que cuando entr¨® en la federaci¨®n ¡°hablaba el mismo lenguaje¡± de los deportistas. Conoce sus intereses porque los ha vivido. Pero le ha costado centrarse en ellos: ¡°Hace cuatro a?os, cuando llegu¨¦, hab¨ªa una situaci¨®n muy complicada. Me encontr¨¦ con un agujero de un mill¨®n de euros. Y una reducci¨®n de las subvenciones. Hasta ahora, todo ha sido saneamiento y reestructuraci¨®n¡±. En su etapa han acometido dos expedientes de regulaci¨®n de empleo. Han atravesado la estepa sin metales de Londres 2012. Y sobrevivido a un turbio episodio que trascend¨ªa lo deportivo: la exgimnasta Gloria Viseras denunci¨® a principios de 2013 al padre de Jes¨²s Carballo, el seleccionador del mismo nombre, por haber abusado de ella 30 a?os atr¨¢s, cuando era menor. La causa se acab¨® archivando por prescripci¨®n de los hechos, que siempre neg¨® el implicado. Pero el entrenador y progenitor acab¨® rescindiendo su contrato y abandon¨® la federaci¨®n a finales de 2013.
Casi como un s¨ªmbolo de renovaci¨®n, fue m¨¢s o menos entonces cuando lleg¨® Ray Zapata a Madrid. Con hambre de medallas. ¡°Vamos camino de la normalidad. De centrarnos en hacer deporte¡±, asegura Carballo hijo. ¡°En 2015 nos jugamos todas las plazas ol¨ªmpicas¡±. En los pr¨®ximos meses se ir¨¢n dando cita en los Mundiales de cada disciplina. Pero eso suceder¨¢ despu¨¦s de verano. Hay un buen aperitivo antes. Una prueba de fuego en los primeros Juegos Europeos, que se celebran en Bak¨² (Azerbaiy¨¢n) a partir de este viernes. ¡°Un evento interesante¡±, seg¨²n el presidente de la federaci¨®n, ¡°en el que han hecho todo lo posible para que sea espectacular. Y en un a?o importante. Clasificatorio. Estar¨¢n todas las disciplinas que luego se batir¨¢n en los Juegos Ol¨ªmpicos. Y ser¨¢ un test para el Campeonato del Mundo¡±. El primer obst¨¢culo para medir la renovada potencia de salto de la gimnasia espa?ola. Su ¡°cambio generacional¡±. Un relevo que en realidad bebe de la misma fuente. De aquellos deportistas que alcanzaron el Olimpo. Y de los disc¨ªpulos sobre los que posaron su mirada.
Una ma?ana de finales de abril, Zapata trabaja en la primera l¨ªnea del gimnasio su pr¨®ximo salto. Una disciplina en la que Deferr se llev¨® dos oros ol¨ªmpicos. El seleccionador Fernando S¨ªscar explica c¨®mo su acrobacia consiste en atacar el potro con una tsukahara, entrando con una rondada sobre el minitramp, para elevarse hacia lo alto con un doble mortal en carpa. Un salto llamado Lu Yu Fu en honor a su creador. ¡°Estamos trabajando la primera parte, la repulsi¨®n del caballo¡±, seg¨²n S¨ªscar. Puliendo la ¡°t¨¦cnica¡±. Sin fijarse demasiado en la ca¨ªda, para la que han colocado un par de gruesas colchonetas.
¡°Va, entrenador, last one¡±, dice entonces Zapata. Inspira. Da un paso atr¨¢s. Y emprende una carrera explosiva sobre la moqueta, seguida de una rondada, y un impulso que lo hace volar y girar de espaldas varios metros sobre el suelo, para acabar golpeando con la espalda contra la colchoneta. ¡°?Bueno!¡±, grita el entrenador. ¡°Para mi gusto, un poco tarde la mano, pero no est¨¢ mal¡±.
