El dominio del hombre

El mes pasado, el papa Francisco hizo p¨²blica su hist¨®rica enc¨ªclica, Laudato si, es decir, Loado seas. Seg¨²n explica en el texto, eligi¨® ese nombre papal porque considera a san Francisco de As¨ªs ¡°el ejemplo por excelencia de preocupaci¨®n por los seres vulnerables y de una ecolog¨ªa integral vivida con alegr¨ªa y autenticidad¡±. Su tocayo ha mostrado que su preocupaci¨®n por la naturaleza es inseparable de la justicia para los pobres, el compromiso social y la paz interior.

El t¨ªtulo de la enc¨ªclica se refiere al C¨¢ntico al Sol, en el que san Francisco alaba a Dios por toda la creaci¨®n, la expresi¨®n principal de holismo medioambiental dentro de la tradici¨®n cat¨®lica romana. Sin embargo, la alabanza del C¨¢ntico al ¡°Hermano Sol¡± y a la ¡°Hermana Luna¡± ha parecido tan pr¨®ximo al culto a la naturaleza, que algunos han dudado de que se pueda incluir en la corriente principal del pensamiento cat¨®lico.

Ahora esas dudas han quedado disipadas. El predecesor de Francisco, el papa Benedicto XVI, comenz¨® a dirigir la atenci¨®n de la Iglesia hacia la necesidad de sostenibilidad medioambiental. Francisco ha llevado ese proceso mucho m¨¢s adelante.

Laudato si ha recibido considerable atenci¨®n de los medios de comunicaci¨®n, la mayor¨ªa centrada en su llamamiento inquebrantable en pro de la adopci¨®n de medidas contra el cambio clim¨¢tico. Es apropiado, porque reviste la m¨¢xima importancia que el dirigente de 1.200 millones de cat¨®licos romanos del mundo haya declarado inequ¨ªvocamente que los estudios cient¨ªficos atribuyen ¡°la mayor parte del calentamiento planetario¡± en los ¨²ltimos decenios a los gases que provocan el efecto invernadero, ¡°cuyas emisiones se deben principalmente a la actividad humana¡±.

Sin embargo, hay otro aspecto de la enc¨ªclica que ha recibido menos atenci¨®n. San Francisco es uno de los santos cat¨®licos m¨¢s populares por su fama de amigo de los animales. En consonancia con la tradici¨®n, Laudato si representa la declaraci¨®n m¨¢s firme jam¨¢s hecha por un papa, en un documento tan autorizado como una enc¨ªclica, contra el da?o causado a los animales.

La corriente principal del pensamiento cristiano sobre los animales echa sus ra¨ªces en el Libro del G¨¦nesis, en el que se dice que Dios ha concedido al hombre el dominio sobre todos los animales. Santo Tom¨¢s de Aquino interpret¨® ese vers¨ªculo, en el sentido de que no importa, sencillamente, c¨®mo trate el hombre a los animales; la ¨²nica raz¨®n por la que no debemos infligir a los animales una crueldad que nos apetezca es la de que pueda representar una crueldad para los seres humanos.

San Francisco es uno de los santos cat¨®licos m¨¢s populares por su fama de amigo de los animales

Algunos pensadores cristianos han intentado reinterpretar ¡°dominio¡± como ¡°administraci¨®n¡±, lo que da a entender que Dios encomend¨® a la Humanidad el cuidado de su Creaci¨®n, pero sigui¨® siendo una concepci¨®n minoritaria, propia de los ecologistas y los proteccionistas de los animales, y la interpretaci¨®n de Aquino sigui¨® siendo la doctrina cat¨®lica prevaleciente hasta finales del siglo XX.

Ahora Francisco se ha pronunciado decisivamente contra la corriente principal, al decir que los cristianos ¡°a veces han interpretado incorrectamente las Escrituras¡± e insistir en que ¡°debemos rechazar en¨¦rgicamente la idea de que nuestra creaci¨®n a imagen y semejanza de Dios y la concesi¨®n al hombre del dominio sobre la Tierra justifique una dominaci¨®n absoluta de otras criaturas¡±. Seg¨²n declara, se debe entender nuestro ¡°dominio¡± sobre el Universo ¡°en el sentido de administraci¨®n responsable¡±.

