Otra Europa
La UE debe adaptar sus estructuras y pol¨ªticas a la crisis de los refugiados
![Refugiados piden ayuda en la estaci¨®n de Bicske, a 40 kil¨®metros de Budapest.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/QBQI7PWEDYX7LIRSPRLZO4NVUU.jpg?auth=01e189f7faeb2ad2982e58782981304c93235a7eef40bf52ae8233037a38513d&width=414)
Ha costado, pero parece que Europa est¨¢ dando los pasos necesarios para el cambio de pol¨ªtica que la crisis de los refugiados exige. La Comisi¨®n Europea propondr¨¢ el reparto de 120.000 refugiados m¨¢s entre los 28 miembros de la UE, lo que sumados a los 40.000 propuestos anteriormente, sumar¨ªan un total de 160.000. La cifra, aunque considerable, es apenas una parte de todos los refugiados que habr¨¢n llegado este a?o a Europa. Pero m¨¢s importante que la cifra es el prop¨®sito de dise?ar un mecanismo permanente, autom¨¢tico y obligatorio de reparto. Para afrontar esta crisis con alguna garant¨ªa de ¨¦xito es preciso que los pa¨ªses miembros asuman la dimensi¨®n global del problema. Desde este punto de vista, es positivo que el Gobierno espa?ol haya rectificado y anuncie que acoger¨¢ la cuota de refugiados que le corresponda.
Ning¨²n pa¨ªs puede afrontar solo este desaf¨ªo. Es un reto para toda Europa y no solo para los pa¨ªses de llegada ¡ªque lo son por su posici¨®n geogr¨¢fica¡ª ni tampoco para los que, como Alemania, concentran el mayor n¨²mero de peticiones de asilo, por haber sido hasta ahora m¨¢s generosos que los dem¨¢s. Solo en agosto Alemania ha recibido 104.000 solicitudes. Por mucho que sea el pa¨ªs con mayor capacidad econ¨®mica y demogr¨¢fica de Europa, es evidente que no puede ni debe asumir en solitario una avalancha que al finalizar el a?o podr¨ªa alcanzar los 800.000 refugiados.
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En esta crisis, Alemania es un ejemplo a seguir. Tiene el m¨¦rito de no haber rehuido el problema y su autoridad moral es, en esta cuesti¨®n, indiscutible. No solo por la pol¨ªtica de su Gobierno, con Angela Merkel ejerciendo un liderazgo continental muy necesario; tambi¨¦n por el compromiso de sus ciudadanos. Muchos alemanes han salido al encuentro de los refugiados para ofrecerles su ayuda, arrinconar las voces xen¨®fobas y contrarrestar las 336 agresiones registradas este a?o contra centros de acogida, la mayor¨ªa de ellas perpetradas por grupos neonazis. Es esperanzador ver c¨®mo tambi¨¦n en Espa?a y otros pa¨ªses se moviliza la solidaridad ciudadana. Pero los grupos y partidos xen¨®fobos siguen ah¨ª, dispuestos a sacar r¨¦dito pol¨ªtico: el mejor ant¨ªdoto es una gesti¨®n comunitaria amplia, compartida y de largo alcance. No cabe otra opci¨®n. La alternativa es la disgregaci¨®n pol¨ªtica y el retroceso en avances como la libre circulaci¨®n de las personas, para precipitarse hacia un escenario de nacionalismos amurallados y militarizaci¨®n ca¨®tica de las fronteras.
Europa tiene que hacer de la necesidad virtud, mirar a largo plazo y afrontar esta crisis como una oportunidad para avanzar en la uni¨®n y reforzarse. Su demograf¨ªa no es boyante. Con 507 millones de habitantes, necesitar¨¢ a corto y medio plazo contingentes migratorios con los que apuntalar su econom¨ªa. Los refugiados que llaman ahora a sus puertas pueden contribuir a ese futuro, como los exiliados espa?oles contribuyeron al de M¨¦xico y otros pa¨ªses que les acogieron. Muchos de los que llegan son j¨®venes y familias con ni?os que saben que no podr¨¢n volver durante mucho tiempo a sus pa¨ªses y que no se resignan a dar a sus hijos el horizonte sin futuro de un campamento de acogida. Su esperanza est¨¢ en Europa. Y Europa puede construirse mejor siendo generosa con ellos.
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