¡°No esperaba que fuera tan dif¨ªcil negociar sobre derechos humanos¡±
La asesora del Gobierno espa?ol para pol¨ªticas de desarrollo echa de menos en la Agenda Post 2015 m¨¢s reconocimiento a las garant¨ªas individuales de las personas, pero en general est¨¢ satisfecha con las metas que est¨¢n a punto de aprobarse
Ser¨¢ el 25 de septiembre. Ese d¨ªa los Estados debatir¨¢n sobre la aplicaci¨®n de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que lleva casi tres a?os en la cocina de los despachos, las reuniones y las discusiones. El resultado: 17 Objetivos, 169 metas y otros tantos indicadores para medir el progreso hacia un mundo sin pobreza, sin hambre, con empleos m¨¢s justos y en el que todo ser humano acceda a agua potable o disponga de carreteras seguras.
En la discusi¨®n global para llegar al documento que el secretario general, Ban Ki Moon public¨® el pasado 2 de agosto y que se ratificar¨¢ en breve, cada pa¨ªs ha defendido su posici¨®n respecto de c¨®mo ten¨ªa que ser esta agenda que guiar¨¢ la acci¨®n internacional y nacional hacia un futuro mejor en 2030. Marta Pedrajas ha sido la encargada de coordinar los trabajos para establecer cu¨¢les ser¨ªan las claves que apoyar¨ªa Espa?a en un momento en el que el pa¨ªs ha perdido peso internacional en estos ruedos debido a la ca¨ªda de la Ayuda Oficial al Desarrollo en un 70% desde que comenz¨® la crisis.
Doctora en Filosof¨ªa, licenciada en Econ¨®micas y con estudios en la Universidad de Harvard, Marta Pedrajas actualmente trabaja en la Secretar¨ªa General de Cooperaci¨®n Internacional para el Desarrollo (SGCID) del Ministerio de Asuntos Exteriores. All¨ª ejerce como vocal asesora de pol¨ªticas de desarrollo, coordinando la planificaci¨®n de la Cooperaci¨®n Espa?ola y los contenidos tem¨¢ticos de la agenda internacional, donde destaca la posici¨®n de Espa?a para la Agenda de desarrollo Post-2015 y de Financiaci¨®n del Desarrollo. Tambi¨¦n es responsable de la direcci¨®n y coordinaci¨®n del Plan Director de la Cooperaci¨®n Espa?ola 2013-2016. Anteriormente fue profesora de filosof¨ªa y en la actualidad colabora como profesora invitada en distintos cursos y m¨¢ster de desarrollo y de cooperaci¨®n de las Universidades espa?olas.
- P. ?Cu¨¢l ha sido la posici¨®n espa?ola para los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
- R. La posici¨®n espa?ola consta de varios apartados. En primer lugar, el de principios fundamentales, y luego una propuesta de objetivos. La agenda Post-2015 tiene una declaraci¨®n pol¨ªtica, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), los medios de implementaci¨®n y el sistema de seguimiento. Cuatro partes. Nosotros quer¨ªamos poner en valor los principios de la Declaraci¨®n del Milenio. Nuestra propuesta era una nueva agenda universal, transformadora, teniendo en cuenta la sostenibilidad en todas sus dimensiones; una agenda contra la pobreza y la desigualdad, y con la mirada puesta en los pa¨ªses de renta media.
- P. ?Cu¨¢l era la propuesta de objetivos de Espa?a?
- R. Pues 17 nos parec¨ªan much¨ªsimos y ocho, que eran los del Milenio, pocos. Despu¨¦s de mucho trabajo, nos salieron 12. Cinco estructurales (erradicaci¨®n de la pobreza, reducci¨®n de la desigualdad, sostenibilidad en todas sus dimensiones, enfoque de g¨¦nero y derechos humanos); y luego plante¨¢bamos: ?C¨®mo se consigue esto? Con el resto de objetivos: seguridad alimentaria, educaci¨®n, salud, energ¨ªa, crecimiento econ¨®mico y empleo. Y a?adimos otro al final, despu¨¦s de muchos debates con la sociedad civil, que era la alianza global para el desarrollo.
- P. ?Hay alg¨²n punto que defendiera Espa?a y que finalmente haya quedado fuera o, cuanto menos, descafeinado?
- R. Esta es la pregunta m¨¢s importante. Yo soy muy cr¨ªtica con el objetivo 16 que excluye los derechos humanos. Exactamente no es que los excluya, sino m¨¢s bien lo que sucede es que no los han incluido. Y en borradores anteriores de negociaci¨®n, estaban. Yo he visto en documentos sometidos a negociaci¨®n que se mencionaban los derechos humanos tanto en el t¨ªtulo del objetivo 16 como en las metas. Ha sido una sorpresa, no me esperaba para nada que fuera tan dif¨ªcil negociar sobre derechos humanos en las Naciones Unidas. Y esto se nota no solo en el 16, sino en toda la Agenda. Al final, en temas de g¨¦nero o salud, no aparece el reconocimiento de derechos, sino que se habla de acceso a la salud, a la seguridad alimentaria, pero no se habla del derecho a la alimentaci¨®n o el derecho a la salud. Y este enfoque de derechos, para la cooperaci¨®n espa?ola, es estructural.
