Las minor¨ªas sexuales ganan terreno en nuevos espacios sociales
Lesbianas, gays y transexuales buscan visibilidad en la Iglesia, el Ej¨¦rcito y el deporte
Emilio Men¨¦ndez y Carlos Batur¨ªn celebran este mes su d¨¦cimo aniversario de bodas. Fueron los primeros homosexuales en darse el "s¨ª quiero" en Espa?a, algo que ahora podr¨¢n hacer tambi¨¦n todos los estadounidenses. Con el derecho de matrimonio y de adopci¨®n conseguidos, el colectivo LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales) intenta ahora hacerse visible en terrenos tradicionalmente cerrados a esa diversidad. "En esta ¨²ltima d¨¦cada, la sociedad, a escala institucional, ha ido aceptando una realidad m¨¢s plural y diversa", valora Rub¨¦n L¨®pez, portavoz de la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB).
La Iglesia Cat¨®lica es uno de los espacios de mayor silencio para el colectivo, aunque el Papa asombr¨® a propios y extra?os cuando hace dos a?os afirm¨® que no era qui¨¦n para juzgar a los gais. L¨®pez considera que hay ¡°una peque?a apertura de puertas¡± en el clero, pero que esta es insuficiente. Aunque hay curas a favor de reivindicaciones hist¨®ricas, como el matrimonio, pocos lo expresan por miedo a las consecuencias.
Un ejemplo reciente es la oraci¨®n que el padre ?ngel Garc¨ªa celebr¨® el 17 de junio por el reci¨¦n fallecido Pedro Zerolo, concejal socialista de Madrid e impulsor pionero de la causa LGTB. El arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, protest¨® al considerarlo un acto pol¨ªtico. Garc¨ªa opina que ¡°todos deber¨ªan tener los mismos derechos¡±. Pero matiza: ¡°Otra cosa es que se les llame matrimonio¡±.
Menos ambiguo se muestra Javier Baeza, cura cat¨®lico de la parroquia madrile?a de San Carlos Borromeo. Est¨¢ a favor del matrimonio y de la adopci¨®n. "El Evangelio nos invita a amarnos y no hay ning¨²n elemento en ¨¦l que haga cuestionarnos si ese amor debe ser homosexual o heterosexual", justifica. Tampoco entiende que el Vaticano no permita estas uniones -"La Iglesia tiene que abrir la puerta a las parejas del mismo sexo"- ni que proh¨ªba a los homosexuales ordenarse -"No hay diferencia en el ejercicio del ministerio"-. A Baeza le da "pena" que el colectivo LGTB se aparte de la Iglesia, pero entiende que la abandonen "si la instituci¨®n los trata como desviados".
La Guardia Civil tambi¨¦n ha sido un sector tradicionalmente cerrado. "No voy a negar que es conservadora", admite Luis Alfonso, agente homosexual de este cuerpo. Alfonso no solo no oculta su condici¨®n, sino que representar¨¢ a Madrid en el certamen de Mister Gay Pride Espa?a 2015 el 3 de julio, durante las tradicionales fiestas del Orgullo. Desde su puesto, Alfonso observa que "poco a poco se van rompiendo barreras" y a ¨¦l mismo le sorprende "c¨®mo est¨¢ evolucionando la mentalidad" en el instituto armado.
Algo m¨¢s tard¨® en sentirse integrada Mar¨ªa Pach¨®n, una mujer transexual que se alist¨® en el Ej¨¦rcito del Aire en 2006.?Rub¨¦n L¨®pez opina que el colectivo trans es el m¨¢s vulnerable de entre las minor¨ªas sexuales: "Tiene una tasa de marginaci¨®n laboral enorme", esgrime. Pach¨®n corrobora su versi¨®n: "Al principio, las que peor me trataron fueron las mujeres", lamenta, "y eso que yo entr¨¦ completamente reasignada".
Recuerda que, los primeros meses, ninguna quer¨ªa compartir cuarto con ella. "Estuve un a?o y pico con una habitaci¨®n para m¨ª solita, despu¨¦s ven¨ªa una, pero luego se iba¡, pensaban que era una extraterrestre", relata. La situaci¨®n cambi¨® cuando una colega que s¨ª quiso vivir con ella tuvo que irse. "Les dijo a las dem¨¢s: 'Vete con Mar¨ªa, que vas a estar muy a gusto", comenta. A partir de ese momento, esta onubense de 33 a?os fue una m¨¢s.
