?No hay cami¨®n amarillo?

Debido a las altas temperaturas nocturnas, me estoy despertando al o¨ªr el cami¨®n de la recogida de basuras de mi calle. Asomada a la ventana esperando el anhelado vientecillo que me refresque para seguir durmiendo, he visto ¡°mi cami¨®n de la basura¡±. Ojal¨¢ nunca lo hubiera hecho, porque desde entonces tengo un conflicto con mi envase de yogur. Recicladora desde siempre, dando ejemplo, invitando a todos a hacerlo, incluso a mis alumnos. Viv¨ªa feliz, cada envase era un gui?o al planeta, un granito de arena para que todos tengamos un agradable hogar en el que vivir. Y, de repente, veo que ¡°mi cami¨®n de la basura¡± engulle todos los contenedores que hay en mi calle, los org¨¢nicos y los amarillos. ?Mis queridos envases revueltos con los restos de fruta, de pescado¡­! Yo, que pliego primorosamente los tetra packs,arrugo latas para que no ocupen espacio¡­ ?qu¨¦ hago ahora que conozco la cruel realidad del destino de mi envase? ?Sigo poni¨¦ndolo en el amarillo o lo tiro al contenedor normal?

Han tirado mi fe ecol¨®gica a la basura. Mi planeta, nuestro planeta, no puede verse afectado por los recortes. ?No hay cami¨®n amarillo?¡ª Paloma Garrido Corralejo.