"Me bastaba mover la mano para que chillaran, como si fuera el Papa¡±

Seis meses. Ese es el tiempo que Adam Jezierski (Varsovia, 1990) estuvo sin empleo despu¨¦s de rodar su ¨²ltimo episodio de F¨ªsica o qu¨ªmica, la serie de ficci¨®n juvenil que le catapult¨® a la fama. ¡°Tras cuatro temporadas en un producto de ¨¦xito, aquello me sirvi¨® para aprender que esta profesi¨®n no es una ciencia exacta¡±, recuerda ahora. Era inevitable comenzar la entrevista hablando de su trabajo en una serie que, aunque emiti¨® su ¨²ltimo cap¨ªtulo hace m¨¢s de cuatro a?os, permanece como el ¨²ltimo gran fen¨®meno de la ficci¨®n juvenil espa?ola. Minutos antes, alguien le ha dejado un comentario en Instagram donde le llama Gorka, como su personaje. ¡°Es que ¨¦ramos como los Beatles¡±, sonr¨ªe, y recuerda lo sucedido al d¨ªa siguiente del estreno del primer cap¨ªtulo. ¡°Iba caminando por la Gran V¨ªa, la gente se me quedaba mirando y yo no pod¨ªa dejar de sonre¨ªr. Me sent¨ªa muy tonto¡±. O el modo en que los fans le aclamaban en el festival de M¨¢laga. ¡°Me bastaba mover la mano para que chillaran, como si fuera el Papa¡±, relata.

Me bastaba mover la mano para que chillaran, como si fuera el Papa¡±

?Pens¨® entonces que alg¨²n d¨ªa recordar¨ªa la serie con nostalgia? ¡°Eso ha venido despu¨¦s, cuando he comprendido que aquello no se va a repetir¡±, cuenta. ¡°Fue algo excepcional, ¨¦ramos 12 actores de la misma edad y est¨¢bamos tan ilusionados que nadie se par¨® a pensar que aquello pod¨ªa no salir bien¡±. Fue ¨¦l mismo quien decidi¨® abandonar la serie antes de tiempo. ¡°Ten¨ªa muy claro que no me quer¨ªa quedar mucho tiempo, porque ten¨ªa un personaje tan potente que tem¨ªa que me encasillaran, as¨ª que el primer d¨ªa de rodaje de la cuarta temporada avis¨¦ de que me iba¡±. ?Capricho o determinaci¨®n? ¡°Era un chaval, pero ya ten¨ªa claro que quer¨ªa ser actor¡±, asegura.

Tras aquellos seis meses ¨C¡°aprend¨ª a ahorrar¡±, recuerda¨C, comenz¨® el verdadero desaf¨ªo: seguir trabajando. Desde entonces ha hecho televisi¨®n (Con el culo al aire, Cheers o, ahora, Gym Tony), pero sobre todo teatro: 'El cojo de Inishmann, en el Teatro Espa?ol, esa versi¨®n gore del vodevil titulada La cena de los malditos o un nuevo montaje de Yo me bajo en la pr¨®xima, ?y usted? que estrena este mes en el Fern¨¢n G¨®mez de Madrid. Lejos quedan sus primeros ¨Cy accidentados¨C inicios sobre el escenario, en los a?os de F¨ªsica o qu¨ªmica. ¡°No hab¨ªa ido a ning¨²n curso y calentaba la voz tratando de llegar a las notas m¨¢s altas de las canciones de Bisbal, as¨ª que me destroc¨¦ la garganta despu¨¦s de mes y medio y tuve que dejarlo¡±, cuenta.

La primera vez que hice teatro, me destroc¨¦ la voz calentando con canciones de Bisbal¡±

Jezierski habla sin demasiados rodeos y no oculta que su carrera se ha basado en aprender trabajando. Prueba y error. Por ello prefiere la pr¨¢ctica a la teor¨ªa de las escuelas de interpretaci¨®n: ¡°Mi trabajo es mentir bien, y al p¨²blico le dan igual mis procesos interiores¡±. Tampoco tiene reparos en confesar que guarda un recuerdo agridulce de su primer papel cinematogr¨¢fico, en Gordos, de Daniel S¨¢nchez Ar¨¦valo. ¡°Tengo clavada la espinita de haber hecho un trabajo muy similar al que hac¨ªa en la serie¡±, cuenta. ¡°Hoy habr¨ªa sabido abordarlo de otra forma¡±.

Nacido en Polonia, Adam lleg¨® con su madre a Madrid cuando ten¨ªa siete a?os. Huye de dramatismos para asegurar que nunca se sinti¨® extranjero. ¡°A esa edad, la adaptaci¨®n es inmediata¡±, explica. Tambi¨¦n quita hierro a su primer papel: el del ni?o gordito que discut¨ªa con su amigo en una azotea en Sue?os, el cortometraje con el que Daniel Guzm¨¢n gan¨® un Premio Goya en 2003. ¡°Aquello fue como un juego, no lo considero casi ni un trabajo¡±, recuerda. Le preguntamos por A cambio de nada, el reciente largometraje que retoma la historia de aquellos personajes. ¡°Ojal¨¢ la hubiera hecho hace siete a?os, ya estaba delgadito pero con un par de bollos podr¨ªa haber dado el perfil¡±, bromea.

Me encantar¨ªa despertar ma?ana y que las redes sociales no existieran¡±

Entre los proyectos inmediatos de este joven adicto al cine de terror est¨¢ llevar a las tablas un texto que ha escrito con su amigo, el actor Gonzalo Ramos, y tambi¨¦n sobrevivir en un mercado en el que, seg¨²n ¨¦l, algunos directores de casting eligen a los actores por su n¨²mero de seguidores en Instagram. ¡°Me encantar¨ªa despertar ma?ana y que las redes sociales no existieran¡±, comenta. Su defensa de la normalidad cotidiana suena aut¨¦ntica. ¡°Vivo en el mismo barrio y tengo los mismos amigos que siempre. Mi vida no ha cambiado tanto¡±, cuenta. ?Tuvo tentaciones de buscar el ¨¦xito fuera? ¡°Hace tiempo estuve pensando en irme a Los ?ngeles, pero al final opt¨¦ por comprarme un coche. Al final, la vida es decidir¡±. Desde luego, no es lo que dir¨ªa una estrella adolescente. Quiz¨¢s porque ya no lo sea.