Mensajes sobre China

Transmitir tranquilidad ha sido la pretensi¨®n del comunicado del G?20 tras la reuni¨®n de sus ministros de finanzas y gobernadores de bancos centrales celebrada el viernes y el s¨¢bado en Ankara. Han tratado de no alimentar la inquietud acerca de una situaci¨®n de la econom¨ªa mundial poco confortable de la que daba cuenta el informe previo del FMI. Aceptan el diagn¨®stico de esta instituci¨®n, pero son m¨¢s optimistas acerca del futuro inmediato. Hasta el punto de que no consideran necesario adoptar acci¨®n alguna de coordinaci¨®n entre los Gobiernos de esas econom¨ªas que representan el 85% de la producci¨®n global de bienes y servicios.

Sobre los dos asuntos centrales que preced¨ªan esa reuni¨®n ¡ªla capacidad de las autoridades chinas para frenar la desaceleraci¨®n y los efectos que una prematura elevaci¨®n de tipos de inter¨¦s en EE?UU tendr¨ªa sobre la econom¨ªa global¡ª no manifiestan especial inquietud. Y es suficientemente expl¨ªcita la aceptaci¨®n de las devaluaciones que decidi¨® el banco central chino en agosto. Lejos de ser interpretadas como decisiones favorecedoras de la competitividad de las exportaciones chinas, consideran que son un paso m¨¢s en la normalizaci¨®n de la pol¨ªtica cambiaria de la segunda econom¨ªa del mundo. Nada que ver, seg¨²n el G?20, con la temida guerra de divisas a la que conducir¨ªa una sucesi¨®n de devaluaciones competitivas de los pa¨ªses m¨¢s dependientes de sus exportaciones.

Tampoco pueden deducirse de esas conclusiones temores acerca de las consecuencias de una eventual subida de tipos de inter¨¦s por la Reserva Federal en su reuni¨®n del 16 de septiembre. Una complacencia que contrasta con la incertidumbre que sigue dominando los mercados financieros, y con las recomendaciones del FMI de aplazar cualquier endurecimiento de las pol¨ªticas monetarias a tenor de la desaceleraci¨®n del crecimiento global, de la baja intensidad de la inversi¨®n y del elevado desempleo en la mayor¨ªa de las econom¨ªas.