- P. ?Qu¨¦ pa¨ªses son los que han encabezado esa negaci¨®n a un enfoque de derechos?
- R. China y Arabia Saud¨ª principalmente, porque consideran que son imposiciones occidentales. Ellos tienen sus argumentos. China, por ejemplo, no aceptaba incluir temas de libertad de expresi¨®n u otros derechos fundamentales. Dijo que nunca aprobar¨ªa la agenda con esos derechos.
- P. ?C¨®mo se ha elaborado la posici¨®n espa?ola hasta llegar a esos 12 objetivos?
A finales de 2012 se encarg¨® a un grupo acad¨¦mico de seis universidades espa?olas, coordinado por Jos¨¦ Antonio Alonso, un primer informe de recomendaciones. Y ese texto es el que empezamos a trabajar el equipo de la secretar¨ªa general de cooperaci¨®n en talleres internos. En septiembre de 2013 hicimos la primera consulta nacional abierta a todo el mundo: sociedad civil, empresas, sindicatos, universidades¡ Fue en el Instituto Cervantes, vino incluso Amina Mohamed, y debatimos sobre ese documento con todos los actores. A partir de ah¨ª, internamente hicimos un primer borrador de posici¨®n espa?ola, proponiendo principios y objetivos. Luego, un grupo permanente de trabajo nos reun¨ªamos todas las semanas, los lunes a las cuatro. Cada lunes debat¨ªamos dos temas. Y as¨ª los fuimos repasando todos. Pedimos a la coordinadora de ONG de Desarrollo que trajera a expertos en cada uno de esos temas. Fue un proceso muy enriquecedor. Ya en septiembre de 2014 hicimos la segunda consulta nacional, que fue en el Congreso de los Diputados. Y despu¨¦s, cerramos el documento.
- P. Hay, sin embargo, una parte de las organizaciones de la sociedad civil que reconocen que se las ha escuchado, pero no se ha trasladado su opini¨®n a ese documento de posici¨®n espa?ola.
- R. Algunas cuestiones s¨ª est¨¢n y otras, quiz¨¢s, no. Pero eso pasa con todo.
- P. Otra de las cr¨ªticas que existe en el sector ha sido la ¡°irrelevancia¡± de Espa?a en el debate internacional. ?Cu¨¢l es su opini¨®n al respecto?
- R. Creo que hemos sido de los pa¨ªses que m¨¢s hemos trabajado la agenda internacional. No lo digo por decir. De las once consultas tem¨¢ticas, una se hizo en Madrid, la de seguridad alimentaria y lucha contra el hambre. Estuvo Ban Ki Moon en la clausura, el presidente del Gobierno¡ estuvieron hasta 19 directores de agencias de Naciones Unidas. Y tambi¨¦n hicimos la consulta regional de Am¨¦rica Latina sobre di¨¢logo p¨²blico-privado para Post-2015. La organizamos en Cartagena de Indias con Global Compact, el PNUD y tambi¨¦n con Estados Unidos como segundo pa¨ªs, y Colombia que pon¨ªa su territorio. En el grupo de los ODS hab¨ªa 30 sillas y hemos tenido una. Hemos estados, pero luego se hicieron troikas para que entraran m¨¢s pa¨ªses. Se adhirieron 70. Espa?a hizo troika con Italia y Turqu¨ªa. Adem¨¢s, hemos estado en todos los debates de la Uni¨®n Europea y de la ONU. Nos hemos desplazado todas las veces que ha hecho falta para que nunca estuviera la silla vac¨ªa.
- P. Una vez elaborada y aprobada (este paso de dar¨¢ en septiembre), quedar¨¢ implementarla. Uno de los rasgos de esta agenda es la universalidad. Quiere decir que Espa?a tendr¨¢ que adoptarla. ?Se ha pensado ya c¨®mo se har¨¢?
- R. Desde la Secretar¨ªa General de Cooperaci¨®n tenemos ideas, pero evidentemente no nos corresponde aplicar la agenda en Espa?a desde un ministerio que es de asuntos exteriores y de una secretar¨ªa que es de cooperaci¨®n internacional para el desarrollo. Esta es una sugerencia muy personal, pero propongo la creaci¨®n una secretaria de Estado o de Desarrollo en el ministerio de Presidencia. Que tuviera las competencias para poder coordinar, desde una secretar¨ªa de Estado de Desarrollo, por un lado la coherencia de pol¨ªticas nacional, para que se cumpla la agenda Post-2015. Y por otro lado la cooperaci¨®n internacional para el desarrollo, de donde colgar¨ªa la agencia, creo que ese ser¨ªa el esquema. Dir¨ªa, sin embargo, que incluso antes que implementarla, lo que hay que hacer es comunicarla. Y para ello, los medios de comunicaci¨®n son fundamentales, porque la agenda Post-2015 la conocemos el sector y nadie m¨¢s.
- P. El ¨²ltimo CIS apuntaba, de hecho, que solo un 15% de la poblaci¨®n conoce los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que ya se cierran.
