La figura de la madre de d¨ªa se consolida entre las familias j¨®venes
Pedagogas tituladas cuidan en su casa de un m¨¢ximo de cuatro ni?os de hasta tres a?os
La pedagoga y educadora In¨¦s G¨¢mez, de 57 a?os, registr¨® en 2008 la Asociaci¨®n Madre de D¨ªa?en el Ministerio de Educaci¨®n. Hab¨ªa trabajado tres a?os en Alemania cuidando en su propia casa a un m¨¢ximo de cuatro ni?os de hasta tres a?os. ?sa es la principal caracter¨ªstica del servicio de las madres de d¨ªa: encargarse de un n¨²mero reducido de peque?os para ofrecerles una atenci¨®n m¨¢s personalizada. "En esta etapa de la vida, es m¨¢s productivo para los peques?tener un hogar que estar en una guarder¨ªa masificada", opina G¨¢mez. La tendencia de utilizar esta opci¨®n en detrimento de las guarder¨ªas tradicionales ha experimentado un aumento en los ¨²ltimos a?os, especialmente entre las nuevas familias.
En Espa?a existen casi 90 hogares que ofrecen esta alternativa educacional, 60 de ellos en la capital. La asociaci¨®n de G¨¢mez ha reunido a 38 en los ¨²ltimos a?os. Ella volvi¨® con el modelo listo para implantarlo en Espa?a e Inici¨® conversaciones con la Consejer¨ªa de Familia interrumpidas por los cambios pol¨ªticos. "Hasta hace un mes, cuando las hemos retomado con Asuntos Sociales", explica con una sonrisa. Hoy, la figura de la madre de d¨ªa solo cuenta con cobertura legal en Navarra, pero en Madrid est¨¢ m¨¢s cerca de tenerla.
Diana Perazzini, de 33 a?os, lleva un a?o cuidando a Nina y a Lucas en su luminoso piso de Lavapi¨¦s. Cada ma?ana, Diana los lleva al parque donde los peque?os, de menos de dos a?os, ven a sus amigos. De vuelta a casa, mientras ella prepara la comida, Nina y Lucas juegan con sencillos bloques de corcho. Perazzini se muestra orgullosa de ellos una vez en la mesa: "Me gusta que prueben lo que les hago, aunque luego no les guste", dice mientras los ni?os se ayudan de sus deditos para cargar el tenedor. Cuando terminan, Diana les lee un cuento en voz apenas audible para prepararles para la siesta.
La t¨®nica general es tener a los ni?os de nueve de la ma?ana a cuatro de la tarde. "En esas horas, las mam¨¢s est¨¢n obligadas a sacar a diario a los peques?a un jard¨ªn o al parque", explica G¨¢mez, que destaca otras medidas de la asociaci¨®n para autorregularse: tener un alquiler o una casa en propiedad; contar con un per¨ªodo de adaptaci¨®n de dos semanas para que los padres observen a la madre de d¨ªa; "Y fundamental, que las madres de d¨ªa cuenten con un seguro de responsabilidad civil y que hagan un curso de primeros auxilios", remata G¨¢mez.
Las eternas dudas
?Una madre de d¨ªa es competencia desleal? Las cuotas est¨¢n entre los 400 y los 500 euros por ni?o al mes, casi como una guarder¨ªa privada convencional. "T¨¦cnincamente, no se le puede llamar competencia desleal", afirma el abogado Francisco Javier Fern¨¢ndez. "No existe ninguna ley que proh¨ªba o permita ofrecer el servicio de las madres de d¨ªa a nivel auton¨®mico ni estatal, salvo en Navarra".
?C¨®mo se controla la aparici¨®n de madres de d¨ªa en Espa?a? Seg¨²n In¨¦s G¨¢mez, "m¨¢s de una vez, una madre de d¨ªa ha recibido la visita del Ayuntamiento en su casa". La pedagoga matiza que "somos las propias educadoras las que estamos pidiendo esta legalizaci¨®n".
?Qu¨¦ sucede cuando las madres de d¨ªa enferman? "Al ser un sistema tan peque?ito, los padres, los ni?os y las madres de d¨ªa se conocen entre ellos", dice G¨¢mez. "As¨ª que si, por ejemplo, me tengo que operar, podr¨ªa dejar a los ni?os con una madre de d¨ªa que ellos conozcan".
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