Cuanta menos luz gasta m¨¢s paga usted en el recibo

Cualquiera puede observar que en los ¨²ltimos dos a?os el precio de la energ¨ªa utilizada para producir electricidad ha bajado, pero el recibo de la luz ha subido. Un elixir m¨¢gico, llamado regulaci¨®n a la carta (de las compa?¨ªas el¨¦ctricas, por supuesto), ha conseguido que el consumidor que menos energ¨ªa el¨¦ctrica gasta sea el que pague m¨¢s en t¨¦rminos relativos; y viceversa. Una pol¨ªtica racional de precios procurar¨ªa que pagasen m¨¢s (en t¨¦rminos relativos) los que m¨¢s gastan, porque eso es lo que dicen los manuales de econom¨ªa y porque de esa manera podr¨ªa buscarse una disuasi¨®n del consumo. Pero en Espa?a sucede al rev¨¦s. ?Por qu¨¦?

Pues porque el regulador ¡ªel Gobierno¡ª decidi¨® en 2013 que era necesario, mejor dicho, imperativo, aumentar lo que paga el cliente en concepto de potencia contratada, que es la parte fija del recibo, para garantizar (parece la ¨²nica explicaci¨®n econ¨®mica) los ingresos de las el¨¦ctricas. El balance desde agosto de 2013 es arrasador: para el consumidor dom¨¦stico ha supuesto una subida del 92% de la parte fija del recibo (t¨¦rmino de potencia contratada) y del 145% para el consumidor industrial. La decisi¨®n ataca directamente los bolsillos de los clientes con menos capacidad econ¨®mica y liquida cualquier pol¨ªtica de ahorro; se haga lo que se haga con el consumo en los hogares, el peso principal del recibo sigue siendo inmune a la austeridad.

Cuando se calcula el ingreso que se garantizan las el¨¦ctricas por esa pol¨ªtica tarifaria (penosa para el consumidor), aparecen nuevas distorsiones graves. Resulta que el sistema el¨¦ctrico factura a los clientes el equivalente a 175 gigavatios (Gw) de potencia contratada; pero, como es sabido, el sistema tiene una potencia instalada de 108 Gw; y la punta m¨¢xima que utilizan los clientes es de 39?Gw. Una sencilla cuenta demostrar¨ªa, para pasmo de economistas y te¨®ricos de los mercados, que pagamos a las el¨¦ctricas 136 Gw que no utilizamos, simplemente porque los tenemos contratados. Esos 136 Gw regalados con el consentimiento del regulador equivalen a 10.000 millones anuales. ?No ser¨ªa m¨¢s l¨®gico sustituir el sistema de tarificaci¨®n contratada por uno de tarificaci¨®n por potencia demandada? Pues s¨ª; pero se acabar¨ªa la sobrefacturaci¨®n de 10.000 millones consentida a las el¨¦ctricas.

No obstante, desc¨¢rtese provisionalmente la tesis del semifraude (tipo CTC) y ac¨¦ptese la de incompetencia regulatoria. Las el¨¦ctricas recuperan manu militari a trav¨¦s del t¨¦rmino de potencia los costes de inversi¨®n en generaci¨®n que no pueden recuperar por el precio de mercado de la electricidad (la parte variable del recibo). ?Que este esquema perjudica a los clientes m¨¢s d¨¦biles, aumenta la desigualdad y penaliza el ahorro? Pues Industria no lo ha visto o le parece un da?o irrelevante. Pero resulta que la generaci¨®n el¨¦ctrica est¨¢ liberalizada por ley y, por lo tanto, las empresas toman las decisiones de inversi¨®n a su propio riesgo. Es decir, esta estructura de recibo de la luz vulnerar¨ªa la legislaci¨®n vigente. Salvo mejor opini¨®n del regulador, rebosante de abogados del Estado, claro.