Ni?os rata: as¨ª son los trolls de los videojuegos
Gritan, roban y se pasan las normas por el router. Hablamos con un ni?o rata, como se conoce a los j¨®venes jugadores online descontrolados, y con un 'gamer' que los sufre
?Qu¨¦ es un ni?o rata? ¡°Es alguien que ha nacido dentro del universo digital y, visto desde fuera, tienen seis dedos en cada mano¡± dice Guillermo, que ha acabado harto de que los ni?os rata no le dejen jugar. ¡°Se apostan en las cunetas y esperan a que pases para matarte¡±.
Jugar es una cosa de generaciones. Parece existir un abismo entre los que jugaron a los Monkey Island y ahora peinan canas, y los nacidos en la era de Internet, que buscan incordiar a los dem¨¢s jugadores en los videojuegos masivos online. ¡°Solo quieren matarte una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez¡± dice Guillermo.
"¡°Solo quieren matarte una y otra vez, una y otra vez"
Lo primero que me encuentro al instalar en mi consola The Elders Scroll Online, de Bethesda, es un aviso: NORMAS DE COMPORTAMIENTO. Para los que crecimos jugando con pol¨ªgonos que apenas se parec¨ªan a lo que representaban, esto sorprende. Te advierten que ser¨¢n baneados (expulsados) del juego los jugadores que se dediquen a insultar, molestar o hagan apolog¨ªa de la pirater¨ªa. La cosa sigue durante varias p¨¢ginas que tenemos que leer y aceptar antes de jugar. Estas cosas vienen dadas desde hace alg¨²n tiempo; incluso Sony prohibi¨® la entrada a m¨¢s de 25.000 jugadores a los servidores del juego H1Z1, exigi¨¦ndoles una disculpa p¨²blica en Youtube para volver a jugar.
¡°B¨¢sicamente lo hacemos por exprimir todo el juego¡± dice Edu, experto jugador en Minecraft y lo que podr¨ªa llamarse un ni?o rata. ¡°Nosotros lo que hicimos fue juntarnos seis personas en un servidor y quisimos descubrir todo lo que se pod¨ªa hacer en el juego; busc¨¢bamos una fase final de Minecraft en que puedes llegar a la Luna y la ¨²nica manera era robando. ?bamos a las casas de Minecraft de la gente y, cuando no estaban vigilando, les robamos. Como jugador, puedes reclamar una parcela para ti en el juego, pero nosotros encontramos la manera de saltarnos esa restricci¨®n: a trav¨¦s de programaciones dentro de Minecraft accesibles para los usuarios del juego, pudimos utilizar c¨®digo para reclamar bloques de zonas ocupadas a zonas libres. Estuvimos mucho tiempo depur¨¢ndolo: esperando a que el due?o se fuese, perfeccionando comandos, desarrollando nuestro propio sistema. Cuando el due?o volv¨ªa a su parcela, todo lo de valor hab¨ªa desaparecido¡±.
En The Elders Scroll Online puedes luchar contra otros jugadores del mundo tras ascender a tu personaje al nivel diez. Para un jugador casual, esto es un gran avance. Para los ni?os rata, eres carne de ca?¨®n. Me lanzan en mitad de una batalla que parece sacada de El se?or de los anillos: me matan a los diez segundos. Tengo que esperar un rato hasta reaparecer. Llueve fuego y mi micr¨®fono se llena de gritos y ¨®rdenes en otros idiomas. Reconozco a alguien hablando en ingl¨¦s y trato de comunicarme. Me matan. La batalla dura una eternidad, aunque yo no estoy participando en ella porque me matan a los pocos segundos de reaparecer. ¡°Eres un poco malo¡±, oigo por los cascos. Alguien me habla en ingl¨¦s, con el ruido de fondo de un ni?o peque?o lloriqueando y trasteando con cosas que caen al suelo. ¡°Es la primera vez que juego¡± respondo, y mi interlocutor no a?ade nada. Mato a alguien y me siento plet¨®rico: ¡°j¨®dete¡± grito por el micro. Hay un ni?o rata en alg¨²n lugar del escenario, lanzando poderoso hechizos que impactan en todos los miembros de mi grupo y nos mata instant¨¢neamente. ¡°Tienen un mago escondido¡± dice alguien, y todos nos lanzamos a la b¨²squeda del mago que nos est¨¢ diezmando. El escenario es gigantesco (se recrea una batalla al estilo ¨¦pico con un castillo y tres facciones luchamos por conquistar y vencer), as¨ª que buscamos la aguja en el pajar. ¡°?Lo he encontrado!¡± grita alguien, ¡°?ayuda!¡± Trato de lanzarme en la ayuda de mi compa?ero, pero no s¨¦ qui¨¦n ha gritado ni d¨®nde se encuentra el mago, por lo que en su lugar trato de pelear y me vuelven a matar. Termina la partida, tan abruptamente como ha empezado, y mi facci¨®n ha perdido. Si hubi¨¦ramos ganado, no hubiera sigo gracias a mis proezas; pero en la derrota seguro que he tenido algo que ver.