Al principio, mis compa?eras no quer¨ªan compartir habitaci¨®n conmigo, pensaban que era una extraterrestre Mar¨ªa Pach¨®n, mujer transexual en el Ej¨¦rcito del Aire
Del paso al frente de Mar¨ªa Pach¨®n se beneficiar¨¢ Eli, una peque?a de 11 a?os de Fuenlabrada que, aunque naci¨® con cuerpo de ni?o, siempre supo que ella era ella. "Desde que empez¨® a verbalizar", cuenta su madre, Violeta Herrero, "me preguntaba: '?Estoy guapa, mam¨¢?' o '?Cu¨¢ndo me va a salir el pecho?". Si le compraban ropa, la quer¨ªa de ni?a; si ve¨ªa una pel¨ªcula, que fuera de Barbie; si dibujaba a su familia, se representaba a s¨ª misma como una ni?a.
Herrero explica que, cuando empezaron a tratar con profesionales, cuando Eli ten¨ªa cuatro a?os, no hab¨ªa ning¨²n protocolo para menores. En el Hospital Ram¨®n y Cajal fue su padre, Miguel ?ngel Ruiz, quien pidi¨® cita como si ¨¦l fuera transexual, ante la negativa de que atendieran a su hija. Un m¨¦dico de ese centro accedi¨® a ver a Eli y ah¨ª empez¨® su transici¨®n.
Lo que m¨¢s le cost¨® a la familia fueron los choques con las instituciones, que no estaban preparadas. "Muchas veces est¨¢bamos las familias formando a los profesionales", rememora Herrero. Hoy, celebra que los m¨¦dicos est¨¢n mejor preparados y que hay asociaciones a las que acudir.
Desde que empez¨® a verbalizar, mi hija me preguntaba: ¡®?Estoy guapa?¡¯ o ¡®?Cu¨¢ndo me va a salir el pecho?¡¯ Violeta Herrero, madre de una ni?a transexual de 11 a?os
Otro ¡°muro de homofobia y silencio que empieza a agrietarse¡±, seg¨²n el portavoz de la FELGTB, ¡°es el deporte, donde sigue habiendo tab¨²es¡±. Este cambio es fruto de personas como Francis Rivas, un gaditano de 22 a?os amante del C¨¢diz que el a?o pasado decidi¨® iniciar Las Nenas Cadistas, un colectivo formado por homosexuales y heterosexuales para luchar contra la homofobia en el f¨²tbol y que hoy est¨¢ constituido como pe?a. Con su bandera del arco¨ªris, anima a su equipo en los partidos.
No hubo problemas hasta que un domingo un guardia jurado del estadio Ram¨®n de Carranza le dijo que no pod¨ªa entrar con esa bandera. ?El motivo? "Ser lo que eres", cuenta Rivas. La soluci¨®n fue sencilla (entrar por otra puerta), pero la experiencia fue "humillante". "Me sent¨ª como un delincuente", explica el forofo. Cont¨® lo ocurrido al club y este despidi¨® al guardia jurado. Hoy, Las Nenas Cadistas siguen reivindicando "la existencia de homosexuales futboleros".
El camino recorrido
Tras un intenso debate social, el 30 de junio de 2005 se aprob¨® en Espa?a la ley que permite a los homosexuales casarse y adoptar. Un 66% de la poblaci¨®n estaba entonces a favor del matrimonio y un 56% respaldaba la adopci¨®n. En septiembre del mismo a?o, el Partido Popular recurri¨® la ley ante el Tribunal Constitucional, que desestim¨® el recurso en noviembre de 2012.
En marzo de 2007 se aprob¨®, adem¨¢s, una ley que permite a las personas transexuales cambiar su nombre y la definici¨®n legal de su sexo sin necesidad de una sentencia judicial ni una operaci¨®n quir¨²rgica previa. Eso s¨ª, siempre y cuando tuvieran el diagn¨®stico de disforia de g¨¦nero y llevaran al menos dos a?os de tratamiento hormonal. La norma, adem¨¢s, establece que las esposas de mujeres que hubieran tenido un hijo mediante fecundaci¨®n 'in vitro' sean madres del beb¨¦ sin necesidad de adopci¨®n.
Andaluc¨ªa dio un paso m¨¢s en junio de 2014 al aprobar una ley que reconoce el derecho de la libre autodeterminaci¨®n del g¨¦nero sin necesidad de diagn¨®stico. Es, hasta la fecha, la ¨²nica comunidad espa?ola donde la transexualidad no est¨¢ considerada una enfermedad.
Otras autonom¨ªas han legislado esta d¨¦cada contra la discriminaci¨®n hacia el colectivo LGTB. La primera en hacerlo fue Galicia, en abril de 2014; la segunda fue Catalu?a, en octubre del mismo a?o, y la tercera fue Extremadura, el pasado marzo.
En el ¨¢mbito social, una encuesta de 2014 de la consultora Bendixen & Amandi mostr¨® que el 64% de los cat¨®licos espa?oles est¨¢ a favor del matrimonio homosexual, cifra que asciende al 83% en la poblaci¨®n de entre 18 y 34 a?os.
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