Eufemismos
En Catalu?a todo fue oasis mientras ERC hizo de tab¨² y CiU, de eufemismo.
Reconociendo por la v¨ªa de urgencia que Artur Mas (su n¨²mero cuatro) ser¨¢ el presidente de la Generalitat si el 27 de septiembre gana Junts pel S¨ª, Ra¨¹l Romeva (n¨²mero uno) hizo un gran sacrificio por la causa pero un flaco favor a la filolog¨ªa. De la aritm¨¦tica, ni hablamos. Este a?o que se conmemora el aniversario de Alicia en el pa¨ªs de las maravillas no paran de recordarnos el aviso de Humpty Dumpty: ¡°No importa qu¨¦ signifiquen las palabras, lo que importa es saber qui¨¦n manda¡±. La medalla de oro ser¨¢ para el cuarto.
Si las matem¨¢ticas tienen mala soluci¨®n, el roto filol¨®gico es todo un drama. Los ling¨¹istas definen como tab¨² aquellas palabras que evitamos por motivos sociales o supersticiosos. Su ant¨ªdoto es el eufemismo, ya saben. Como los gobernantes consideran de mala educaci¨®n llamar a las cosas por su nombre ¡ª?recuerdan la gloriosa desaceleraci¨®n?¡ª, el lenguaje pol¨ªtico est¨¢ lleno de eufemismos, tanto que hace ya a?os que se hizo carne, como el verbo b¨ªblico. Casi todos los partidos tienen un pol¨ªtico tab¨² (que dice lo que quiere) y uno eufemismo (que dice lo que conviene). Poli bueno, poli malo. Durante a?os, por ejemplo, el tab¨² del PNV era Xabier Arzalluz y el eufemismo, el lehendakari de turno. La dial¨¦ctica entre autonomismo e independentismo no es m¨¢s que eso: no dos almas de un mismo partido sino dos ramas de la sem¨¢ntica. En el fondo, el error de Ibarretxe fue creerse tab¨² por una noche.
En Catalu?a todo fue oasis mientras ERC hizo de tab¨² y CiU, de eufemismo. La coalici¨®n conservadora estaba acostumbrada a decir ¡°crisis¡± en Madrid y en Barcelona, ¡°desaceleraci¨®n¡±, pero cuando la calle se llena de tab¨²es que te culpan de recortar las s¨ªlabas, uno manda a paseo las reglas de la concordancia. Dec¨ªa el cl¨¢sico que dentro de todo gordo hay un flaco que pide auxilio. Pues lo mismo: dentro de todo eufemismo hay un tab¨² que se muerde las u?as. Por eso son una inc¨®gnita los gobiernos de Podemos: a veces se despistan y anuncian con voz de poli bueno que desacatar¨¢n las leyes que consideren injustas. Principiantes. Lo que hacen los eufemismos de toda la vida es callarse como una hache muda y darle el cambiazo a la Constituci¨®n cualquier noche de agosto.
Como se ve, el problema de Romeva no fue pol¨ªtico sino gramatical: no sab¨ªa que en su lista el tab¨² es Artur Mas y ¨¦l, el eufemismo. Lo suyo fue como decir que al d¨ªa siguiente de las elecciones las palabras de g¨¦nero masculino se podr¨ªan usar en femenino, algo que en Catalu?a solo se le permite a Johan Cruyff. Todo aclarado. Ya sabemos que el d¨ªa 27, gane quien gane, ganar¨¢ la banca. Catalana.
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