Hay cierto arrojo. Cierto orgullo. Un ego que va ligado a haber conseguido una medalla¡±, dice Gervasio Deferr
En un receso, Zapata cuenta que a¨²n le queda mucho por hacer en su trayectoria ol¨ªmpica: ¡°Pero yo me veo. Tengo que entrenar bastante para el Mundial. Intentar tambi¨¦n la clasificaci¨®n por equipos. Subir la dificultad y limpiar los enteros. Perfeccionarlos. Ir a por un segundo salto, aprender un elemento nuevo. Uno m¨ªo, propio. Que marque la diferencia. Un zapata¡±. Seg¨²n el entrenador, para esto ¨²ltimo a¨²n queda mucho tiempo. Y seg¨²n Gervasio Deferr, ¡°parece que Ray puede ser mi sucesor en cuanto a medallas ol¨ªmpicas¡±. El espa?ol de origen dominicano confiesa el lujo de haberlo tenido a su lado. Igual que a Isaac Botella. Con este ¨²ltimo se cruza en un momento del entrenamiento: ambos paran en seco, levantan los brazos y sacan m¨²sculo, como si fueran guerreros de Esparta. Los dos, dice, le han ayudado en el camino. ¡°Te saben decir d¨®nde tienes que mirar, los gestos, logran que salga superf¨¢cil¡±. Su disciplina de entrenamiento, igual que la del resto del equipo, se concentra en dos sesiones diarias de tres horas de lunes a viernes, cuatro horas los s¨¢bados y libres los domingos. De momento, se enfrentan con alegr¨ªa a los Juegos de Bak¨². ¡°Lo m¨¢s duro va a ser en septiembre, un mes antes del Mundial¡±, asegura S¨ªscar. ¡°Con nervios, una carga de trabajo muy alta. Y con la fatiga f¨ªsica, despu¨¦s de haber pasado un verano aqu¨ª metidos mientras todo el mundo est¨¢ de vacaciones. Pero ya lo hemos vivido otras veces¡±. S¨ªscar, que lleva 25 a?os como entrenador y uno de seleccionador, ya crio a Carballo y a Deferr, entre otros muchos. Se gira entonces hacia alguno de sus chicos y les recuerda que se ha abierto una convocatoria de becas, no vaya a ser que se les pase el plazo. ¡°Aqu¨ª haces de todo¡±, a?ade. ¡°He dado clases particulares de matem¨¢ticas y resuelto problemas con la novia. Hay que estar encima¡±.
Un piso m¨¢s arriba trabajan las chicas de r¨ªtmica. Trotan delicadamente sobre el tapiz, de forma ordenada, perfectamente sincronizadas y casi sin hacer ruido. Hasta parecen m¨¢s responsables. Alejandra Quereda, la capitana del equipo, por ejemplo, estudia Medicina. Y dice su entrenadora, Sara Bay¨®n, que es habitual verla cambi¨¢ndose el maillot con los apuntes en la mano. Quereda, alicantina de 22 a?os e hija de una campeona de Espa?a de la misma disciplina, dice que este a?o preol¨ªmpico se ha lanzado ¡°a la piscina¡± y ha cogido ocho asignaturas de segundo y tercero. En cuanto a lo deportivo, parece que ellas podr¨ªan ser quienes lideren el esperado relevo generacional en R¨ªo 2016. En palabras de Jes¨²s Carballo, ¡°nuestro conjunto de gimnasia r¨ªtmica lleva dos a?os siendo campe¨®n del mundo; con ellas no solo aspiramos a clasificarnos, sino a estar en lo m¨¢s alto del podio [ol¨ªmpico]¡±.
Quereda, que es larga, leve y estilizada como una grulla, a?ade: ¡°Estamos malacostumbradas, consiguiendo medallas en cada competici¨®n. Pero es complicad¨ªsimo llegar. Los pa¨ªses del Este tienen much¨ªsima tradici¨®n¡±. Los Juegos Europeos, de hecho, ser¨¢n un buen ensayo: ¡°Porque el nivel se concentra en Europa¡±, seg¨²n Quereda. ¡°Para nosotras va a ser pr¨¢cticamente lo mismo¡±. Rusia, Bielorrusia e Italia fueron, por este orden, las selecciones medallistas en Londres. Espa?a acab¨® cuarta. Con un conjunto que se fogueaba por primera vez en lo m¨¢s alto, se quedaron a medio punto de la gloria. En los pr¨®ximos Juegos, si llegan, cuatro de las cinco titulares del equipo ya habr¨¢n pasado por una cita ol¨ªmpica. Y eso puede marcar la diferencia. Sienten ¡°un poquillo¡± de presi¨®n, dice Elena L¨®pez, de 20 a?os, una de las que ya estuvieron all¨ª. ¡°Ser cuartas era un resultado muy bueno. Pero Italia nos super¨® incluso cometiendo un fallo. Podr¨ªamos haber conseguido el bronce¡±. Y esa es ¡°la espinita¡± que pretenden quitarse en R¨ªo.
El equipo promete. Han logrado dos oros y un bronce en los Mundiales de 2013 y 2014. La selecci¨®n de r¨ªtmica llevaba desde 1998 sin colarse en el medallero. En el conjunto que se llev¨® aquellos ¨²ltimos metales se encontraba Sara Bay¨®n. Hoy es la entrenadora. Una palentina menuda y risue?a nacida en 1981. La ¨²nica gimnasta espa?ola con t¨ªtulo mundial como deportista y al frente del equipo (la seleccionadora es la bielorrusa Anna Baranova). Su historia, en realidad, habla de ese relevo generacional. Le saca 15 a?os a la m¨¢s peque?a del conjunto. Pero las ha visto crecer en las competiciones nacionales. A tres de ellas las conoce desde que tienen 9 o 10 a?os. Las ha observado competir y aspirar a lo m¨¢s alto.
