El federalismo de Podemos

Podemos es hoy un partido que se ha integrado con ¨¦xito, en algunos casos colaborando o feder¨¢ndose con otras fuerzas, en instancias tan distintas como el Parlamento Europeo, las comunidades aut¨®nomas y los Ayuntamientos, y aspira a gobernar en el conjunto de Espa?a. Es un partido que canta en catal¨¢n L¡¯Estaca, de Lluis Llach, en sus actos en Madrid y que saluda en castellano la victoria de Ada Colau en Barcelona. La evoluci¨®n de Podemos prefigura una Espa?a que se reconoce diversa, solidaria y multiling¨¹e y que participa activamente en la construcci¨®n de una Europa m¨¢s unida, solidaria y democr¨¢tica. Su divisa es la regeneraci¨®n democr¨¢tica con la que pretende reconstruir la democracia desde la ciudadan¨ªa, recogiendo la bandera del 15-M. Es un partido que apoya a las nuevas alcaldesas de las dos grandes capitales de Espa?a, que manifiestan voluntad de concordia y hermandad, y que ha hecho posibles nuevos gobiernos entre otras comunidades en Arag¨®n, Comunidad Valenciana e Islas Baleares que buscan pasar p¨¢gina a las pol¨ªticas conservadoras de sus predecesores.

Los principios del federalismo moderno implican la soberan¨ªa compartida, donde cada nivel de gobierno rinde cuentas directamente ante la ciudadan¨ªa, lo que es una de las principales reivindicaciones de Podemos.

Desde su nacimiento, este partido ha contribuido a la democracia en todos los territorios y ha llegado al Parlamento Europeo con la aspiraci¨®n de trabajar en red tambi¨¦n a este nivel, integr¨¢ndose en el grupo de la Izquierda Unitaria Europea, que lucha por conseguir una Europa m¨¢s democr¨¢tica y m¨¢s justa, no s¨®lo dentro de sus fronteras sino mucho m¨¢s all¨¢. Su ¨¦xito se debe en parte a las ventajas de los aspectos federales que ya impl¨ªcitamente contiene nuestro ordenamiento: gracias a la democracia en todos los territorios, las voces del 15-M han llegado a las instituciones.

En el mundo de hoy, en que existen problemas que superan al Estado-naci¨®n, ning¨²n nivel de gobierno puede tener el monopolio de la soberan¨ªa. Y es que la soberan¨ªa nacional puede ir en muchos casos en detrimento de la soberan¨ªa popular cuando existen cuestiones que no pueden gestionarse a escala nacional, sino que exigen cooperaci¨®n y gesti¨®n compartida. Sin ellas, las grandes decisiones quedan en manos de oligarqu¨ªas lejanas que escapan del control democr¨¢tico.

El federalismo tiene profundas ra¨ªces en Espa?a que conectan con varias fuentes, todas vinculadas con lo mejor de nuestra tradici¨®n ilustrada y progresista. Basta recordar el cartel republicano durante la Guerra Civil, ¡°Ajut permanent a Madrid¡±, que expresaba la solidaridad del pueblo catal¨¢n con el de Madrid asediado por los rebeldes.

En el mundo de hoy ning¨²n nivel de gobierno puede tener el monopolio de la soberan¨ªa

Ning¨²n partido importante en el mundo se limita a decir ante las grandes cuestiones que su l¨ªnea pol¨ªtica es solamente dejar que decidan directamente los ciudadanos. En materias trascendentales proponen proyectos econ¨®micos o pol¨ªticos para que la ciudadan¨ªa decida. Podemos ya lo ha hecho en cuestiones econ¨®micas y de regeneraci¨®n democr¨¢tica y el modelo federal no debe ser una excepci¨®n.

En el mundo de hoy, globalizado e interconectado, las grandes reformas econ¨®micas y la profundizaci¨®n democr¨¢tica no pueden prescindir de un proyecto de organizaci¨®n de la arquitectura institucional. El economista franc¨¦s Thomas Piketty plantea en su libro dedicado a c¨®mo combatir las crecientes desigualdades y el fraude fiscal a nivel internacional que ¨¦stas se combaten con el federalismo democr¨¢tico, con pol¨ªticas e instituciones que superen el Estado-naci¨®n.

Los principales dirigentes de Podemos comparten estos valores y ahora deben avanzar en la concreci¨®n de su proyecto en la cuesti¨®n federal. Se abre la puerta a cambios importantes ¡ªen buena parte gracias a Podemos¡ª y estos cambios deben incluir reformas sostenibles y duraderas. En la direcci¨®n de una Espa?a federal, en el marco de una Europa m¨¢s integrada, justa y democr¨¢tica. En la direcci¨®n de una federaci¨®n que, respetando las identidades de los pueblos que lo integran, trabaje por una sociedad democr¨¢tica avanzada para todos, donde la libertad e igualdad sean, finalmente, reales y efectivas. Este gran objetivo necesita el esfuerzo com¨²n e integrador de todos los pueblos de Espa?a. Lo contrario, la ruptura de Espa?a, ser¨ªa, lo admitan o no, insolidaridad e injusticia.

Carlos Jim¨¦nez Villarejo y Francesc Trillas son miembros de la Junta de Federalistes d¡¯Esquerres.