C¨®mo un 'selfie' se convierte en un manifiesto pol¨ªtico adolescente
El movimiento #artho agrupa a agitadores de 16 a?os. Hablan de pol¨ªtica, discriminaci¨®n y arte
Los girasoles de Van Gogh como fondo de un selfie tomado por una adolescente afroamericana. Una joven latina que se fotograf¨ªa ante el espejo y, antes de subir la imagen a Instagram, superpone a su retrato la frase: ¡°La discriminaci¨®n positiva no es real¡±. Una captura de Twitter en la que alguien ha escrito: ¡°Usher no escribi¨® Confessions para que sig¨¢is teniendo amantes¡±. Una imagen de Frida Kahlo. Una colecci¨®n de fotograf¨ªas animadas (lo que en la Red se llama gif) donde una mujer explica que ¡°hay que hablar del feminismo blanco¡±. O una secuencia de pruebas fotogr¨¢ficas descartadas para la portada del primer disco de Janet Jackson (1982).
Para el ne¨®fito, entender en qu¨¦ consiste el movimiento #artho (o art hoe, pronunciado con el sonido 'ho' en ingl¨¦s) puede ser toda una prueba de destreza conceptual. Sin embargo, los integrantes de este fen¨®meno (casi siempre adolescentes) cuyo nombre vendr¨ªa a significar algo as¨ª como ¡°zorra artista¡± ('hoe' es 'zorra' en ingl¨¦s coloquial) lo han convertido en uno de los temas candentes de la temporada, tratado por medios como influyentes como Dazed y, sobre todo, intensamente debatido en su medio natural: internet. Estas son algunas de las claves que explican por qu¨¦ importa este nuevo movimiento.
1. DEMUESTRAN QUE LOS 'SELFIES' PUEDEN SER POL?TICOS
En una red social dominada por el narcisismo y por los contenidos aspiracionales ¨Ces decir, por im¨¢genes que reflejan c¨®mo queremos que nuestros seguidores perciban nuestra vida cotidiana, viajes, momentos de ocio o de trabajo¨C, no es habitual que los contenidos reivindicativos vayan m¨¢s all¨¢ de campa?as concretas (?recuerdan el Ice Bucket Challenge?).
Sin embargo, el tipo de selfies que prolifera en #artho tienen un doble valor, ya que est¨¢n elaborados por adolescentes POC, un acr¨®nimo que significa People of Color y que define a todas las procedencias ¨¦tnicas no cauc¨¢sicas: personas negras, asi¨¢ticas, latinas¡¡°Cuando creamos este movimiento quer¨ªamos erradicar los estereotipos que las personas de color soportamos¡±, escribe en su Tumblr Mars (@sensitiveblackperson), que fund¨® el movimiento junto a @2jam4u. ?Qu¨¦ mejor modo de dar visibilidad a personas de otras procedencias ¨¦tnicas que mostrar precisamente su aspecto f¨ªsico?
2. LOS ADOLESCENTES EST?N M?S POLITIZADOS DE LO QUE PENSAMOS
Puede que sea por la reciente legalizaci¨®n de las bodas homosexuales en Estados Unidos, por los incidentes de Ferguson o por una mezcla de todo ello, pero lo cierto es que hac¨ªa mucho que no ve¨ªamos chicos tan j¨®venes discutiendo abiertamente sobre ideas relacionadas con la identidad ¨¦tnica, sexual o cultural. De hecho, una de las personas que ha apadrinado abiertamente este movimiento es Amandla Stenberg, jovenc¨ªsima actriz de 16 a?os (conocida por interpretar a Rue en Los juegos del Hambre), que salt¨® a la palestra al cuestionar en un v¨ªdeo colgado en Youtube las pr¨¢cticas de apropiaci¨®n cultural de artistas como Katy Perry o Taylor Swift, a quienes acusaba de adoptar elementos de la cultura afroamericana despoj¨¢ndolos de su significado pol¨ªtico. En sus cuentas de la plataforma de internet Tumblr sus adeptos no s¨®lo se comparten im¨¢genes propias o de celebridades: tambi¨¦n se discute sobre feminismo o se denuncian agresiones racistas.
3. SUS ESTRATEGIAS NO DIFIEREN TANTO DE LAS DE OTROS ARTISTAS
Muchas de las im¨¢genes m¨¢s populares en el #artho son intervenciones sobre obras de artistas blancos a las que han superpuesto sus propias im¨¢genes mediante aplicaciones m¨®viles. As¨ª sucede por ejemplo con las de Van Gogh. En otros casos, la acci¨®n llega mediante el homenaje a artistas pertenecientes a otras procedencias ¨¦tnicas, como Frida Kahlo. Esta estrategia de apropiaci¨®n y resignificaci¨®n (?si pongo una imagen de Van Gogh me har¨¢s m¨¢s caso?) parece hecha para la era digital, pero no difiere tanto de obras de hist¨®ricos del arte pol¨ªtico como Kerry James Marshall (La Venus Negra, de 1992, cuestionaba los c¨¢nones de belleza euroc¨¦ntrica que propicia la Historia del Arte) o las Guerrilla Grrrls, que critican la representaci¨®n de la mujer en las Bellas Artes.
4. ES UN MOVIMIENTO DE LA ERA INTERNET
Aunque se define como movimiento, no es un grupo social definido, no tiene un n¨²mero delimitado de integrantes y no puede admitir o expulsar a nadie: es s¨®lo un hashtag que cualquiera puede emplear para etiquetar im¨¢genes que compartan las mismas inquietudes. Tampoco estas im¨¢genes aspiran a estar en galer¨ªas de arte ni a recibir el benepl¨¢cito de la cr¨ªtica, sino que florecen en Internet: son abiertamente anticomerciales, antiart¨ªsticas y antiformales. Cualquiera con un m¨®vil puede hacerlas. Y cualquiera con un ordenador o una tableta puede acceder a ellas de forma inmediata y sin filtros. Por ello, no extra?a que su hogar natural, adem¨¢s de Instagram, sea Tumblr, una plataforma con menos restricciones que otras (como Facebook o Twitter) muy popular entre los adolescentes y los artistas digitales.
¡°Tumblr determina totalmente lo me interesa y me preocupa, especialmente en temas de justicia social. Es una plataforma perfecta para hablar de los derechos de los negros y los transg¨¦nero, por ejemplo¡±, afirma Amandla Stenberg.
5. NO SE LIBRA DE LA POL?MICA
Pruebe a teclear la etiqueta y ver¨¢ que muchas de las im¨¢genes que encuentre no tienen nada que ver con lo que describimos; en muchos casos, es como si el hashtag se hubiera diluido de un modo genuinamente digital entre personas que lo emplean sin conocer su origen y significado. Internet es as¨ª (?recuerda cuando Paulina Rubio se pens¨® que el hashtag Pau2015, referido a las pruebas de acceso a la Universidad, se refer¨ªan a ella?), pero ah¨ª reside parte de su atractivo. Tambi¨¦n sus aspectos m¨¢s controvertidos: algunas voces cr¨ªticas sostienen que el movimiento art hoe se est¨¢ volviendo excesivamente blanco, y perdiendo su misi¨®n original: servir como herramienta para dar visibilidad a la diversidad ¨¦tnica, afectiva y sexual de los adolescentes de nuestro tiempo. En el fondo, poco importa: lo llamativo es que, del modo m¨¢s inesperado, Internet vuelve a sorprendernos y a demostrar que hasta el m¨¢s narcisista de sus lenguajes puede ser una herramienta pol¨ªtica.
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