"Adoramos todos los juegos en los que invertimos horas, y queremos explotarlos al m¨¢ximo"
¡°Para acabar con los ni?os rata, a veces tienes que buscarte aliados¡± dice Guillermo. ¡°Yo llegu¨¦ a ofrecer objetos que solo se consegu¨ªan con microtransacciones (una espada de dos euros) para que un guardaespaldas me protegiese de los ni?os rata y poder subir de nivel y avanzar en el juego¡±.
¡°Al final, lo que apetece es jugar con el peligro¡± dice Edu. ¡°Esper¨¢bamos al due?o de la parcela para ver su cara al entrar en la casa y ver que sus cosas hab¨ªan desaparecido. Al final, lo que apetece es el morbo. En Counter Spy, hace a?os, nos pon¨ªamos unos encima de otros formando un cienpi¨¦s humano y aniquil¨¢bamos a todo el que pasara. En Minecraft incluso contratamos a un jugador para organizar y catalogar las cosas que rob¨¢bamos y almacen¨¢bamos en un refugio¡±.
En Dark Souls II, de From Software, los jugadores pueden dejar mensajes a otros jugadores a lo largo de todos los escenarios, en forma de carteles luminosos escritos en el suelo. Imaginaos esto: acabas de empezar a jugar; un largo pasillo oscuro y una m¨²sica oscura que te rodea. La tentativa de colocar mensajes que despisten o asusten a los dem¨¢s jugadores es demasiado para resistirse. A¨²n as¨ª, el director del juego, Yui Tanimura, asegura: ¡°Los mensajes troll no son mayor¨ªa. Lo m¨¢s com¨²n son los mensajes de ayuda. La tendencia es que los jugadores se ayuden entre s¨ª¡±.
¡°Actu¨¢bamos con impunidad total¡± dice Edu ¡°Hab¨ªa gente que llevaba un a?o construyendo algo y nosotros lleg¨¢bamos y se lo quit¨¢bamos. Yo creo que nadie se dio cuenta de que pod¨ªas robar con ese m¨¦todo; fueron horas de trabajo, los seis juntos, ech¨¢ndole horas. Hab¨ªa que programar, crear un router online... Desde 2010, jugamos online juntos aunque no seamos de la misma ciudad. En todos los juegos nos dedicamos a robar o a trollear a los jugadores¡±.
¡°Nunca me ha llamado la atenci¨®n comportarme como un ni?o rata¡± dice Guillermo. ¡°Somos de otra generaci¨®n, nos falta pelo ya. Los juegos en mi ¨¦poca ten¨ªan el atractivo de la historia, de llegar al final y descubrir algo¡±.
Para entenderlo, tengo que ponerme en la piel de un ni?o rata.
Los chicos de Techland parecen haber encontrado la f¨®rmula perfecta para el resentido con los ni?os rata: convertirse r¨¢pida y eficazmente en uno de ellos. Sin necesidad de pasar horas jugando. En Dying Light podemos acceder gratuitamente al modo online S¨¦ el zombie, en el que podremos transformarnos en uno de los peores enemigos del juego y luchar contra otros jugadores que hacen de humanos. Es imposible resistirse. Durante mi primera partida, acceden dos humanos que tienen como misi¨®n destruir mis nidos. Como zombie especial, puedo saltar grandes alturas, escupir ¨¢cido y atacar desde largas distancias con mi tent¨¢culo. Mis enemigos se llaman Azorath9 y Remedy_Ost. Tengo que destruirles antes de que ellos destruyan mis nidos. Me lanzo al ataque y acabo con gran facilidad con el primero. Con el segundo, se repite la acci¨®n. Ellos est¨¢n en desventaja. Repito la acci¨®n durante varias partidas, con varios jugadores, siempre aprovechando mi ventaja, deshaciendo sus planes. Tiene su gracia.
¡°Tal y como yo te he contado el juego¡± dice Edu, volviendo a Minecraft, ¡°tiene m¨¢s atractivo. Juegas a huir de la polic¨ªa. Aunque alguna vez nos han baneado de un juego, no creo que las compa?¨ªas puedan controlar eso. Los juegos online se apoyan en una base y despu¨¦s crecen gracias a los jugadores. Las compa?¨ªas no pueden evitar eso. No puedes controlar el factor humano dentro de un juego online¡±.
¡°?Te has dado cuenta de que los ni?os rata no juegan a aventuras gr¨¢ficas?¡± dice Guillermo. ¡°A veces me pregunto si son ni?os o son adultos haciendo de ni?os rata. No tienen paciencia, juegan en una forma completamente distinta. Somos dos generaciones y la mejor manera de no sufrir a los ni?os rata, es dejarse joder un par de veces hasta que se olviden de ti. Es como el patio del colegio¡±.
¡°Si quieres sacar algo bueno de todo esto¡± dice Edu, ¡°es que en realidad nosotros queremos el juego. Todos los juegos en los que invertimos horas, los adoramos, y queremos explotarlos al m¨¢ximo. Pero en la naturaleza humana est¨¢ impl¨ªcito el placer por joder a los dem¨¢s¡±.
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