Sobre el tel¨®n de fondo de casi 2.000 a?os de pensamiento cat¨®lico sobre el ¡°dominio por el hombre¡±, se trata de un cambio revolucionario, pero en la enc¨ªclica figura otra declaraci¨®n que podr¨ªa tener consecuencias de mucho mayor alcance. Dicha declaraci¨®n, que apareci¨® originalmente en el Catecismo de la Iglesia cat¨®lica publicado por el papa Juan Pablo II en 1992, llama ¡°contrario a la dignidad humana causar innecesariamente el sufrimiento o la muerte de animales¡±. Para velar por que se advirtiera esa opini¨®n, Francisco la tuite¨®. (S¨ª, Francisco tuitea, mediante el nombre de usuario @Pontifex).

?Cu¨¢ndo son ¡°innecesarios¡± el sufrimiento y la muerte? Si podemos alimentarnos adecuadamente sin comer carne, ?acaso no est¨¢ la compra de carne causando innecesariamente la muerte de un animal o al menos contribuyendo a ella? ?Acaso la compra de huevos producidos por gallinas que han tenido una vida miserable, apretujadas en jaulitas de alambre, no est¨¢ causando innecesariamente el sufrimiento de animales o contribuyendo a ¨¦l?

?No contribuye a su sufrimiento criar pavos y gallinas apretujadas en jaulitas de alambre?

Antes de que el cardenal Ratzinger pasara a ser el papa Benedicto XVI, concedi¨® una entrevista en la que deplor¨® la ¡°utilizaci¨®n industrial de las criaturas¡±, como, por ejemplo, las gallinas que viven ¡°tan apretujadas, que pasan a ser simples caricaturas de aves¡±. Lamentablemente, ahora mismo decenas de miles de millones de gallinas son forzadas a vivir de esa forma; de hecho, el reino de la Humanidad est¨¢ lleno de animales que sufren innecesariamente.

Aunque los defensores de los animales imploraron a Ratzinger para que reiterara sus opiniones sobre el bienestar de los animales despu¨¦s de que pasara a ser Papa, nunca lo hizo. En cambio, cuando Francisco habl¨®, en El gozo del Evangelio, de ¡°seres d¨¦biles e indefensos que con frecuencia est¨¢n a merced de intereses econ¨®micos o de una explotaci¨®n indiscriminada¡±, pareci¨® referirse a los animales criados en granjas industriales.

Ahora, en Laudato si Francisco cita el pasaje del Evangelio de Lucas en el que Jes¨²s dice de las aves que ¡°Dios no olvida a ninguna de ellas¡±. Despu¨¦s, Francisco pregunta: ¡°Entonces, ?c¨®mo podemos maltratarlas o hacerles da?o?¡±. Es una pregunta id¨®nea, porque, en efecto, las maltratamos y en gran escala.

La mayor¨ªa de los cat¨®licos romanos participan en dicho maltrato, algunos criando gallinas y pavos de formas que procuran el m¨¢ximo beneficio reduciendo el bienestar de los animales, y la mayor¨ªa comprando los productos de las granjas industriales. Si el Papa puede cambiar esa situaci¨®n, habr¨¢ hecho, en mi opini¨®n, m¨¢s bien que ning¨²n otro papa de la historia reciente.

Peter Singer es profesor de Bio¨¦tica en la Universidad de Princeton y profesor laureado en la Universidad de Melbourne. Entre sus libros figuran Animal Liberation (Liberaci¨®n animal), Practical Ethics (?tica pr¨¢ctica), The Point of View of the Universe (El punto de vista del Universo, con Katarzyna de Lazari-Radek) y, el m¨¢s reciente, The Most Good You Can Do (El mayor bien que pod¨¦is hacer).

Traducido del ingl¨¦s por Carlos Manzano.

? Project Syndicate, 2015.??