Arist¨®teles, los nervios y las ideas fundamentales
El desaf¨ªo de la educaci¨®n escolar debe ser que los alumnos aprendan a leer y a escribir; es decir, a comprender y explicar
Hubo sables en alto en la Universidad Aut¨®noma de Madrid. Se cometi¨® un error en una de las pruebas de Historia de la Filosof¨ªa, una de las materias comunes del examen de selectividad, al proponerse para el comentario un fragmento de la ?tica a Nic¨®maco,de Arist¨®teles, que no formaba parte del temario. As¨ª que tres asociaciones de profesores protestaron por la equivocaci¨®n, pero al final el drama no fue a m¨¢s porque no ha afectado a las clasificaciones.
Las normas son las normas, nadie va a discutir semejante obviedad, y los alumnos que quieran podr¨¢n reclamar a partir del lunes. Pero el episodio ha sacado a la luz las bochornosas debilidades del sistema educativo espa?ol, que con una pasmosa frivolidad lleva tiempo compitiendo en musculatura para elaborar reformas: ?siete en 35 a?os de democracia! ?Venga a cambiar leyes y a modificar gu¨ªas y a tipificar faltas y a ponerse solemnes con los valores y el futuro de las nuevas generaciones! ?Y lo importante? ?D¨®nde queda lo importante?
Seguramente uno de los objetivos m¨¢s trascendentes en la educaci¨®n escolar deber¨ªa ser conseguir que los alumnos aprendan a leer y a escribir: es decir, a comprender un texto, a atrapar sus ideas fundamentales, a saber relacionarlas y a poder contarlas despu¨¦s, como quien dice, con sus propias palabras. Por eso tiene bastante sentido que los responsables de la Aut¨®noma no hayan recomendado revisar de manera diferente el examen de Historia de la Filosof¨ªa.
En Andaluc¨ªa, uno de los autores que cay¨® en esta selectividad fue Nietzsche. Pongamos que los que se examinaban hubieran tenido que abordar alguna de sus observaciones de As¨ª habl¨® Zaratustra. Por ejemplo la que dice: ¡°Dios es un pensamiento que vuelve torcido todo lo derecho y que hace voltearse todo lo que est¨¢ de pie¡±. ?No hubieran podido comentarla si no estaba en el temario?
La pregunta sobre la ?tica a Nic¨®maco que produjo la queja de los profesores en la prueba de Madrid fue la que ped¨ªa ¡°exponer las ideas fundamentales del texto propuesto y la relaci¨®n que existe entre ellas¡±. Las otras pod¨ªan haberse contestado sin problema. Pero en cuanto a esta, se protest¨® porque el texto no estaba en el temario, no lo hab¨ªan podido preparar, era muy especializado... Y los chicos estaban muy nerviosos.
Algo va mal si lo que se pretende evaluar no tiene que ver con lo fundamental: que se comprenda un texto y que se sepa explicarlo. Leer y escribir. Todo lo dem¨¢s tiene una importancia secundaria: recitar los tics de cada programa, vaciar el runr¨²n que se memoriza de cada rinc¨®n del temario, contar las cuatro f¨®rmulas asociadas a un autor. No tiene sentido pedir que sepan un temario y que sean incapaces de enfrentarse a una lectura. Como dec¨ªa Nietzsche refiri¨¦ndose a Dios, en Espa?a la educaci¨®n est¨¢ volviendo torcido lo que deber¨ªa mantenerse derecho: la obligaci¨®n de aprender a leer y a escribir.
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