Las inc¨®gnitas de 'La conjura de los necios', desveladas

A estas alturas, est¨¢ m¨¢s que claro que La conjura de los necios puede ser calificada como obra maestra, adem¨¢s de por su brillantez, por su universalidad, cosa compleja trat¨¢ndose de una s¨¢tira de tales dimensiones, donde la risa es una constante desde sus primeras p¨¢ginas. Por ello, tambi¨¦n, tenemos claro que es una novela antican¨®nica pero que, sin embargo, por causas m¨¢s que suficientes, entr¨® a formar parte de un canon literario que, por definici¨®n, es siempre cerrado y academicista. La presencia de este relato can¨®nico, sumada a la configuraci¨®n misma de la novela y la borrosa imagen de un autor que, desesperado por publicar su obra, acaba suicid¨¢ndose, han influido de una u otra manera en la recepci¨®n de este cl¨¢sico de la literatura del siglo XX. A partir del profundo trabajo de investigaci¨®n llevado a cabo por Cory MacLauchlin en Una mariposa en la m¨¢quina de escribir. La vida tr¨¢gica de John Kennedy Toole y la extraordinaria historia de ¡°La conjura de los necios¡±, (Anagrama) intentamos deshacer los falsos mitos que se han creado en torno a la vida de Toole y la escritura de su obra. Por la reivindicaci¨®n de Ignatius, que no es Toole, y de Toole mismo, despojado de ese halo de misticismo que trae el desconocimiento. Por que los necios no se conjuren contra ellos.

?Fue el rechazo la causa directa del suicidio del autor? No, si partimos de la base de que el mensaje que el editor Robert Gottlieb mand¨® a Toole tras recibir su obra en Simon and Schuster no fue un no cerrado, y que Toole decidi¨® no mandar la obra a otra editorial, por lo que no fue directamente rechazado por ninguna. En palabras de Cory MacLauchlin, ¡°el modo de describir el final de Toole fue introducido en el relato m¨ªtico de la muerte del escritor y, ante todo, ese relato no es cierto.¡± Por otro lado, a?adido a su situaci¨®n personal, econ¨®mica y familiar, su sue?o de convertirse en escritor parec¨ªa ser un camino a elegir entre dos, y ninguno de los dos lo convenc¨ªa del todo, pues ante todo ¡°era un joven en medio de una decisi¨®n muy dif¨ªcil. Hab¨ªa visto la rigurosa vida acad¨¦mica en Columbia, y al mismo tiempo se sent¨ªa cautivado por los beats.¡±

Quiz¨¢ la imagen m¨¢s clara que tenemos de lo que pensaba Toole en este sentido nos la ofrece su poema ¡°El ?rbitro: sobre el papel demoledor de la cr¨ªtica¡±, cuyo verso final da t¨ªtulo a la biograf¨ªa de MacLauchlin. Lo que s¨ª sabemos con seguridad es que ¡°la estabilidad econ¨®mica era un problema, as¨ª que se trataba de una decisi¨®n dif¨ªcil, y comenz¨® a sumergirse en esa decisi¨®n.¡±

?Se puede interpretar La conjura de los necios como la nota de suicidio que nunca le¨ªmos? No, en absoluto. Es un error muy com¨²n envolver a un escritor de vida compleja y casi desconocida en el halo de la depresi¨®n y la locura, m¨¢s a¨²n cuando su obra se publica p¨®stumamente, y despu¨¦s de un suicidio. Toole no es el primero ni ser¨¢ el ¨²ltimo en este sentido. Partamos, primero, de la base de que ninguna, o casi ninguna, obra literaria puede interpretarse de manera completa a la luz de la vida de su autor. En segundo lugar, ahora que conocemos bastante mejor su historia personal, podemos afirmar que ¡°la parte de la historia que tiene que ver con la enfermedad mental lleg¨® despu¨¦s de la novela. Quiz¨¢ siempre estuvo ah¨ª, pero creo que es un error clasificarlo como un escritor deprimido o loco. Cuando escrib¨ªa, era una persona muy centrada, por eso pudo escribir una novela en seis meses.¡±

?Es la madre de Toole la ¨²nica fuente fidedigna para conocer su vida? Despu¨¦s de esta biograf¨ªa y el documental John Kennedy Toole. The Omega Point, de Joe Sanford, podemos afirmar que no. Es de sobra conocida la complicad¨ªsima relaci¨®n que Thelma manten¨ªa con su hijo, y ese control ha influido tambi¨¦n en las fuentes, puesto que los documentos que aparecen en los llamados Toole Papers fueron ¡°seleccionados¡± por ella. MacLauchlin parte de ah¨ª y afirma que ¡°los testimonios de los amigos ofrec¨ªan, por el contrario, un poco de distancia. La entrevista m¨¢s emocionante de todas fue la que le hice a Linda, la hermana de su mejor amigo, Cary Laird, a partir de la cual me di cuenta de c¨®mo ¨¦l observaba su ciudad.¡± La imagen, por otro lado, a¨²n no puede ser definitiva tras conocer que no se puede disponer, al menos, de una fuente que podr¨ªa cambiar la historia sustancialmente, una carta en posesi¨®n de ¡°una mujer a la Toole propuso matrimonio.¡± Qui¨¦n sabe.

?Es Ignatius Reilly el alter ego de Toole? Empezamos a leer una novela. Lo que sabemos del autor es que se suicid¨® y que no consigui¨® publicarla en vida. El protagonista de la novela es un personaje lleno de excentricidades que est¨¢ escribiendo una cr¨ªtica que a nadie parece interesar contra la absurda modernidad que le ha tocado vivir. Lo primero que pensamos es que Ignatius es un clar¨ªsimo alter-ego del autor. Mal. Primero, porque complicado cuanto menos ser¨ªa que cualquiera se describiera a s¨ª mismo como Ignatius Reilly. Segundo, porque casi ninguno de los rasgos del personaje (m¨¢s all¨¢ de lo anecd¨®tico de la venta de perritos calientes) coincide con los del autor. Y tercero, porque hay un referente m¨¢s claro para este personaje, tal y como se cuenta en la biograf¨ªa de McLauchlin: el de Bobby Byrne, amigo de Toole. Y es que el escritor ten¨ªa un humor desbordante, como podemos imaginar. La descripci¨®n de Byrne s¨ª coincide a la perfecci¨®n con la de Ignatius: ¡°El bigote, el sobrepeso, alto, torpe, adoraba los perritos calientes, estaba obsesionado con la filosof¨ªa medieval, era un intelectual pero al mismo ten¨ªa un punto grotesco, era conocido por tirarse pedos en p¨²blico.¡± Quiz¨¢ hay tambi¨¦n otra diferencia fundamental, que parte del final de ambas historias. Ignatius, antitodo solitario, ve su revoluci¨®n apoyada por Myrna y ¡°cuando se est¨¢ marchando de Nueva Orleans y huele su pelo, vemos humanidad en un personaje del que nos hemos estado riendo durante cientos de p¨¢ginas. Mucha gente ve esto como una especie de fracaso, yo lo veo como una victoria, la victoria que Toole no pudo conseguir y que se ve representada en su personaje.¡± Ignatius logra huir, as¨ª, de una situaci¨®n de la que el escritor no pudo escapar sino con el suicidio.