El ni?o

Esta semana se pod¨ªa escribir de muchas cosas en una columna como esta. Es viernes; su calendario, su m¨®vil, sus ganas, se lo gritar¨¢n. Y esta una secci¨®n fresquita, ¨¢gil, ligera, para acabar, preferentemente, con una sonrisa. Que estamos de vuelta al cole, y la frase m¨¢s escuchada es "s¨ª, hoy es mi primer d¨ªa", en boca de gente morena.

Habr¨ªa mucho de qu¨¦ hablar. Porque esta semana ha habido unos premios de esos que por sus looks pasan a premiazos. Hemos tenido a Miley Cyrus con un poliesp¨¢n firmado por ?gatha Ruiz de la Prada y al rapero m¨¢s famoso del mundo con la mujer m¨¢s famosa del mundo (y el culazo m¨¢s ¨ªdem del ¨ªdem) diciendo que quiere ser (?ser¨¢?) presidente de EE?UU.

Y tambi¨¦n se ha tuiteado de la cantante m¨¢s famosa/misteriosa de los ¨²ltimos tiempos. Ha perdido 68 kilos (?o 68 libras? ?O acaso a alguien le importa?), siendo alabada y criticada, abriendo informativos y haciendo la mejor precampa?a de marketing que se recuerda en tiempos. Se ha hablado de una presentadora sorprendida y sorprendiendo porque resulta que le han censurado una sombra de un pez¨®n en una red social. S¨ª, se?ores: una sombra de un pez¨®n. Qu¨¦ mundo.

Pero yo me siento a escribir de todas esas fant¨¢sticas frusler¨ªas y solo veo en mi cabeza a un ni?o, que apenas sabr¨ªa andar, ahogado en una playa de Turqu¨ªa. Que no volver¨¢ al cole ni ser¨¢ presidente ni crecer¨¢ ni engordar¨¢ ni adelgazar¨¢. Que no ser¨¢ censurado en redes sociales, porque apenas tiene rostro ni nombre. Y se quitan las ganas de escribir de todo y nada. Aunque quiz¨¢ esa nada sea ahora m¨¢s necesaria que nunca. Para ayudarnos a tragarnos el todo.