Otl Aicher y el paisaje del tiempo
El dise?ador gr¨¢fico alem¨¢n Otl Aicher (1922-1991) fue uno de los fundadores de la escuela de Ulm. Dise?¨® logotipos e im¨¢genes corporativas para Lufthansa o Braun y la se?al¨¦tica de los Juegos Ol¨ªmpicos de Munich. Tambi¨¦n escribi¨® numerosos libros ¨Ccomo El mundo como proyecto (Gustavo Gili)- en los que, a partir de sus dudas, fue perfilando una ¡°filosof¨ªa del hacer¡± y dibujando un retrato del tiempo en que le toc¨® vivir.
Los siguientes fragmentos provienen del volumen Anal¨®gico y digital (traducido al castellano por Yves Zimmermann). El libro recoge una serie de art¨ªculos reunidos a lo largo de m¨¢s de una d¨¦cada en los que Aicher advierte que anteponer lo abstracto a lo concreto crea una falsa jerarqu¨ªa que resulta fatal para la cultura.
¡°El reloj digital se deja leer con precisi¨®n de segundos. Da magnitudes num¨¦ricas exactas, pero el paisaje del tiempo, si es por la ma?ana o por la tarde, si es demasiado pronto o demasiado tarde, lo entiendo mejor a partir de la posici¨®n de una manecilla en un reloj de esfera. La esfera es como un mapa: ambas manecillas hacia arriba indican que es mediod¨ªa; la manecilla peque?a a la izquierda se?ala la ma?ana o el tiempo despu¨¦s del trabajo, la peque?a indica la tarde. Con el reloj num¨¦rico debo trasladar primero el valor del tiempo al paisaje del tiempo. El reloj de agujas transmite la localizaci¨®n, el sentido del tiempo, pero es menos preciso¡±.
¡°La comunicaci¨®n anal¨®gica produce comprensi¨®n porque est¨¢ acoplada a la percepci¨®n sensorial, ante todo con el ver¡±.
¡°Napole¨®n nunca hubiera ganado sus batallas si no hubiera podido abarcar desde la altura de una colina la situaci¨®n como un campo relacional.
El conocimiento digital es preciso, pero no tiene valoraci¨®n. Napole¨®n no necesitaba contar. La cifra exacta no era lo importante. Comparaba la imagen de sus caballos con la de la caballer¨ªa enemiga. La comparaci¨®n hac¨ªa posible el c¨¢lculo¡±.
¡°El hombre piensa con los medios de la percepci¨®n, y percibe con ayuda del pensar. Su pensar es anal¨®gico, vidente. Percibir y pensar son dos aspectos de un mismo proceso.
Pensamos en im¨¢genes por eso es fundamental percibir diferentes contenidos unos al lado de otros. En la posibilidad de comparar y valorar estar¨ªa constituida nuestra libertad¡±.
A partir de la Ilustraci¨®n domin¨® una cultura del pensar y del escribir. Pero el siglo XX ha aprendido que hay un lenguaje visual. Hemos aprendido a leer s¨ªmbolos, im¨¢genes y signos. Eso es nuevo. El siglo XIX no fue visual. La historia y la literatura sosten¨ªan la conciencia cultural. Los carteles llegaron con el siglo XX. Tambi¨¦n las revistas ilustradas. La revoluci¨®n rusa fue un acto de agitaci¨®n visual y Wittgenstein anot¨® que comprender un estado de cosas significa hacerse una imagen de ¨¦l¡±.
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