La carrera deportiva de Bay¨®n en la ¨¦lite fue breve. Form¨® parte del conjunto nacional durante dos a?os. Entr¨® en 1997, justo despu¨¦s del ¨¦xito ol¨ªmpico de las chicas de oro. Fue compa?era de habitaci¨®n de la campeona Almudena Cid. Sali¨® en 1999, justo cuando se iniciaba el largo periodo de sequ¨ªa. Bay¨®n no lleg¨® a competir en unos Juegos. Y no hab¨ªa cumplido a¨²n los 20 cuando se retir¨®. Decidi¨® estudiar INEF. Se especializ¨® en alto rendimiento. Solicit¨® hacer las pr¨¢cticas en el CAR de Madrid. Y enseguida la ficharon. Esta es su segunda etapa como entrenadora. Asegura que la r¨ªtmica es uno de los deportes m¨¢s practicados en Espa?a. ¡°Desde los noventa, ha habido mucho tir¨®n, por los resultados¡±. Sus chicas, por decirlo de otra forma, nacieron al calor de aquellas medallas. Es parte de la clave. La base. Su cargo, entre otras muchas cosas, exige una compleja labor de captaci¨®n. En cada torneo y campeonato. ¡°Siempre estamos mirando¡±. Quienes parecen apuntar maneras ya de ni?as entran en los programas de tecnificaci¨®n. Se les sigue observando. Se estudian sus condiciones f¨ªsicas, su cuerpo, su constituci¨®n, el biotipo y la altura de sus padres. Las elegidas van variando cada temporada. ¡°Unas salen del programa, otras se mantienen y entran nuevas. As¨ª de a?o en a?o. Y poco a poco se va reduciendo el n¨²mero hasta que llegan al equipo nacional¡±. Para entonces, las conocen a la perfecci¨®n.
Bay¨®n asegura que los Juegos de Bak¨² que se inician la semana que viene suponen una competici¨®n interesante. ¡°Una motivaci¨®n extra en mitad de un ciclo ol¨ªmpico¡±. Pero la mirada la tienen fija en el Campeonato del Mundo de Stuttgart en septiembre. Porque all¨ª los ocho primeros reciben un billete directo a los Juegos de R¨ªo.
Aunque una cosa es llegar. Y otra muy distinta, alcanzar las medallas. Tal y como lo ve Carolina Pascual, la muchacha que abri¨® el podio ol¨ªmpico de la gimnasia espa?ola, ¡°que est¨¦n all¨ª, hay muchos. Que lleguen a lo m¨¢s alto, muy pocos: se cuentan con los dedicos de la mano¡±. Nacida en Orihuela (Alicante), su carrera fue mete¨®rica. Con 4 a?os bailaba ballet. A los 7 comenz¨® con la r¨ªtmica. Con 10 a?os, Rusia le ofreci¨® la nacionalidad para competir en su equipo. Lo rechaz¨®. A los 13 ya hab¨ªa logrado un bronce en Europa. A los 16 fue subcampeona ol¨ªmpica en Barcelona 1992. Ver un v¨ªdeo de aquella final a¨²n pone los pelos de punta, con el p¨²blico gritando como loco en cada movimiento. Se retir¨® un a?o despu¨¦s, a los 17. ¡°As¨ª fue mi carrera, r¨¢pida y lenta a la vez¡±, dice Pascual, que hoy tiene 38 a?os y trabaja en un gimnasio en Madrid y como jueza de su disciplina.
Al calor de sus comentarios, Gervasio De?ferr y Patricia Moreno, que se encuentran a su lado esperando para ser retratados los tres juntos, se animan y cuentan qu¨¦ se siente al tocar el cielo de las medallas. Seg¨²n Deferr, ¡°la primera fue un coloc¨®n del cop¨®n¡±. Para la segunda trabaj¨® ¡°cabread¨ªsimo¡±, tras haber sido sancionado por dopaje (otro coloc¨®n: le hallaron restos de cannabis en el organismo y se le retir¨® una plata obtenida en un Mundial). ¡°Hay gente que se mete de todo para ganar¡±, se queja, ¡°y en cambio a m¨ª¡¡±. Moreno, que hoy tiene 29 a?os y entrena a j¨®venes aspirantes en un club de Majadahonda (Madrid), gan¨® un bronce en Atenas 2004 en la modalidad de suelo: ¡°Fue inesperado. Y agridulce. Apenas lo pod¨ªa celebrar, porque mi compa?era, Elena G¨®mez, que era favorita, se qued¨® fuera¡±. Finalmente a?ade Deferr un sentimiento com¨²n: ¡°Hay cierto arrojo. Cierto orgullo. Un ego que va ligado a haber conseguido una medalla¡±. ?l gan¨® la ¨²ltima en Pek¨ªn. La foto de ese instante cuelga a tama?o gigantesco en una de las paredes del CAR. Frente al gimnasio de la art¨ªstica mascu?lina. Como si fuera un t¨®tem. O un vigilante. La nueva generaci¨®n, el relevo, lo observa con el rabillo del ojo a diario.?
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