El d¨ªa que Lady Di se convirti¨® en mutante
La editorial Marvel Comics quiso convertir a la princesa Diana en un ser que volv¨ªa del m¨¢s all¨¢ para unirse a un supergrupo. La casa real tom¨® cartas en al asunto
Pong¨¢monos en contexto: a principios de este siglo, la editorial Marvel Comics se puso patas arriba con el ascenso de Joe Quesada como editor jefe. El dibujante de ¨¦xito, convertido ahora en uno de los mandamases de la editorial, empez¨® a reclutar autores, muchos de ellos especializados en historias para adultos, que aportasen nuevos enfoques a los personajes de la casa. Durante esa ¨¦poca, descubrimos que el primer Capit¨¢n Am¨¦rica era afroamericano, que el pistolero Rawhide Kid era homosexual, o que la t¨ªa May -tutora legal de Peter Parker/Spiderman- tuvo una juventud marcada por un embarazo adolescente. Si en los a?os noventa el buque insignia de la editorial fueron las historias de mutantes, con X-Men a la cabeza, muchos de los t¨ªtulos que orbitaban alrededor de la serie madre se encontraban a principios de la pasada d¨¦cada en un estado de descomposici¨®n, como era el caso de X-Force, que en esta nueva etapa se encargar¨ªan de revitalizar Mike Allred y Peter Milligan.
Estos dos autores, que ven¨ªan de editoriales independientes donde realizaban c¨®mics para lectores maduros, cogieron X-Force y cambiaron por completo la din¨¢mica de la serie: en su versi¨®n, el grupo lo formar¨ªan mutantes, s¨ª, pero m¨¢s interesados por la fama, las fiestas y las exclusivas en los tabloides que por su actividad como supergrupo. El lavado de cara fue tal que la editorial lleg¨® incluso a rebautizar la serie, pas¨¢ndose as¨ª a llamar X-Statix. Cr¨ªtica y p¨²blico se rindieron ante la visi¨®n que aportaban Allred y Milligan a la colecci¨®n; parec¨ªa como si los autores se hubiesen convertido en sus propios personajes: pasaron del underground a publicar en una de las editoriales m¨¢s importantes, pod¨ªan crear material m¨¢s pol¨¦mico a cada n¨²mero nuevo que aparec¨ªa, y ten¨ªan el mundo del c¨®mic a sus pies. El tren parec¨ªa imparable, hasta que Allred, Milligan y la editorial que les cobijaba quisieron forzar la maquinaria en el siguiente arco argumental de su serie.
Hace ahora m¨¢s de diez a?os, Marvel prepar¨® unas im¨¢genes promocionales ilustradas por Allred y lanz¨® la bomba: en el n¨²mero 13 de X-Statix, el grupo contar¨ªa con la incorporaci¨®n de la fallecida Diana de Gales, que en una saga titulada Di another day (en referencia al t¨ªtulo en ingl¨¦s de la franquicia Bond Muere otro d¨ªa) volv¨ªa a la vida convertida en una mutante.
Lo que pod¨ªa haber quedado en una noticia que no traspasara las fronteras de la prensa especializada, se convirti¨® en un asunto de repercusi¨®n global cuando el Daily Mirror public¨® la noticia a toda p¨¢gina en su edici¨®n impresa. Los informativos de medio mundo estaban, para sorpresa de todos, hablando de c¨®mics en horarios de m¨¢xima audiencia, y lo hac¨ªan ech¨¢ndose las manos a la cabeza: la simple idea de que Lady Di -que recordemos muri¨® en un accidente de tr¨¢fico cuando hu¨ªa de unos fot¨®grafos junto a su pareja Dodi Fayed en 1997- fuera a ser representada en un tebeo como una superhero¨ªna mutante les pareci¨® el colmo de lo abyecto. Fue entonces cuando Avi Arad, uno de los directivos de Marvel Studios, mont¨® en c¨®lera; y no precisamente contra los medios de comunicaci¨®n.
Mientras Marvel decid¨ªa c¨®mo gestionar la pol¨¦mica, el Palacio de Buckingham interpuso una demanda contra la editorial. Consideraban que el trabajo que estaban preparando Milligan y Allred era ¡°totalmente espantoso y un burdo intento de ganar dinero con la vida de la princesa Di y su tr¨¢gica muerte¡±. La prensa, que tambi¨¦n se interes¨® por la opini¨®n de los autores, les dio cancha para defender su obra: ¡°Me caus¨® gracia leer una fuente del Palacio diciendo que la historia era espantosa. Conjetur¨¦ que todos odiaron y temieron a Diana, y dieron un suspiro de alivio colectivo a nivel institucional cuando muri¨®. Pero yo creo que Diana fue hecha para X-Statix: alguien famosa por ser famosa¡±, expresaba Peter Milligan en el brit¨¢nico The Guardian. A pesar de declaraciones como ¨¦sta y la demanda masiva de los fans en internet para que se mantuviese la historia tal y como se hab¨ªa concebido, Marvel public¨® un precipitado comunicado de prensa donde aseguraban que el material ser¨ªa redibujado para sustituir a Diana por Henrietta Hunter, una estrella del pop creada para la ocasi¨®n. ¡°Despu¨¦s de pensarlo bien, esto simplemente no es algo que quisi¨¦ramos hacer¡±, se disculpaba el editor Joe Quesada, cuyas palabras consiguieron calmar los ¨¢nimos. Semanas despu¨¦s, X-Statix llegaba a las librer¨ªas con la cara de Henrietta Hunter llev¨¢ndose todo el protagonismo de la portada n¨²mero 13 de la serie.
Tuviera o no que ver esta autocensura de la que hizo gala Marvel, Allred y Milligan anunciaron su intenci¨®n de abandonar la serie en el n¨²mero 26 de la misma. La editorial, con la salida de los autores de la cabecera, decidieron echar un candado sobre X-Statix, que a fecha de hoy a¨²n no se ha vuelto a abrir. Lo ¨²nico que qued¨®, lamentablemente, de Di Another Day, fueron unas deliciosas im¨¢genes creadas por Allred -especialmenete impresionante es la de Spider-Man colgando de su tela de ara?a con la imagen de la princesa en multipantalla- para anunciar el evento y estas palabras de Milligan que, le pese o no a Marvel, todos sus aficionados suscribieron: ¡°En el mundo de X-Men, los mutantes son temidos y odiados. En X-Statix, ellos cambiaron esto y se convirtieron en estrellas glamourosas, ricas y poderosas. Eso es, a mi parecer, muy similar a lo que Diana hizo dentro de la familia real brit¨¢nica¡±.
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