Antonio Canales: ¡°Mi otro yo es un canalla que me martirizaba¡±
Ha desnudado su alma ante el p¨²blico con ¡®Una moneda de dos caras¡¯, un espect¨¢culo autobiogr¨¢fico en el que no esconde sus miserias. Liberado de ese peso, ahora el bailaor y core¨®grafo se siente preparado para dirigir el Ballet Nacional
Antonio Canales le mete mano a todo. Bailaor, core¨®grafo, actor, escritor¡ Antonio G¨®mez de los Reyes naci¨® en Sevilla hace 53 a?os, se sum¨® al Ballet Nacional cuando a¨²n no era mayor de edad y desde ah¨ª se construy¨® una s¨®lida carrera. Canales, que el pasado mi¨¦rcoles subi¨® al escenario del Teatro Fern¨¢n G¨®mez de Madrid junto al cantaor Antonio Campos y al guitarrista Dani de Mor¨®n, est¨¢ de gira con Una moneda de dos caras, una descarnada autobiograf¨ªa en la que desmenuza su vida a trav¨¦s de los textos de Le¨®n y Quiroga sin guardarse nada, ni siquiera los episodios m¨¢s escabrosos. Despu¨¦s de desnudarse otra vez ante el p¨²blico, el domingo 14 en Madrid, el lunes viajar¨¢ a M¨¦xico para montar su pr¨®ximo espect¨¢culo, Recuerdos.
Pregunta. ?De verdad que no ha tenido que exagerar para contar su vida a trav¨¦s de los textos de Le¨®n y Quiroga?
Respuesta. Yo cuento las tragedias con un toque de humor, pero tambi¨¦n con dramatismo. Las letras de Le¨®n y Quiroga no han pasado de moda. El maltrato y los celos existen. Hago tres mon¨®logos. En el primero, vestido de comuni¨®n, me paseo por mis recuerdos del colegio de los Salesianos en Triana y los primeros zapateaos en casa. Despu¨¦s, de torero, cuento mis primeros pasos como artista y, al final, me pongo el sombrero cordob¨¦s y aparece Canales, mi otro yo con el que he tenido que convivir. Un canalla que me martirizaba.
P. ?Y c¨®mo se ha librado del canalla?
R. Me ha ayudado mucho mi hijo Antonio que se encarga de mi oficina desde hace tres a?os. Hemos hecho un t¨¢ndem muy bueno. A mis 53 a?os me he convertido en un joven veterano, es como una segunda juventud.
P. Y cuando hay diferencia de opiniones qui¨¦n manda, ?el hijo o el padre?
R. A veces me rega?a ¨¦l a m¨ª, pero casi siempre me deja elegir. Y es que en 2013 hicimos un centenar de actuaciones, el a?o pasado, 87 y este a?o vamos ya por las 42. ?Como en los viejos tiempos! ?l me est¨¢ ubicando donde yo, como maestro, tengo que estar, pero a veces tengo que pararle los pies y decirle: ¡®El papa tambi¨¦n necesita descansar¡¯.
P. A veces su nombre ha sonado m¨¢s por esc¨¢ndalos, como cuando en verano de 2011 un paparazi public¨® fotograf¨ªas en las que aparec¨ªa usted haci¨¦ndole una felaci¨®n a su pareja en la playa. ?Ha perjudicado eso su carrera?
R. Personalmente s¨ª. Tuve que reunir a mi familia y dar explicaciones. Ser bisexual no es nada malo, pero la gente cree que somos unos viciosos. La bisexualidad es mucho m¨¢s potente que la homosexualidad o la heterosexualidad porque es m¨¢s com¨²n, pero la gente no quiere mirarse al espejo y verlo. Malen, mi mujer, lo sab¨ªa cuando se cas¨® conmigo. Pens¨¦ un suicidarme y he tardado casi cuatro a?os en remontar, pero ahora estoy en mi segunda juventud.
Ser bisexual no es nada malo, pero la gente cree que somos unos viciosos".
P. Usted se convirti¨® en una estrella en el Ballet Nacional, que tiene seis coreograf¨ªas suyas en su repertorio. En 2011 present¨® un proyecto para dirigir la compa?¨ªa, ?por qu¨¦ cree que el ministerio no lo eligi¨®?
R. Quiz¨¢s porque no soy pol¨ªticamente correcto. La verdad es que todo el mundo quiere que me nombren porque yo conozco bien la casa y tengo una edad en la que todav¨ªa me apetece enfrentarme a los retos. Puede que m¨¢s tarde ya no sea as¨ª.
P. ?Qu¨¦ ha ganado el flamenco con su declaraci¨®n como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad?
R. Eso no se ha traducido en nada. No hay una oficina central en Espa?a, ni sirve para nada concreto. El flamenco ya est¨¢ considerado, desde hace mucho tiempo, un arte universal. La declaraci¨®n no es m¨¢s que un lacito, como todos los que nos ponemos y no sabemos ni de qu¨¦ color son.
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