Elogio del ¡®seny¡¯ vasco

El Pa¨ªs Vasco, hasta hace pocos a?os la comunidad m¨¢s conflictiva, atraviesa un admirable periodo de estabilidad que tambi¨¦n ha ayudado a la del conjunto de Espa?a en un periodo muy delicado. Tras los a?os de plomo del terrorismo etarra y la irrupci¨®n soberanista de Juan Jos¨¦ Ibarretxe, la gesti¨®n pragm¨¢tica de ??igo Urkullu se ha visto recompensada en las urnas por los resultados positivos de las candidaturas del PNV.

Nada tiene que ver la administraci¨®n prudente del derecho a decidir, tal como Urkullu la ha llevado, con la p¨¦sima y poco inteligente gesti¨®n de Artur Mas en Catalu?a, que ha sometido a tensiones insoportables tanto a su poblaci¨®n como a los dem¨¢s espa?oles. Qui¨¦n iba a decir que el otrora alabado seny, esa palabra catalana que evoca sensatez y ponderaci¨®n, iba a abandonar a la clase pol¨ªtica de su territorio natural para residenciarse en la del Pa¨ªs Vasco.

De particular inter¨¦s son las propuestas del lehendakari para conseguir el final definitivo de ETA, llenas de sentido com¨²n. Urkullu sostiene que la banda terrorista tiene que desarmarse y disolverse de una vez; que empujar en esa direcci¨®n ayudar¨ªa a la izquierda abertzale a romper amarras con el pasado; y que el Gobierno estatal deber¨ªa llevar a cabo un plan conjunto con el vasco para una pol¨ªtica penitenciaria m¨¢s activa de reinserci¨®n de los etarras, incluido el fin de la dispersi¨®n de presos.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no ha podido o no ha querido dar pasos en la direcci¨®n apuntada por el lehendakari, sea por temor a la reacci¨®n contraria de los sectores m¨¢s a la derecha de su partido ¡ªsiempre prestos a denunciar traiciones¡ª o para ahorrarse las protestas que preve¨ªa por parte de las asociaciones de v¨ªctimas del terrorismo. Una vez m¨¢s, Urkullu ha sabido tomar la iniciativa, tambi¨¦n en ese terreno. De ah¨ª su solicitud de perd¨®n a las v¨ªctimas por el trato recibido de anteriores Gobiernos vascos, su aseveraci¨®n de que ETA ¡°no deber¨ªa haber existido nunca¡± y la insistencia en que la banda entregue las armas y se disuelva. Las asociaciones de v¨ªctimas, otras veces muy desconfiadas de todo lo que viniera de Ajuria Enea, han sabido valorar la actitud del lehendakari. No solo por lo que dijo, sino porque antes de decirlo escuch¨® lo que ten¨ªan que decirle a ¨¦l.

Rajoy ha desaprovechado una oportunidad de oro para tener de aliado a un nacionalista. El Partido Socialista se encuentra ahora en mejores condiciones para entenderse con el PNV, como se ha comprobado con ocasi¨®n de los pactos pol¨ªticos llevados a cabo en Euskadi tras las elecciones municipales del 24 de mayo. Confiamos en que los socialistas no desaprovechen tambi¨¦n a partir de ahora su oportunidad. No hay duda de que contar con el nacionalismo democr¨¢tico ayuda a la estabilidad de Espa?a, y por tanto el Gobierno que emane de las pr¨®ximas elecciones generales deber¨ªa dar satisfacci¨®n al lehendakari en lo que ha pedido.