Manierismos

A lo mejor hace demasiado calor y estas temperaturas africanas ralentizan mi pensamiento y deforman mi percepci¨®n de la realidad, pero, en los ¨²ltimos d¨ªas, todas las presuntas novedades de la pol¨ªtica espa?ola me parecen tan rancias como una loncha de jam¨®n fuera de la nevera. El cambio que todos predican para intentar apropi¨¢rselo por igual tiene menos que ver con la aut¨¦ntica vanguardia que con el manierismo, ese estilo art¨ªstico que rechaza las reglas cl¨¢sicas y opta por la utilizaci¨®n libre de las formas sin atreverse a romper con la tradici¨®n. El PP encierra su gaviota en un c¨ªrculo y pretende que aceptemos un simple logotipo como s¨ªmbolo incontestable de una nueva etapa. Despu¨¦s de haber convertido la democracia participativa en su principio fundacional, Podemos se da cuenta de que las primarias no son la mejor escalera para asaltar los cielos e Iglesias rescata a Taleg¨®n para invitarla a unirse a su partido. El soberanismo catal¨¢n en general, y Mas en particular, se mueven en un perpetuo s¨ª pero no, acepto lista unitaria pero no sin pol¨ªticos, acepto lista sin pol¨ªticos pero no sin m¨ª, acepto no ser cabeza de lista pero igual desconvoco las elecciones. Nace una izquierda ¡ª?nueva?¡ª que estrena nombre, pero se parece mucho a un novio a quien no le han aceptado las flores y decide probar con los bombones. Por lo dem¨¢s, ?d¨®nde est¨¢ el terremoto que iba a sacudirnos? ?D¨®nde la nueva ¨¦poca, las nuevas ideas, las nuevas personas? Quiz¨¢s, hace demasiado calor. Quiz¨¢s, la deficiencia es m¨ªa, porque no me he dejado convencer suficientemente por la cultura del espect¨¢culo y desconf¨ªo de los logotipos, de los lemas, de las fotos de familia y las alfombras rojas, pero, a menudo, lo viejo me parece m¨¢s moderno que lo nuevo.