Eliminar las armas nucleares
Setenta a?os despu¨¦s de Hiroshima y Nagasaki la comunidad internacional debe comprometerse a destruir este tipo de armamento
La estremecedora realidad es que hoy, setenta a?os despu¨¦s del bombardeo at¨®mico de Hiroshima y Nagasaki, los hospitales de la Cruz Roja siguen tratando a miles de sobrevivientes que sufren las secuelas de la radiaci¨®n. Casi dos terceras partes de las muertes que se producen entre esas personas se deben al c¨¢ncer. Sin embargo, las dos bombas nucleares que causaron unos sufrimientos humanos y una devastaci¨®n indescriptibles eran peque?as, en comparaci¨®n con la mayor¨ªa de las bombas almacenadas en los arsenales de los Estados que hoy cuentan con armamento nuclear.
?Qu¨¦ otro argumento podr¨ªa, por ende, ser m¨¢s persuasivo que ¨¦ste para que la comunidad internacional redoble sus d¨¦biles esfuerzos por negociar un cronograma para establecer la prohibici¨®n de las armas nucleares y velar por su completa eliminaci¨®n?
Antes de que sea demasiado tarde.
El horror que sintieron los habitantes de estas dos ciudades mientras ve¨ªan a sus seres queridos incinerarse y a los heridos pedir ayuda m¨¦dica en vano hace de este aniversario un evento profundamente conmovedor en s¨ª mismo. La permanente incidencia de la leucemia y de otros tipos de c¨¢ncer y las constantes inquietudes acerca de los efectos del posible da?o gen¨¦tico sufrido por los ni?os cuyos padres estuvieron expuestos a la radiaci¨®n hacen de esta conmemoraci¨®n una fecha llena de dolor y ansiedad.
Los gobiernos han de entablar negociaciones encaminadas a prohibir por completo el arsenal at¨®mico
Que Hiroshima y Nagasaki hayan podido reconstruirse y volver a la vida y que los habitantes de estas ciudades hayan promovido con vehemencia la abolici¨®n de las armas nucleares son s¨ªmbolos poderosos de la resiliencia humana. Este aniversario resulta m¨¢s conmovedor a¨²n por acaecer pocos meses despu¨¦s de que la Conferencia de Examen del Tratado sobre la No Proliferaci¨®n de Armas Nucleares fracasara en su intento por avanzar hacia la eliminaci¨®n de las armas nucleares.
El resultado fue profundamente decepcionante. Pero tanto los sobrevivientes de Hiroshima y Nagasaki como los cientos de miles de personas que perdieron la vida all¨ª merecen que no nos demos por vencidos en este empe?o. El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja seguir¨¢ esforz¨¢ndose por sensibilizar acerca de los terribles costos humanos de las armas nucleares e instando a todos los Estados a garantizar que nunca m¨¢s se empleen estas armas. Los gobiernos tambi¨¦n deben entablar negociaciones encaminadas a prohibir y eliminar por completo las armas nucleares a trav¨¦s de un convenio internacional jur¨ªdicamente vinculante.
Setenta a?os despu¨¦s de su uso, es tiempo de que la era de las armas nucleares llegue a su fin. Las prolongadas consecuencias humanitarias de Hiroshima y Nagasaki deber¨ªan recordarnos lo que est¨¢ en juego e intensificar nuestra acci¨®n. Eliminar del mundo por completo las armas nucleares es un imperativo humanitario y el ¨²nico camino posible.
Tadateru Konoe es presidente de la Federaci¨®n Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja y Peter Maurer, presidente del Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja.
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