La trama P¨²nica

Una vez abiertas al conocimiento general las averiguaciones del juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco en la instrucci¨®n del caso P¨²nica, nos enteramos, con todo lujo de detalles, de los entresijos de un caso deleznable m¨¢s de corrupci¨®n pol¨ªtica. De poco sirven los golpes de pecho y las frases hechas ¡°estamos abochornados, indignados, avergonzados...¡±; es necesario establecer una serie de cautelas para que los contratos p¨²blicos no caigan en manos de comisionistas que, inflando las adjudicaciones de obras innecesarias, pagan un porcentaje al pol¨ªtico corrupto de turno y ofrecen una d¨¢diva al partido correspondiente. Es cierto que todos los pol¨ªticos no son iguales; ni mucho menos, pero s¨ª es verdad que cuando los ¡°presuntos¡± delincuentes son de los suyos, dilatan con recursos los procesos judiciales para posteriormente quejarse de la tardanza en hacerse justicia, en vez de colaborar con todos los medios disponibles. De poco valen leyes de transparencia o comisiones de investigaci¨®n si las responsabilidades pol¨ªticas ¨²nicamente se dilucidan una vez se abre el proceso judicial oral correspondiente, cuando los indicios y pruebas son, pr¨¢cticamente, irrefutables.¡ª Francisco Javier Aparicio Carrera. San Fernando de Henares, Madrid.

La famosa ¡°herencia¡± que dej¨® Zapatero debi¨® de ser cuantiosa, a juzgar por todo lo que han robado los que le sucedieron: p¨²nicos y dem¨¢s defensores de los intereses populares (del PP, no del pueblo).¡ª Pedro de Leiva Hourqueigt. Santander.