Son de amor
Artur Mas agit¨® la bandera blanca por la ventanilla al entrar en La Zarzuela
En son de paz llegan los enemigos. Lo sabe Artur Mas, que agit¨® la bandera blanca por la ventanilla al entrar en La Zarzuela, y lo sabe Felipe?VI. Por eso cuando Mas dijo que visitaba al Rey en ¡°son de paz¡± lo raro fue que la Guardia Real no se pusiese alerta, pues esperaba a un presidente auton¨®mico y se encontr¨® con la confesi¨®n de un guerrero. Y sin embargo el presidentresumi¨® el estado en que se encuentra el soberanismo catal¨¢n: una paz tranquila y mansa, sin perturbaciones, que aspira al monopolio de la moral.
La importancia de proclamar la paz de forma unilateral es que contra ella no se puede combatir. Todos los candidatos a presidir el Barcelona se reunieron al acabar la campa?a y levantaron una camiseta por la independencia; m¨¢s que un club el Bar?a es una confluencia, ven¨ªan a decir: no hay lugar para nadie que esquive la responsabilidad hist¨®rica que el f¨²tbol tiene con la patria. Prueba de ello es que varios de esos candidatos se apresuraron a decir que no se trataba de pol¨ªtica. Era algo m¨¢s elevado, un concepto desbordante que bien pudieron describir con una frase para la ocasi¨®n: ¡°Haga como yo, no se meta en pol¨ªtica¡±.
Por encima del proceso soberanista, que es la gran maniobra pol¨ªtica de Catalu?a, se ha instalado la despolitizaci¨®n. S¨®lo desde la emoci¨®n se puede conseguir semejante virtuosismo. La izquierda republicana catalana y la derecha de Artur Mas, el partido del caso Palau y las sedes embargadas, el mismo cuyo padre espiritual gobern¨® 23 a?os con dinero en Suiza mientras gritaba que la moral la dictaba ¨¦l, juntos en gran coalici¨®n. Hay un votante de izquierdas en Catalu?a, un votante con un discurso de pol¨ªticas sociales, contra la desigualdad y defensor de lo p¨²blico, que votar¨¢ para que Artur Mas sea su presidente. Va a anteponer la patria a la ideolog¨ªa, va a sacrificar sus ideales por uno mayor, el nacionalismo, y de este modo actuar¨¢ por fin como los ciudadanos de pa¨ªses invadidos, que luchan primero por su libertad. La idea ha calado.
De este modo no es extra?o que Oriol Junqueras insista en hablar de excepcionalidad. Por un bien com¨²n Catalu?a decretar¨¢ la suspensi¨®n de las ideolog¨ªas, el finiquito al debate que ya se empez¨® a difuminar en el pacto de legislatura. Es la transversalidad, que no distingue entre pol¨ªticas econ¨®micas y sociales. La fumigaci¨®n de la pol¨ªtica que consiste en presentar una lista con tres ciudadanos antes que Mas a modo de flotilla de la paz. Uno de ellos, cabeza de lista, famoso por denunciar en la Comisi¨®n Europea un pisot¨®n de Pepe a Messi. Consecuencia de sustituir un programa electoral por un reglamento.
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