Pescado para todos en Mauritania
Espa?a colabora en la lucha contra la malnutrici¨®n que padece la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable
Pudiera parecer que la clave fuera recurrir a un recurso natural que abunda en las aguas de Mauritania, pero en realidad lo determinante es el liderazgo de las autoridades y la demanda de las poblaciones.
Siendo uno de los pa¨ªses m¨¢s pobres del Sahel, el 42% de sus 3,5 millones de habitantes vive por debajo del umbral de pobreza; en el medio rural, se eleva hasta el 59%. Mayoritariamente des¨¦rtico, padece un d¨¦ficit alimentario cr¨®nico. Las importaciones cubren del 60 al 70% de las necesidades alimenticias, y las poblaciones rurales m¨¢s pobres est¨¢n muy expuestas a las fluctuaciones de los precios internacionales. El nivel de inseguridad alimentaria cr¨®nica en 2014 fue del 23,8%, superior a la media de 17% de los ¨²ltimos a?os. La tasa de malnutrici¨®n cr¨®nica est¨¢ en torno al 22%, lo que supone m¨¢s de 770.000 personas.
De ah¨ª la pertinencia del proyecto de mejora del acceso al consumo de pescado de la poblaci¨®n mauritana. Comenz¨® en 2012, con una duraci¨®n prevista de cuatro a?os y financiaci¨®n de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID) de casi cinco millones de euros. Comprender¨¢ las 13 regiones del pa¨ªs, y ya alcanza ocho de ellas.
Seg¨²n los acuerdos de pesca entre Mauritania y la UE, la flota europea debe donar el 2% de las capturas de pescado pel¨¢gico para colaborar con el abastecimiento de la poblaci¨®n que vive en riesgo de inseguridad alimentaria. Es este el producto (principalmente chicharro congelado) cuya distribuci¨®n y venta facilita el proyecto, aunque tambi¨¦n se nutre de capturas efectuadas por distintas flotas. Actualmente, s¨®lo el 48% del pescado procede de la aplicaci¨®n del acuerdo de pesca con la UE.
La l¨®gica de la intervenci¨®n consiste en, por un lado, apoyar al Ministerio de Pesca en la creaci¨®n de una sociedad de gesti¨®n (financiando su constituci¨®n y organizaci¨®n) y, por otro, implementar un sistema de distribuci¨®n log¨ªstica (construcci¨®n de almacenes, equipamiento, pescader¨ªas, unidades de transporte...). El proyecto prev¨¦ suministrar unas 18.000 toneladas anuales de pescado para llegar a unos 750.000 mauritanos; muchos de ellos, ni?os en riesgo de malnutrici¨®n.
En abril de 2014 se entregaron cinco camiones frigor¨ªficos, lo que supuso un hito decisivo. Tambi¨¦n lo fue la inauguraci¨®n de la Sociedad Nacional de Distribuci¨®n de Pescado (SNDP), en de mayo de ese mismo a?o. La SNDP cuenta con 53 empleados permanentes ¡ªde los que un tercio son mujeres¡ª, un director general y una directora adjunta. Vinculados a la SNDP, a tiempo parcial, se encuentran los empleados en los puestos de venta de pescado: 369 (dos tercios, mujeres).
El nivel de inseguridad alimentaria cr¨®nica en 2014 fue del 23,8%
El 2 de febrero de 2015 se inaugur¨® la primera unidad de distribuci¨®n de pescado Kiffa en el centro del pa¨ªs: una c¨¢mara fr¨ªa con capacidad para 100 toneladas. Despu¨¦s, se inauguraron dos de 40 toneladas: una en Tidjikja; y otra en Nema, muy cercana a la frontera con Mali y pr¨®xima al campamento de refugiados malienses de M¡¯Bera. Adem¨¢s, existen 120 pescader¨ªas gestionadas por las comunas respectivas y que se nutren del pescado que llega a las c¨¢maras fr¨ªas, las cuales son tambi¨¦n puntos de venta.
Ya hay resultados. Seg¨²n los datos nacionales relativos a la seguridad alimentaria y la nutrici¨®n, la poblaci¨®n mauritana necesita 1.200 toneladas de pescado al mes. El proyecto ya proporciona el 49% de esa cantidad (llega al 60% en la capital, Nuakchott). El g¨¦nero se vende en los puestos cinco d¨ªas a la semana y, para evitar su acaparamiento, los compradores s¨®lo pueden adquirirlo en d¨ªas alternos y una cantidad limitada. Al estimar que cada unidad familiar cuenta al menos con cinco personas, se considera que el consumo de pescado, a trav¨¦s del proyecto, llega ya a 360.000 cada semana. Se prev¨¦ llegar, en 2016, a distribuir mensualmente 900 toneladas (actualmente, 600), lo cual permitir¨¢ acceder al 75% de quienes padecen inseguridad alimentaria.
El precio de venta a trav¨¦s de la SNDP es asequible para la mayor parte de la poblaci¨®n vulnerable, puesto que el pescado congelado se vende a 50 ouguiyas (MRO) el kilo (0,15 €). Una barra de pan cuesta 100 MRO.
Un kilogramo del pescado congelado cuesta igual que media barra de pan gracias a un proyecto de cooperaci¨®n espa?ola en el pa¨ªs
Para promover su consumo se realizan jornadas de distribuci¨®n gratuita, actividades de sensibilizaci¨®n y formaci¨®n en los puntos de venta, y cursos de preparaci¨®n del producto. Sorprende la facilidad de aceptaci¨®n del pescado, y el r¨¢pido incremento de la demanda, entre las poblaciones del interior. A ello contribuye que el pescado tradicionalmente conocido, y muy poco apreciado, era seco y de olor desagradable, mientras que la SNDP vende pescado congelado con garant¨ªas sanitarias.
M¨¢s all¨¢ de las previsiones del proyecto, la SNDP y las autoridades mauritanas tienen claro sus objetivos inmediatos: mejorar el control de los compradores, mediante carn¨¦s para los m¨¢s necesitados; aumentar la cantidad de pescado disponible, concediendo la propia SNDP nuevas licencias de pesca para mayor beneficio de la poblaci¨®n; rentabilizar el uso de los camiones frigor¨ªficos para que regresen a sus centros transportando alimentos producidos en las comunidades del interior; y comprobar la incidencia en los indicadores de nutrici¨®n.
Si arriba mencionamos algunas claves, una no menor es la profesionalidad y entrega de los cooperantes espa?oles. Francisco Sancho, coordinador del equipo en Mauritania, es un buen ejemplo de ello.
Alberto Virella Gomes es director de Cooperaci¨®n con ?frica y Asia de la Agencia Espa?ola de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (AECID).
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