Ni auton¨®micas ni plebiscitarias
Las elecciones del domingo ser¨¢n una prueba m¨¢s de que en Catalu?a no funciona el binomio Constituci¨®n/Estatuto de Autonom¨ªa como f¨®rmula de integraci¨®n en Espa?a
El historiador Borja de Riquer publicaba el pasado 30 de julio un art¨ªculo el La Vanguardia (El car¨¢cter del 27-S), en el que sosten¨ªa la tesis de que las elecciones del 27-S en Catalu?a ser¨¢n plebiscitarias, aunque jur¨ªdicamente no puedan serlo, porque la Constituci¨®n ni siquiera contempla la posibilidad de las mismas. El voto de los ciudadanos, escribe Borja de Riquer, las convertir¨¢ en plebiscitarias, de la misma manera que el voto a Solidaridad Catalana en 1907 convirti¨® unas elecciones legislativas normales en un plebiscito sobre el sistema de partidos de La Restauraci¨®n en Catalu?a o el voto a las candidaturas republicanas en las capitales espa?olas convirti¨® las elecciones municipales de 1931 en un plebiscito sobre La Monarqu¨ªa. Son los ciudadanos con su voto y no los partidos los que deciden el car¨¢cter que tienen unas elecciones.
Otros art¨ªculos del autor
Estoy de acuerdo con la tesis. Son los ciudadanos mediante el ejercicio del derecho de sufragio los que tienen la ¨²ltima palabra sobre la naturaleza de una convocatoria electoral. La ¨²ltima palabra en t¨¦rminos pol¨ªticos. Jur¨ªdicamente las elecciones solo pueden ser convocadas de la forma en que est¨¢n contempladas en el ordenamiento. Las municipales como municipales. Las auton¨®micas como auton¨®micas. Las generales como generales y las europeas como europeas. Pero el resultado de unas elecciones puede tener unas consecuencias pol¨ªticas que no guardan relaci¨®n con el car¨¢cter de la convocatoria de las mismas.
Bien lo sab¨ªa Adolfo Su¨¢rez cuando puso en marcha el momento electoral de La Transici¨®n. Primero, elecciones generales en junio de 1977. Despu¨¦s, una vez aprobada la Constituci¨®n, nuevamente elecciones generales en abril de 1979. Y despu¨¦s, primeras elecciones municipales en mayo de 1979. Las elecciones generales y municipales son compartimentos estancos y el orden de los factores no altera el producto. Jur¨ªdicamente es indiscutible. Pero pol¨ªticamente...
Lo normal es que no exista tensi¨®n entre la naturaleza pol¨ªtica y jur¨ªdica de una convocatoria electoral. Cuanto m¨¢s consolidado est¨¢ un sistema democr¨¢tico, m¨¢s excepcional es que tal tensi¨®n pueda siquiera llegar a producirse. Pero no es imposible que ocurra. Sobre todo cuando hay problemas constitucionales de naturaleza territorial sobre los que se ha generado un profundo desacuerdo, que es la situaci¨®n en que nos encontramos en Espa?a. Cuando esto ocurre, entonces la decisi¨®n de los ciudadanos en las urnas tiene la ¨²ltima palabra.
Ahora bien, estando de acuerdo con la tesis general, no lo estoy con la aplicaci¨®n de la misma al 27-S. En la lectura que hago de la informaci¨®n que transmiten los estudios de opini¨®n, tanto p¨²blicos, del Estado o de la Generalitat, como privados, no llego a la conclusi¨®n de que los ciudadanos van a convertir en plebiscitarias las elecciones del 27-S. Intentar¨¦ explicar por qu¨¦.
