La pobreza del se?or Leguina
Har¨ªa bien el expresidente de la Comunidad de Madrid en preguntar, conocer e informarse antes de acusar a las organizaciones sociales de inflar datos interesadamente
Sostiene Joaqu¨ªn Leguina que es incre¨ªble que en Espa?a haya tantos millones de personas que estad¨ªsticamente son consideradas pobres (un 22%). No le falta intuici¨®n al se?alar esta cuesti¨®n, pues no hay 13 millones de espa?oles y espa?olas viviendo entre cartones, que es en el imaginario p¨²blico la visualizaci¨®n de pobreza: alguien sin hogar. Pero s¨ª hay desde luego millones de familias en situaciones de privaci¨®n graves y en riesgo de exclusi¨®n. Los informes tan solo lo reflejan. Pero le faltan elementos de an¨¢lisis al no comprender que haya crecido el n¨²mero de personas en pobreza entre 2013 y 2014 pese al magro crecimiento econ¨®mico (de s¨®lo un 0,7%), sin reparar en el aumento en ese a?o del n¨²mero de millonarios en un 24%, ergo, de la desigualdad de renta e ingresos que nos ayudan a todos a entender cifras tan complicadas.
Sostiene Leguina que el conjunto de expertos que establecen los umbrales de pobreza relativa y construyen la interpretaci¨®n estad¨ªstica de los datos desde Eurostat son poco competentes, y deja entrever que ¨¦l escoger¨ªa otros ¨ªndices y umbrales diferentes. Sostiene tambi¨¦n que el prestigioso ¨ªndice AROPE no es de su satisfacci¨®n. Y que la palabra ¡°pobre¡± deber¨ªa venderse m¨¢s cara, y no atribu¨ªrsele a quien sufra tan solo una de varias posibles privaciones ¡ªno puede pagar el alquiler, o la luz, no poder comer carne o pescado dos veces por semana, no poder pagar la hipoteca, tener ingresos baj¨ªsimos...
Sostiene Leguina que las estad¨ªsticas m¨¢s profundas son muy caras y por eso no se hacen lo que explicar¨ªa la baja calidad de la informaci¨®n que apunta. Cierto es que son caras pero hay quien s¨ª invierte en hacerlas, desde hace m¨¢s de 30 a?os, con una encuesta de valor extraordinario cada cinco a?os. Es la Fundaci¨®n FOESSA, quien la realiza y nos ofrece los datos m¨¢s precisos en t¨¦rminos de pobreza y exclusi¨®n. Es un aut¨¦ntico lujo de la investigaci¨®n social para nuestro pa¨ªs, a la que colaboran decenas de acad¨¦micos y especialistas, como cualquier persona interesada en el tema deber¨ªa saber. Y en su ¨²ltimo informe de 2014 nos ofrec¨ªa datos desoladores sobre la pobreza y la desigualdad en nuestro pa¨ªs.
Sostuvo Montoro al conocerse aquel informe FOESSA, que sus datos estaban exagerados, cosa que no era cierta. Sostiene Leguina ahora, yendo mucho m¨¢s all¨¢ que el ministro de Hacienda, que considera cierto que las organizaciones sociales exageran (aunque base sus argumentos en cuestiones metodol¨®gicas), pero adem¨¢s sostiene que se trata de una exageraci¨®n interesada: ¡°para tener m¨¢s pobres a los que atender¡±. Dando a entender que existe en alg¨²n lugar un fondo que otorga recursos extra a las organizaciones si aumenta el n¨²mero de pobres. ?O insinuando que tal vez los trabajadores sociales reciban un bonus por aumentar el n¨²mero de personas atendidas? Esas pr¨¢cticas corresponden a sectores econ¨®micos que no merecen calificaci¨®n alguna por parte del se?or Leguina, pero no a las organizaciones sociales que analizamos y trabajamos sobre la exclusi¨®n, la pobreza y la desigualdad. Ni a las que lo hacen desde un enfoque de an¨¢lisis y estudio, ni a aquellas otras que trabajan mano a mano con esos millones de personas, que parecen superfluas en un argumento centrado en la sem¨¢ntica y la imagen de nuestro pa¨ªs.
La triste realidad es que aunque han aumentado ¡ªs¨ª, as¨ª es¡ª las personas que viven en riesgo de exclusi¨®n, las administraciones p¨²blicas han recortado los fondos que destinan a fines sociales y a atender sus necesidades, afectando el trabajo de cientos de organizaciones y dejando en situaci¨®n de desprotecci¨®n a cientos de miles de familias. Y lo cierto, adem¨¢s, es que la gran mayor¨ªa de las entidades aludidas plantean la necesidad de respuestas desde el sector p¨²blico a estas carencias ¡ªy eso vale para los informes de C¨¢ritas sobre pobreza, sobre pobreza infantil de UNICEF o sobre desigualdad de Oxfam Intermon¡ª. Nuestra aspiraci¨®n es que se atiendan los problemas de las personas que sufren las mayores carencias y que construyamos sociedades m¨¢s justas, en lugar de intentar camuflarlas y cambiar los indicadores. Y no dejando la atenci¨®n a nuestros problemas m¨¢s graves a la vieja beneficencia, sino exigiendo soluciones integrales propias de un estado social avanzado como es Espa?a.
Evita Leguina analizar la situaci¨®n con la seriedad que requerir¨ªa, trat¨¢ndose en su caso no de un tertuliano cualquiera, sino de un representante pol¨ªtico em¨¦rito y miembro en activo de ese controvertido Consejo Consultivo de la Comunidad de Madrid por haber sido presidente de la Comunidad de Madrid hace ya m¨¢s de veinte a?os. Esta ligereza de juicio sobre las motivaciones de quienes analizan y dan a conocer los datos desde las organizaciones sociales proviene del prejuicio, no del an¨¢lisis, y tal vez contribuya a seguir profundizando esa brecha entre ¡°la ciudadan¨ªa¡± y ¡°los pol¨ªticos¡± que ya resaltaba el bar¨®metro que Metroscopia elabora para El Pa¨ªs y en el que la opini¨®n p¨²blica expresa una baja confianza en ¡°los pol¨ªticos¡± (que gozan de la confianza del 9% de los espa?oles), frente a las ONG (que gozan de la confianza del 81% de la poblaci¨®n).
Har¨ªa bien Leguina en preguntar, conocer e informarse en lugar de emitir juicios aprior¨ªsticos ligeros sobre personas y entidades de las que, a la vista est¨¢, se sit¨²a muy lejos. Tampoco se muestra particularmente cercano a esas millones de familias de nuestro pa¨ªs; aunque s¨ª le interesen, parece, las palabras y la imagen, sobre todo por ese maldito concepto: pobreza.
Si quiere mantener un debate sobre las metodolog¨ªas seguro que encuentra una comunidad robusta de investigadores interesada y seguramente tambi¨¦n cr¨ªtica, pues toda medici¨®n implica opciones y es por definici¨®n falible. Pero si lo que pretende es desacreditar las motivaciones de quienes realizan estudios desde organizaciones con sensibilidad social, claro est¨¢ que tiene a la ciudadan¨ªa enfrente.
Jaime Atienza es director del Departamento de Campa?as y Ciudadan¨ªa de Oxfam Interm¨®n.
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