Palacios en la arena

Muchos ya ni se llaman chiringuitos, sino beach clubs (clubes de playa). Ofrecen una situaci¨®n privilegiada en las playas m¨¢s id¨ªlicas, una decoraci¨®n m¨¢s propia de un palacio que de un bar sobre la arena, los manjares m¨¢s codiciados o la posibilidad de cenar o contemplar una puesta de sol junto a celebridades nacionales e internacionales. La mayor¨ªa tiene unos precios al alcance de pocos, pero algunos no basan su categor¨ªa de lujosos en lo elevado de la cuenta, aunque eso suponga que sea casi imposible encontrar sitio en temporada alta. Lo que todos tienen en com¨²n es la disparidad de opiniones de sus clientes. En webs especializadas como Tripadvisor, se comprueba f¨¢cilmente que estos locales generan pol¨¦mica. Como la suscitada recientemente por el chiringuito de Formentera Juan y Andrea y sus presuntos precios abusivos, tras la publicaci¨®n de un tuit de un usuario que pag¨® 337 euros por una comida para dos personas. En este caso y en todos los dem¨¢s, los detractores de estos locales y sus defensores se cuentan a partes iguales, aunque cada chiringuito tenga sus peculiaridades todos comparten un mismo concepto: el del lujo en la playa.

La idea de un d¨ªa de playa sofisticado, con camas balinesas bajo palmeras y degustando platos elaborados con c¨®cteles de champ¨¢n tiene el nombre de una franquicia: Nikki Beach. Con locales en Miami, Ibiza, Mallorca, Saint Tropez o Bali, su primer local en Espa?a, el de Marbella, es punto de encuentro de millonarios y vips que visitan la Costa del Sol. La carta va desde los 4 euros por pieza de Sashimi a los 1.400 euros del caviar. Seg¨²n afluencia y temporada, la entrada puede costar 50 euros por persona con una botella de champ¨¢n para dos, eso s¨ª, sin acceso a las camas ni a la piscina. Un usuario asegura haber pagado 42 euros por 3 cervezas. El aparcamiento son 25 euros m¨¢s. Para muchos, demasiado para terminar siendo una fiesta de grupos de j¨®venes borrachos sin camiseta haciendo ostentaci¨®n de poder¨ªo econ¨®mico mientras pincha un DJ. Para otros tantos, precios justos para un ambiente ideal, un servicio excelente y un sushi artesanal.

Un ejemplo parecido es el de Blue Marlin Ibiza, que en pocos a?os se ha convertido en lugar de referencia de las fiestas playeras m¨¢s glamourosas de la isla pitusa. Mucho postureo, y muchas caras conocidas, por ejemplo futbolistas. El sitio ¡°al que hay que ir¡±. Por tierra o por mar, ya que tiene servicio para los yates que se acercan a degustar sus platos o disfrutar de su cartel de eventos con los mejores DJs. En su web oficial anuncian que en 2011 y 2012 fueron los mayores vendedores de champ¨¢n de la isla. Un tubo de cerveza 9 euros. 18 euros cada hamaca con una consumici¨®n m¨ªnima exigida de 50, y 100 euros las camas. Las malas cr¨ªticas se centran en que al estar demasiado lleno, el buen trato se centra en los clientes que m¨¢s gastan, es decir, los que tiran de cama y champ¨¢n. Los dem¨¢s al parecer dejan de existir.

El lujo de la Cova d¡¯en Xoroi, en Menorca, est¨¢ marcado por su ubicaci¨®n y sus impresionantes vistas, las mejores de la isla seg¨²n muchos. Una terraza sobre un acantilado de gran altura orientado a la puesta de sol da paso a una discoteca dentro de una cueva natural. La enorme afluencia de p¨²blico ha hecho que el acceso se haya distribuido en tres sesiones: d¨ªa, noche y, la m¨¢s solicitada, atardecer. Los precios de esta ¨²ltima son 12,50 euros la entrada con refresco incluido. La cama super vip con vistas a la puesta de sol para 2 personas cuesta 250 euros desde las 19.15 de la tarde hasta que termina la sesi¨®n, sobre las 22.00. Para algunos, demasiado masificado y comercial, y el trato vuelve a depender de cu¨¢nto se va a gastar. Para la mayor¨ªa, un marco incomparable y un imprescindible de la isla.

Por ¨²ltimo, en la lista de los mejores chiringuitos de cada a?o siempre se cuelan otros locales que ofrecen ubicaciones y decoraci¨®n inolvidables pero a precios populares. Tambi¨¦n en Ibiza, destaca el Sunset Ashram, uno de los sitios m¨¢s emblem¨¢ticos de los atardeceres ibicencos. Con self-service de ensaladas, bocadillos y pizzas, y los c¨®cteles a una media de 7 euros, cada d¨ªa centenares de personas se acercan a este chiringuito de est¨¦tica hippy con la idea de que el lujo a veces consiste en un ambiente agradable y un enclave espectacular, aunque no sea tan c¨®modo y exclusivo.