Adi¨®s al pr¨ªncipe juerguista

Enrique de Inglaterra se despide de las armas, tras diez a?os de carrera militar, y busca ahora un papel m¨¢s preeminente como miembro destacado de la familia real brit¨¢nica. El sentido discurso del pr¨ªncipe en la inauguraci¨®n de un memorial dedicado a los soldados brit¨¢nicos muertos en Afganist¨¢n, donde ¨¦l mismo sirvi¨® en dos ocasiones como copiloto de helic¨®ptero, remataba ayer una semana en la que el m¨¢s d¨ªscolo de los miembros de la familia Windsor ha ejercido con gusto de reiterado protagonista.

Las meteduras de pata o situaciones comprometidas en las que se ha visto envuelto el segundo hijo del heredero son tan legendarias como intacto permanece su alto ¨ªndice de popularidad. Ya sea por esa cara de ni?o travieso que retiene a sus 30 a?os o por la gracia con la que rompe el protocolo en los actos multitudinarios, al p¨²blico le gusta el personaje de Enrique y los asesores de palacio de disponen a explotarlo. El pr¨ªncipe particip¨® en el acto de homenaje a las bajas brit¨¢nicas en la guerra afgana a su regreso de una gira por Australia y Nueva Zelanda, donde ha recibido el trato de estrella ¨Cespecialmente entre las jovencitas- y donde, una vez m¨¢s, rompi¨® la regla que el mismo se hab¨ªa autoimpuesto de no acceder a la demanda de ¡°selfies¡±, posando con una seguidora muy entrada en a?os.

Del mismo modo, Enrique fue jaleado durante su participaci¨®n, el pasado martes, en un desfile que conmemoraba el bicentenario del servicio de los gurkha (soldados de Nepal en las filas del Ej¨¦rcito brit¨¢nico); o al d¨ªa siguiente cuando acompa?¨® al jugador de rugby ingl¨¦s m¨¢s celebrado de todos los tiempos, Jonny Wilkinson, para dar pistoletazo de salida a la copa mundial de ese deporte. Quiz¨¢ la foto m¨¢s reproducida de la semana fuera, sin embargo, la del pr¨ªncipe vestido de forma informal aunque impecable compartiendo escenario con una lady Gaga siempre fiel a su estilo, durante un concierto celebrado en Londres con fines caritativos.

La agenda civil del otrora pr¨ªncipe juerguista aparece tan intensa en los pr¨®ximos meses que no podr¨¢ asistir al bautizo de su nueva sobrina Charlotte el pr¨®ximo 5 de julio, a pesar de que su nombre encabezaba las quinielas como padrino de la hija de Guillermo y Catalina. Si la gira por Australia y Nueva Zelanda impidi¨® a Enrique estar en Londres cuando naci¨® la peque?a (2 de mayo), en esta ocasi¨®n ser¨¢ un viaje a ?frica para apoyar la conservaci¨®n de los espacios naturales el que frustrar¨¢ su presencia en la foto familiar. Las causas solidarias, en las que ya se involucrara su madre, Diana de Gales, van a ser un punto central en la nueva singladura de un pr¨ªncipe que ha decidido reinventarse en un personaje formal por mucho que le incomoden los cors¨¦s de palacio.