La broma

La aventura independentista de Artur Mas recuerda a la pel¨ªcula Fargo de los hermanos Coen, premiada con un Oscar al mejor guion. Fargo es un peque?o pueblo de Dakota del Norte. All¨ª un tal Jerry, yerno de un ricach¨®n, un pobre diablo metido en apuros econ¨®micos, contrata a dos descerebrados y concierta con ellos que secuestren a su mujer para pedir el rescate a su suegro y repartirse el dinero. El secuestro se produce sin problemas, pero de camino a la caba?a donde los malvados piensan retener a la chica, un polic¨ªa da el alto al coche para multarlo por exceso de velocidad. En medio de la discusi¨®n uno de los secuestradores se pone nervioso, dispara sobre el polic¨ªa y lo mata. El asunto se complica a¨²n m¨¢s porque esta escena ha sido presenciada casualmente por dos testigos a los que no hay m¨¢s remedio que liquidar. A la hora de pagar el rescate el suegro de Jarry, que es un tipo duro y avaro, quiere hacerlo por s¨ª mismo puesto que se trata de su hija. Llega a la caba?a donde uno de los secuestradores, que custodia a la chica, lo toma por un polic¨ªa y ambos se l¨ªan a tiros. En resumen, un lelo entrampado en deudas, unos secuestradores patosos y un suegro codicioso y duro de mollera convierten en un ba?o de sangre lo que parec¨ªa un juego, casi una broma. Puede que Artur Mas, heredero de Pujol, pensara resolver sus problemas pol¨ªticos y econ¨®micos jugando a secuestrar un poco a Catalu?a para pedir rescate al Estado, pero el enredo soberanista se ha complicado y Mas en su huida hacia adelante lo ha convertido en un fatal desprop¨®sito. En este maldito embrollo, de momento, no hay violencia, solo torpeza, pero si Artur Mas es Jerry y su suegro es el Estado gobernado por un Rajoy sin cintura, a los espectadores de esta tragicomedia les toca decidir cu¨¢l de estos dos personajes es m¨¢s cerril y m¨¢s torpe.