Los ni?os que saben demasiadas cosas
Por Gema Maldonado, deSave the Children Espa?a(@SaveChildrenEs).
El mayor de los caprichos de Sergio es saborear el chupa chups con el que le recompensa su madre por ayudarle a hacer la compra. Aunque este capricho solo llega a veces y Sergio lo sabe. Sergio sabe cosas sobre las que otros ni?os no tienen ni idea. Sabe que si no hay chucher¨ªa de recompensa, es porque no hay dinero y no habr¨¢ m¨¢s chupa chups hasta el mes que viene. Mar¨ªa tiene 15 a?os, pero sus mayores preocupaciones no est¨¢n relacionadas con una asignatura que se le atraganta o con la pandilla del barrio. A ella le da miedo ver c¨®mo desahucian a sus vecinos y le pregunta a su madre qu¨¦ har¨¢n las dos y sus hermanos peque?os cuando a quienes vengan a echar de casa sea a ellos.
Mar¨ªa y Sergio saben los esfuerzos que cada d¨ªa hacen sus madres para que su infancia y adolescencia sean como las de cualquiera de sus amigos del barrio y de la escuela. Ellos son solamente dos de las ni?as y ni?os que viven en hogares en los que la madre es la ¨²nica responsable de su sustento y su crianza y sufren en primera persona la pobreza y la exclusi¨®n social. Y es que un 54% de los ni?os y ni?as de familias monomarentales viven en situaci¨®n de pobreza frente al 41,5% del conjunto de la poblaci¨®n infantil que sufre esta situaci¨®n en Espa?a. As¨ª lo recoge el informe M¨¢s solas que nuncaelaborado por Save the Children. Ambos porcentajes son escandalosos, pero desde luego no nos puede pasar inadvertido que si eres ni?o o ni?a y vives ¨²nicamente con tu madre, tienes muchas m¨¢s posibilidades de ser pobre.
La pobreza est¨¢ muy unida a la exclusi¨®n social, a la que est¨¢n expuestos casi la mitad (47,8%) de los ni?os y ni?as que viven en un hogar monomarental, frente al 25% del conjunto de la poblaci¨®n espa?ola que sufre este riesgo. Vivir situaciones de pobreza y exclusi¨®n social en la infancia deja huella en quienes las sufre y resulta m¨¢s dif¨ªcil romper con ellas y acabar con la pobreza intergeneracional.
Esta dificultad a?adida no emborrona los sue?os de Brahim, que vive con sus cuatro hermanos y su madre en un barrio dif¨ªcil de una de las muchas ciudades del sur de Madrid. Tiene 14 a?os y quiere estudiar. ¡°Me gustan mucho los coches, automoci¨®n me gusta y se puede hacer un m¨®dulo de formaci¨®n profesional. Pero si veo que el Bachillerato lo hago bien, pues tambi¨¦n me gustar¨ªa hacer INEF o una ingenier¨ªa¡aunque lo de la Universidad lo veo muy dif¨ªcil y para que mi madre se gaste el dinero para nada, mejor no hacerla. Me gustar¨ªa tener un trabajo, aunque no me guste, pero tener algo¡±.
Brahim, como Mar¨ªa y Sergio, tambi¨¦n sabe m¨¢s cosas que el resto. Sabe que, adem¨¢s de su pasi¨®n por los coches y sus entrenamientos en el equipo de balonmano del barrio, su cabeza est¨¢ ocupada por sus responsabilidades en casa y, especialmente, por su hermana peque?a. Ella sufre una discapacidad de m¨¢s de un 80% y en casa no hay dinero para llegar a fin de mes, as¨ª que mucho menos para contratar a alguien que les ayude. Su madre no puede sola con todo. ¡°F¨ªjate si la ayudar¨¦ que mi hermana s¨®lo dice mam¨¢ y mi nombre. Ayudo a mi madre a levantarla, la llevo a la ducha, la ponemos en el carro, en la cama y le doy los medicamentos¡±, explica orgulloso.
En Espa?a hay muchos m¨¢s ni?os que saben demasiadas cosas a su corta edad. Como Elena, que a sus diez a?os nunca le pide a su madre que la lleve al cine o a la piscina, porque sabe que su madre sufre al decirle que no pueden ir. Todos ellos son conscientes de que no pueden renovar las zapatillas que se caen de viejas y gastadas hasta que no llega el cheque-ayuda de Save the Children o que ponerse malos y necesitar un determinado tratamiento, es un problema casi inafrontable. Ni?os que sienten demasiado fr¨ªo en invierno y mucho calor en verano ¨Cel 37,8% de los hogares monomarentales no puede mantener la casa a temperatura adecuada- y que han visto la preocupaci¨®n de sus madres ante los avisos de cortes de luz, agua o tel¨¦fono (28,5%).
Muchos de ellos ya conocen lo que es sentir la angustia de vivir situaciones vitales duras, fruto de episodios de violencia de g¨¦nero y separaciones dolorosas a las que se une la falta de recursos econ¨®micos y de apoyos emocionales.
Sergio, Elena y Brahim forman parte de ese 54% de ni?os y ni?as de familias monomarentales que sufren situaciones de pobreza y exclusi¨®n social, una cifra que lo ¨²nico que ha hecho en los ¨²ltimos a?os es crecer, al igual que la tasa general de pobreza infantil. Todo ello en un pa¨ªs desarrollado cuyas medidas econ¨®micas en los ¨²ltimos tiempos reciben alabanzas de quienes dirigen organismos e instituciones financieras internacionales. Pero quiz¨¢ ellos no saben tantas cosas como los ni?os y ni?as de los que habla ¡®M¨¢s solas que nunca¡¯.
Desde Save the Children queremos que estas ni?as, ni?os y sus madres puedan salir de la espiral de pobreza en la que se encuentran y, adem¨¢s de proponer medidas que se lo permitan, hemos lanzado una petici¨®na los gobiernos para pedirles que se comprometan a #InvertirEnInfancia. No podemos dejar solas por m¨¢s tiempo a estas familias.
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