Hemos ca¨ªdo como moscas
?No s¨¦ si se acuerdan, pero antes guard¨¢bamos el dinero en nuestras casas. Entonces los banqueros nos dijeron: d¨¦jennos cuidar de su dinero. Antes, en las empresas, hab¨ªa pagadores que remuneraban nuestro trabajo, y los banqueros dijeron: domicilien sus n¨®minas en nuestras oficinas, nada m¨¢s seguro ni rentable. Tambi¨¦n nos ofrecieron tarjetas para efectuar c¨®modamente los pagos. Antes hab¨ªa cobradores de recibos, entonces los banqueros dijeron: domicilien sus recibos en nuestras oficinas, nada m¨¢s c¨®modo ni m¨¢s pr¨¢ctico, y as¨ª lo hicimos. Despu¨¦s pusieron a nuestra disposici¨®n unas m¨¢quinas que nos dispensar¨ªan el dinero, m¨¢s r¨¢pido, m¨¢s c¨®modo. Hoy, esos mismos banqueros nos cobran por mantener las cuentas que abrimos, las tarjetas que nos ofrecieron, las domiciliaciones que nos brindaron y hasta cuando disponemos de nuestro dinero en los cajeros autom¨¢ticos nos quieren cobrar por duplicado. Han ido tejiendo una tela de ara?a en la que hemos ca¨ªdo como moscas.¡ª Jos¨¦ Antonio Mart¨ªnez Lamoca.
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