Los ciudadanos no van a dejar que se los lleve a donde no quieren ir y a que se les de gato por liebre
En primer lugar, porque esta no es la primera vez que el President Artur Mas convoca unas elecciones auton¨®micas como plebiscitarias. Las primeras las convoc¨® en 2012. CiU dispon¨ªa de 62 esca?os tras las elecciones celebradas en el oto?o de 2010 y gobernaba en unas condiciones de estabilidad parlamentaria que nadie pon¨ªa en cuesti¨®n. Y sin embargo, tras la multitudinaria manifestaci¨®n del 11 de septiembre de 2012, el President decidi¨® disolver el Parlament y convocar elecciones con la finalidad de obtener una mayor¨ªa "excepcional" adecuada al momento "excepcional" en que Catalu?a se encontraba. La imagen del cartel electoral del President apartando las aguas y dirigiendo a su pueblo a la tierra prometida lo dec¨ªa todo. La convocatoria de 2012 fue mucho m¨¢s plebiscitaria que esta de 2015. La de 2012 fue netamente plebiscitaria. Un President que disuelve anticipadamente y convoca para obtener una mayor¨ªa personal con la que dirigir el proceso hacia la independencia. Esta de 2015 no lo es de la misma manera. Ni de lejos.
En todo caso, los ciudadanos catalanes en 2012 le negaron el car¨¢cter plebiscitario a la convocatoria. Las elecciones de 2012 se convirtieron en unas elecciones no normales, porque en Catalu?a desde la publicaci¨®n de la STC 31/2010, nada es normal. Al haber dejado de estar operativo el binomio Constituci¨®n/Estatuto de Autonom¨ªa como f¨®rmula de integraci¨®n de Catalu?a en Espa?a, el sistema pol¨ªtico catal¨¢n carece de norma. Es una pura anormalidad. Lo estamos viendo todos los d¨ªas. Pero si en positivo es dif¨ªcil calificar las elecciones de 2012, en negativo no lo es. Desautorizaci¨®n absoluta de la convocatoria plebiscitaria del President. Esto es lo ¨²nico indiscutible de aquel resultado electoral, que, adem¨¢s, no ha dejado de ir a m¨¢s, como indican los resultados de las elecciones europeas de 2014 y las municipales del 24 de mayo. Y las de todos los sondeos. Conviene no olvidarlo. Y conviene no olvidarlo, porque se est¨¢ olvidando. No he le¨ªdo ni una sola referencia sobre esta primera convocatoria plebiscitaria de 2012 en estos dos ¨²ltimos a?os.
Mi interpretaci¨®n es que en 2015 los ciudadanos de Catalu?a le van a negar el car¨¢cter plebiscitario a las elecciones como lo hicieron en 2012. Los ciudadanos no van a dejar que se los lleve a donde no quieren ir y a que se les de gato por liebre. Esto es lo que se desprende de la informaci¨®n a la que se va teniendo acceso. Van a desautorizar a quienes ellos consideran que son los principales responsables de la situaci¨®n en que se encuentran las relaciones entre Catalu?a y Espa?a, el President Mas y el Presidente Rajoy. Aunque de manera muy distinta, las pol¨ªticas de confrontaci¨®n de las que ambos son protagonistas van a ser rechazadas. La mayor¨ªa va a ser una mayor¨ªa negativa que se va a canalizar a trav¨¦s de todas las candidaturas distintas a la de Juntos por el S¨ª y del PP. De una manera sumamente confusa, esto es lo que va a salir de las urnas el 27-S. De manera confusa, pero inequ¨ªvoca. No veo por ninguna parte la decantaci¨®n plebiscitaria del cuerpo electoral de Catalu?a con la que Borja de Riquer concluye su art¨ªculo.
Las elecciones del 27-S no van a ser ni auton¨®micas ni plebiscitarias. Van a ser un indicador m¨¢s de que el marco constitucional-estatutario que preside las relaciones entre Catalu?a y Espa?a ha dejado de cumplir la funci¨®n que cumpli¨® hasta 2010 y que, dentro de dicho marco, ya no es posible encontrar respuesta a la integraci¨®n de Catalu?a en el Estado espa?ol.
Javier P¨¦rez Royo es catedr¨¢tico de derecho constitucional en la Universidad de Sevilla.
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