El caso de Hungr¨ªa
Me indigna que en el art¨ªculo Nueva solidaridad del pasado d¨ªa 23 se haya tachado a Hungr¨ªa de campe¨®n en xenofobia y en nazismo, una cr¨ªtica muy seria no sobre un Gobierno, sino sobre un pueblo. Hungr¨ªa, presidente de turno de la Alianza Internacional para la Memoria del Holocausto, ha tomado m¨²ltiples medidas por la comunidad jud¨ªa y contra el antisemitismo. Entre ellas, sancionar el discurso de odio y la negaci¨®n del Holocausto, restaurar los cementerios jud¨ªos y construir monumentos en memoria de las v¨ªctimas. Adem¨¢s, el Gobierno lleva a?os haciendo un gran esfuerzo por mejorar las condiciones de vida de la comunidad gitana. La presidencia h¨²ngara de la UE fue promotora de compromisos europeos en este ¨¢mbito. Incidentes aislados existen, como en otras partes del mundo, pero en Hungr¨ªa conllevan graves consecuencias en virtud de la Constituci¨®n de 2012.
Respecto a las cuotas voluntarias de refugiados, actualmente Hungr¨ªa est¨¢ m¨¢s expuesta a la presi¨®n migratoria que Grecia o Italia. Las cifras de peticiones de asilo registradas han superado las 90.000. A mi juicio, es comprensible que bajo esta enorme presi¨®n no se pueda ser m¨¢s solidario. Miles de solicitantes pasan por pa¨ªses seguros, incluidos algunos Estados miembros de la UE, para llegar a nuestro pa¨ªs. Los que realmente necesitan nuestra ayuda la reciben, pero marcamos la diferencia entre ellos y los inmigrantes econ¨®micos. Les invito a informarse m¨¢s a fondo sobre Hungr¨ªa. M¨¢s rigor, respeto y menos adjetivos sensacionalistas fomentar¨ªan un debate sensato.¡ª Enik? Gy?ri. Embajadora de Hungr¨ªa.
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