?Discriminaci¨®n masculina? Seg¨²n esta campa?a viral, s¨ª

La revista india Maggcom lanz¨® hace dos d¨ªas la campa?a #dontmanscriminate (algo as¨ª como 'no discrimin¨¦is a los hombres'). En ella, varios se?ores amordazados se quejan de las presiones que sufren por parte de las mujeres y, al mismo tiempo, denuncian que no todos ellos participan de la violencia de g¨¦nero. Las im¨¢genes han corrido como la p¨®lvora en Facebook y Twitter.

T¨² tienes que acomodarme la silla porque el protocolo viene de una ¨¦poca en la que la ropa de las mujeres estaba dise?ada de tal forma que apenas pod¨ªamos movernos porque era la forma de demostrar el poder econ¨®mico de nuestro padre o marido, que se luc¨ªa a trav¨¦s de nuestros trajes. T¨² tienes que pagar la cuenta porque yo cobro el 70% por el mismo trabajo.

Por cierto: personalmente, jam¨¢s espero a que me acomoden el asiento, siempre espero que se pague a rondas, y todav¨ªa no ha habido un caso en que me haya interesado alguien y no se lo haya hecho saber.

Vamos a ver: yo puedo poner una denuncia falsa contra mi vecino de enfrente por agresi¨®n sexual. Tendr¨¦ que llevar un parte m¨¦dico, testigos, un v¨ªdeo, algo; por supuesto, tendr¨¦ que probarlo. En un estado de derecho no espero otra cosa, pero tambi¨¦n s¨¦ que son pruebas de las que a veces no dispone una v¨ªctima real de agresi¨®n sexual porque en un gran porcentaje de los casos todo esto pasa en la intimidad de la familia, de la pareja, de las amistades; en c¨ªrculos que pensamos que son seguros hasta que de pronto dejan de serlo. Nadie dice que tu hermano sea un violador. Pero quiz¨¢ si tu hija tiene miedo de quedarse a solas con ¨¦l tendr¨ªas que revisar qu¨¦ est¨¢ pasando. Y como demuestra la iniciativa de No son depravados, esto no se hace con suficiente frecuencia o agilidad.

El problema no es la desesperaci¨®n, sino la cantidad de estad¨ªsticas que apuntan a ese porcentaje de hombres que, cuando no obtienen una respuesta positiva, abusan por la fuerza. El problema es que las violaciones a hombres se ejecutan tambi¨¦n por parte de hombres. El problema es que hacen falta campa?as como ¡°This Doesn¡¯t Mean Yes¡± porque hay hombres que confunden cualquier cosa con un s¨ª, y esos hombres suelen tener la capacidad de dominar f¨ªsicamente a las mujeres que no quieren acostarse con ellos. El problema es que una parte preocupante de la poblaci¨®n masculina reconoce haber emborrachado a una mujer para tener sexo con ella despu¨¦s de que le rechazase. El problema es que esos chupitos gratis, esas copas gratis, forman parte de la idea normalizada de que muchas mujeres borrachas son un reclamo para los hombres porque no dir¨¢n que no a tener relaciones sexuales. El problema es que te expulsan de la universidad por copiar pero no por violar a tus compa?eras. Disculpa que mi consentimiento se entrometa en tus necesidades sexuales, pero s¨ª, la cosa va de eso.

?A d¨®nde queremos llegar?

Cuando se dice #YesAllWomen (el hashtag que quer¨ªa visibilizar las agresiones sexuales a las que toda mujer se ha visto expuesta a lo largo de su vida s¨®lo por ser mujer) lo que se dice es que ninguna mujer ha conseguido vivir sin estar expuesta a sufrir una posible agresi¨®n sexual. Sujeto, verbo, predicado. Ninguna mujer, independientemente de sus recursos o su situaci¨®n de partida ha sido capaz de protegerse de las agresiones sexuales. Con esto se quiere decir que los discursos sobre todo lo que podemos hacer para que no nos violen (las gu¨ªas como esta) no nos valen. En lugar de pedir a las mujeres que no caminen por calles solitarias, habr¨ªa que educar a los agresores potenciales.

La respuesta inmediata es otro hashtag: #NotAllMen. No, claro que no. Si todos los hombres matasen a sus parejas ya no quedar¨ªan mujeres. Lo cual ser¨ªa un problem¨®n porque los humanos sobrevivimos gracias a la reproducci¨®n sexual. Estos hombres est¨¢n tan acostumbrados a ser el centro de todas las conversaciones que no parecen ser capaces de entender que no se est¨¢ hablando de ellos. ?Se sienten igual de ofendidos con las campa?as contra la obesidad, o los accidentes de tr¨¢fico?

No. Porque aunque no todos los hombres matan a sus parejas y aunque no todos los hombres son agresores sexuales, todo lo que antecede a los asesinatos y las violaciones s¨ª tiene un car¨¢cter m¨¢s global del que nos gustar¨ªa pensar.

Cuando un hombre asesina a su pareja, algunos medios dicen que ¡°la han encontrado muerta¡± en lugar de "la han asesinado", y las personas que comentan las noticias (hombres y mujeres) claman, ¡°?c¨®mo no denunci¨®?¡±. Sin embargo, cuando, a la vista de los datos, se denuncia que hay un problema cuando la inmensa mayor¨ªa de los asesinatos de mujeres son a manos de sus novios o ex novios (maridos, amantes, da igual; hombres que se relacionaban con ellas sexual y afectivamente), esas mismas personas se dedican a hablar de denuncias falsas que interponen malas mujeres para chantajear a los hombres con sus hijos. Pero no, se?ores, los datos demuestran que no ¡°depende de m¨ª¡±: demuestran que tras la denuncia los procedimientos judiciales y policiales no son suficientemente ¨¢giles y que es posible que la persona a la que denuncio me mate o mate a mis hijos.

Han muerto m¨¢s mujeres a manos de sus parejas que a manos de ETA. Nadie dec¨ªa que todos los vascos matasen gente. Nadie dice ahora que todos los hombres maten a sus mujeres. Pero s¨ª tenemos claro que si no est¨¢is dispuestos a reconocer que esto es un problema, sois parte de ¨¦l.