Un triunfo de la raz¨®n

La sociedad norteamericana ha dado un salto de gigante en la protecci¨®n de los derechos civiles. Por cinco votos contra cuatro, el Tribunal Supremo de EE?UU ha declarado inconstitucionales las leyes que proh¨ªben el matrimonio homosexual en varios Estados. A partir de ahora, las parejas homosexuales tendr¨¢n derecho a casarse en todo el territorio; las bodas ya celebradas tendr¨¢n plena validez a todos los efectos.

La sentencia, de tanta trascendencia hist¨®rica como la que en 1954 declar¨® ilegal la segregaci¨®n racial, pone fin a d¨¦cadas de litigios y de activismo del movimiento gay, que tiene razones para mostrarse exultante: hace apenas 10 a?os solo un Estado reconoc¨ªa el matrimonio entre personas del mismo sexo, que hoy goza del apoyo mayoritario de la opini¨®n p¨²blica. Sucesivas sentencias del alto tribunal han allanado el camino para que fuera extendi¨¦ndose hasta ser reconocido en 36 de los 50 Estados. El punto de inflexi¨®n se produjo en 1996, con la sentencia que declaraba inconstitucional la Ley de Defensa del Matrimonio, seg¨²n la cual solo pod¨ªan acogerse a este v¨ªnculo legal las parejas constituidas por un hombre y una mujer. Ahora, el Supremo declara que las del mismo sexo tienen derecho a casarse bajo la protecci¨®n de la 14 Enmienda de la Constituci¨®n, que garantiza la igualdad de todos ante la ley. Con ello zanja definitivamente la cuesti¨®n.

Tambi¨¦n el presidente Obama, que se ha involucrado personalmente en esta lucha, tiene razones para mostrarse satisfecho, y por doble motivo: la sentencia llega apenas un d¨ªa despu¨¦s de que el alto tribunal avalara la reforma sanitaria, que se convierte as¨ª en su principal legado social. Por seis votos a tres, el Supremo declar¨® confomes a derecho los subsidios que conforman la columna vertebral de la ley y que permiten tener cobertura sanitaria a millones de norteamericanos que carec¨ªan de ella.