En Glastonbury el espect¨¢culo est¨¢ entre el p¨²blico

M¨¢s de 100.000 puristas del pop-rock firmaron el pasado invierno una carta solicitando que el rapero Kanye West no fuera cabeza de cartel del festival de Glastonbury, que arranc¨® el mi¨¦rcoles y se prolongar¨¢ hasta el domingo en una granja al sur del Reino Unido donde desde hace d¨¦cadas se re¨²ne anualmente lo mejor de la m¨²sica brit¨¢nica e internacional. La campa?a, agitada en Internet, sirvi¨® de poco. El neoyorquino y su s¨¦quito, es decir su medi¨¢tica esposa Kim Kardashian y con ella docenas de paparazi, har¨¢n acto de presencia el s¨¢bado, cuando West tome el escenario principal.

Kardashian, embarazada de su segundo hijo, aterrizar¨¢ en helic¨®ptero en un ¨¢rea reservada para los VIP y all¨ª se encontrar¨¢ con sus hermanas Kylie y Kendall. Entre los amigos que ha invitado a ver el concierto de su marido tambi¨¦n est¨¢ Lewis Hamilton, el piloto de F¨®rmula 1 con el que su hermana Kendall parece estar coqueteando, aunque oficialmente nadie ha confirmado la relaci¨®n. Tambi¨¦n es conocida la amistad de la peque?a de las Kardashian con Cara Delevingne as¨ª que tambi¨¦n se apuesta por su presencia. Y como es de rigor , la modelo Kate Moss, que nunca falta a la cita, podr¨ªa dejarse ver en cualquier momento.

Aunque los conciertos no comienzan hasta este viernes desde el mi¨¦rcoles por la noche se calientan motores con eventos varios como la proyecci¨®n del documental Amy, que tuvo su primer estreno en Reino Unido el jueves. La cinta sobre la fallecida cantante Amy Winehouse fue muy bien recibida ante una audiencia que en muchos casos la vio tocar en directo en ese mismo festival en 2007 y 2008.

Hace a?os Glastonbury s¨®lo daba que hablar por los m¨²sicos que copaban sus escenarios, por sus buenos (o malos) conciertos, o por sus excesos entre bambalinas. Pero la segunda d¨¦cada del siglo XXI se caracteriza por la obsesi¨®n por los famosos as¨ª que no hay evento que se precie que no ponga un famoso en su agenda. Y sin son muchos mejor. En el caso de Glastonbury, parece que los m¨²sicos ya no son suficientes as¨ª que este a?o se riza el rizo de la oferta convirtiendo en deseada celebridad al mism¨ªsimo Dalai Lama, que acudir¨¢ como estrella invitada el domingo y no precisamente a cantar sino a ¡°promover el mensaje de compasi¨®n, no violencia y humanidad¡± seg¨²n ha explicado su jefe de prensa. Adem¨¢s, tambi¨¦n pasar¨¢ por sus escenarios un hombre justamente c¨¦lebre, el profesor Stephen Hawking y las Pussy Riot, que dar¨¢n una charla sobre vivir en la Rusia de Vladimir Putin. La m¨²sica, parece, es lo de menos ya que en la prensa brit¨¢nica apenas se menciona a The Who o Florence and The Machine, los otros cabeza de cartel junto a West y s¨ª qu¨¦ vestir en Glastonbury seg¨²n consejos de celebridades varias y se hacen apuestas sobre qui¨¦n ir¨¢ y qui¨¦n no.

Ali?ar los eventos culturales con la presencia de famosos a los que a menudo se paga (aunque no lo digan) por acudir a ellos se ha extendido a todas las ¨¢reas de la cultura. El festival de Sundance, que comenz¨® siendo un evento peque?o dedicado al cine independiente se ha acabado convirtiendo con los a?os en la primera cita anual de los famosos tras la pausa navide?a y todo el que quiere dejarse ver, al margen de que se dedique al cine, a la moda o simplemente a vivir del aire como algunas celebridades, intenta acudir, que le inviten o salir en la foto.

En el mundo del arte ocurre lo mismo. Hace pocas semanas la inauguraci¨®n en Mosc¨² del Garage Museum of Contemporary Art de Dasha Zhukova, la esposa del multimillonario Roman Abramovich se convirti¨® en espect¨¢culo con el desfile de celebridades. All¨ª fueron Stella McCartney, Miuccia Prada y hasta el al¨¦rgico a las c¨¢maras Woody Allen, aunque en su defensa (nunca le han interesado los flashes) se rumorea que podr¨ªa estar negociando hacer una pel¨ªcula en Mosc¨².

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