?D¨®nde guardamos un rascacielos?

En el ¨²ltimo pleno de 2014, el Ayuntamiento de Madrid aprob¨® una llamativa disposici¨®n que le llegaba rebotada de la Comisi¨®n Regional de Patrimonio Hist¨®rico. El edificio Espa?a ¡ªdurante d¨¦cadas el rascacielos m¨¢s alto del pa¨ªs, inaugurado en 1953¡ª deb¨ªa perder su protecci¨®n urban¨ªstica estructural: el interior podr¨ªa ser derribado por sus due?os para hacer lo que quisieran. Nuevos tiempos, nuevas necesidades, se felicitaron los ediles. La estructura y materiales con los que fue erigido en los tiempos en que Espa?a aspiraba sin ¨¦xito al Plan Marshall (los ni?os de entonces en vez de New Balance llevaban alpargatas y los edificios se constru¨ªan con cemento mezclado en mitad de la calle) no parec¨ªan los m¨¢s adecuados para una ciudad que ahora hac¨ªa gala de sus superestructuras (6.000 millones de deuda).

Solo ser¨ªa necesario, en caso de querer rehabilitarlo, mantener la fachada. Es decir, el Consistorio que encabezaba Ana Botella demostr¨® que lo que estaba protegido se pod¨ªa desproteger sin problemas. Pero, ?para qu¨¦ se protegi¨® entonces? La testuz del mastodonte de ladrillo y piedra que da a la c¨¦ntrica plaza de Espa?a tiene 113 metros de altura, pero solo 30 cent¨ªmetros de grosor. La entonces delegada de Urbanismo justific¨® la desprotecci¨®n diciendo que como la torre estaba muy degradada al llevar a?os deshabitada, permitir que solo se salvasen sus caras p¨¦treas era ¡°de una sensatez obvia desde el punto de vista de la garant¨ªa jur¨ªdica¡±. Del aspecto t¨¦cnico no mencion¨® nada, lo cual no extra?a ya que no se conoce en el mundo ciudad que haya sido capaz de mantener una fachada as¨ª ¡ªla superficie de un campo de f¨²tbol¡ª sin que termine siendo un castillo de naipes. Pero todo es posible, tambi¨¦n es verdad.

Unos meses antes, el multimillonario Wan Jianlin ¡ªuna de las mayores fortunas de China¡ª lo hab¨ªa adquirido al Santander, que a su vez se lo hab¨ªa comprado a la constructora Metrovacesa. Jianlin quer¨ªa levantar en el interior apartamentos, comercios y un hotel. Todo de lujo. El Ayuntamiento lo ve¨ªa bien, hasta que alguien cay¨® en la cuenta ¡ªdespu¨¦s de haber pagado 265 millones¡ª de que ni desprotegi¨¦ndolo era factible la reforma t¨¦cnicamente. Un fallo lo tiene cualquiera. Hab¨ªa que desmontarlo piedra a piedra, y luego reconstruirlo.

Entonces se lo comentaron a la nueva alcaldesa, Manuela Carmena, que puso cara de circunstancias. ¡°?Y ahora qu¨¦ hacemos?¡±. ¡°Pues mantener la legalidad¡±, vino a sentenciar la exjueza.

Imag¨ªnense c¨®mo se mantiene en pie una superficie mayor que el c¨¦sped del Bernab¨¦u puesta de canto y en mitad de la plaza de Espa?a. No vale pensar en unos inmensos tirantes que la sostengan, porque eso obligar¨ªa a que estos tuvieran que ser anclados casi en el Sal¨®n del Trono del Palacio Real o en el despacho de Rajoy en La Moncloa. ¡°Pues nada, lo desmontamos y lo volvemos a levantar¡±, replicaron los asesores. ¡°Ya, ?y d¨®nde se guardan las miles de toneladas m¨¦tricas de ladrillos y piedras protegidas?¡±. ¡°No es problema. Ya buscaremos una soluci¨®n. Como con las fachadas¡±. Y sonrieron.