De ¡®Aqu¨ª no hay quien viva¡¯ al rap y la marihuana
Eduardo Garc¨ªa se hizo famoso por interpretar al ni?o de 'Aqu¨ª no hay quien viva' y 'La que se avecina'. Ahora se hace llamar Dudu y hace trap
Corr¨ªa el a?o 2009 cuando, tras el estreno de Two Lovers, el actor Joaquin Phoenix hizo p¨²blica su intenci¨®n de abandonar el mundo del cine para convertirse -mientras bajaba por un tobog¨¢n de drogas, misantrop¨ªa y prostitutas- en cantante de hip hop. Con el estreno un a?o despu¨¦s de I¡¯m Still Here se dio por zanjada la discusi¨®n sobre si ese cambio de rumbo ten¨ªa o no una naturaleza real: la cinta de Casey Affleck se pod¨ªa etiquetar de mockumentary o falso documental, y la odisea de Phoenix que se retrataba en ella no era otra cosa que una impresionante actuaci¨®n que el actor defendi¨® veinticuatro horas al d¨ªa, siete d¨ªas a la semana, durante todo un a?o.
La realidad, y su empe?o en superar a la (docu)ficci¨®n, es que Eduardo Garc¨ªa, el actor que daba vida al entra?able ni?o de Aqu¨ª no hay quien viva, ya no responde a ese nombre. Rebautizado como Dudu, ahora forma parte de un colectivo musical llamado LFAM y dedica sus rimas -porros s¨ª, porras no- al cannabis y al desacato policial. El v¨ªdeo musical de Burlaos, donde Dudu y CharfleX hacen ostentaci¨®n de la misma vida disoluta a la que cantan, ha superado las 325.000 visitas en apenas una semana desde su estreno en la red. Por supuesto, esta visibilidad ha tra¨ªdo consigo un tsunami de chanzas sobre el cambio de rumbo que Josemi, el personaje que populariz¨® al actor en televisi¨®n, ha decidido tomar. ?l mismo, en sus redes sociales, se defend¨ªa de este modo: ¡°Nada ni nadie puede cambiarte, lo bonito es ser como uno es sin miedo a que la mayor¨ªa de zombies que siguen a las masas hablen mal de ti¡±.
¡°He visto cosas feas de verdad/ La puta tele s¨®lo quiere envenenar¡± es una de las frases m¨¢s reveladoras que encontramos en Burlaos. Y no la dice CharfleX, no. Al parecer, la experiencia de Eduardo con las c¨¢maras no fue todo lo id¨ªlica como su antigua lozan¨ªa y sempiterna sonrisa, en contraste con su actual f¨ªsico y seriedad gestual, nos hac¨ªa pensar. Los or¨ªgenes humildes del int¨¦rprete hicieron que encontrase m¨¢s aliados entre el equipo t¨¦cnico, como los c¨¢maras o los asistentes de producci¨®n, as¨ª como en proyectos m¨¢s modestos, que entre las estrellas televisivas con las que compart¨ªa reparto en la famosa serie. La balsa, tambi¨¦n al parecer, ha acabado siendo el circuito underground del hip hop mestizado al que ahora, sin dar en ning¨²n caso carpetazo definitivo a su carrera como actor, dedica sus horas.
Burlaos es, sin embargo, la punta de un iceberg que lleva form¨¢ndose desde hace ahora un par de a?os: en temas como Dirty Panties, NY Rules, Noche Oscura, Democracy, Prince Lovers o Un D¨ªa M¨¢s el actor lleva tiempo dando buena cuenta de que el parque le llama, a d¨ªa de hoy, mucho m¨¢s que un bloque de vecinos con iluminaci¨®n acartonada; de que Jos¨¦ Luis Moreno no tiene nada que hacer contra la pasi¨®n por Wu-Tang Clan y Notorious B.I.G. Porque si algo marca la diferencia entre su material y el de sus contempor¨¢neos, es que Dudu se desmarca del perreo para asentarse sobre sonidos m¨¢s en deuda con la vieja escuela de hip hop americano.
Lo sorprendente es que, dentro de una escena en expansi¨®n como es el trap espa?ol, el material de LFAM -y, por extensi¨®n, el de Dudu- no desentona con las constantes de otras propuestas adscritas a este g¨¦nero musical. ?Qu¨¦ est¨¢n lejos de destronar a Pxxr Gvng? A mil putvs millvs. Pero de morro y autotune van sobrados: ¡°Paso tranquilo cuando veo el control/ No acelero ni me freno/ voy al paso, tron¡±, canta Dudu en su ¨²ltimo y exitoso hit. S¨®lo queda esperar que lo de ¨²ltimo sea algo que s¨®lo pueda decirse hasta la aparici¨®n del pr¨®ximo track de este all-new all-different Eduardo Garc¨ªa.
Ca?a al pulm¨®n, Dudu.
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