- R. ?Y son ocho! Que cuando expliquemos que ahora son 17¡ As¨ª que creo que el esfuerzo enorme va a ser de comunicaci¨®n.
Una agenda universal no es tan evidente para los pa¨ªses desarrollados y va a costar implicarlos
- P. La coherencia de pol¨ªticas es una reivindicaci¨®n de las organizaciones. Sin ella, ?podr¨ªa darse el caso de que nos comprometamos en la ONU a otorgar el acceso universal a la sanidad y que aqu¨ª se deje a una parte de la poblaci¨®n fuera, como ocurre con los inmigrantes irregulares?
- R. Velar¨¢ por eso quien le corresponda. Nuestras competencias son de cooperaci¨®n internacional para el desarrollo y es lo que podemos trabajar. Las pol¨ªticas nacionales no nos corresponden. Ya me gustar¨ªa.
- P. A tenor de las competencias. ?Hay el riesgo de que en Espa?a, u otros pa¨ªses desarrollados, nadie se haga responsable de la agenda?
- R. Va a costar arrancar. Como se ha negociado en todos los pa¨ªses desde las agencias de cooperaci¨®n y desde los ministerios de cooperaci¨®n, va a necesitar ahora de un ejercicio de comunicaci¨®n a la ciudadan¨ªa, pero tambi¨¦n a toda la administraci¨®n, en todos los Estados. Creo que una agenda universal no es tan evidente para los pa¨ªses desarrollados y va a costar implicarlos, pero tambi¨¦n opino que en cuanto arranque el sistema de seguimiento, con informes anuales en los que los pa¨ªses se retraten, la cosa puede cambiar. Los ODM tardaron mucho en arrancar; durante cinco a?os no tuvieron metas. En esta ocasi¨®n, una de las cuestiones que va a tardar es que los pa¨ªses desarrollados se crean que esta es su agenda porque, de momento, solo se lo creen los responsables de los ministerios de desarrollo.
- P. Menciona el seguimiento en el cumplimiento. ?La agenda va a ser voluntaria u obligatoria?
- R. Uno de los d¨¦ficits de la agenda es que los informes anuales van a ser voluntarios, que era una petici¨®n de los pa¨ªses en desarrollo. Es un problema. Pero cuando el sistema de seguimiento arranque y se vea que todos los pa¨ªses presentan sus evaluaciones y t¨² faltas¡ Esto pasa con todos los acuerdos de Naciones Unidas, todos son as¨ª. Ninguno, salvo los del Consejo de Seguridad (y ni siquiera) son obligatorios¡ Y si lo fueran, no se aprobar¨ªa nada, ni los ODM.
- P. ?Espa?a har¨¢ esos informes anuales?
- R. Espero que s¨ª. No depende de m¨ª, pero creo que s¨ª se tendr¨¢n que hacer.
- P. As¨ª que podr¨ªamos ver al presidente del Gobierno dado explicaciones de por qu¨¦ en Espa?a aumenta la desigualdad, en vez de reducirse como mandan los ODS¡
- R. No s¨¦. Es importante que la gente lo pida. Y para eso, los ciudadanos tienen que saber que esta agenda existe y que hay que cumplirla. Que demanden esos informes y el cumplimiento de lo comprometido. Cuando la ciudadan¨ªa empuja mucho, los Gobiernos responden.
- P. Si Espa?a u otros pa¨ªses desarrollados no rinden cuentas, ?c¨®mo vamos a pedir que lo hagan otros respecto de, por ejemplo, la reducci¨®n de la mortalidad infantil?
- R. Creo que son cosas distintas. Nosotros, como pa¨ªs, tenemos que rendir cuentas a los ciudadanos de lo que estamos haciendo. Con la cooperaci¨®n al desarrollo, tenemos que justificar el dinero p¨²blico que se est¨¢ gastando. La pol¨ªtica nacional y la de cooperaci¨®n son cosas distintas.
- P. La reducci¨®n de la mortalidad infantil tambi¨¦n es pol¨ªtica nacional de aquellos pa¨ªses¡
- R. Pero nosotros podemos pedir, por ejemplo, que Bolivia rinda cuentas porque con cooperaci¨®n al desarrollo gastamos un mont¨®n de dinero de fondos p¨²blicos espa?oles en ese pa¨ªs. Tenemos la opci¨®n de vincular la ayuda a los ODS, como ahora con los ODM, y pedir cuentas. Pero, en otros pa¨ªses donde la cooperaci¨®n espa?ola no est¨¦, por ejemplo en Rep¨²blica Centroafricana, no. Podremos pedirlo como comunidad internacional, como Uni¨®n Europea; pero creo que son niveles de compromiso distintos.
- P. ?No se perpet¨²a, as¨ª, el esquema donante-receptor, norte-sur. Y que solo rindan cuentas los segundos?
- R. No. Porque esto es al margen de que Espa?a tambi¨¦n tenga que rendir cuentas. Lo que pasa es que son cosas distintas. Espa?a tiene que rendir cuentas y no tiene excusas para no hacerlo. Y, adem¨¢s, puede pedir a los pa¨ªses en los que hay cooperaci¨®n espa?ola que lo hagan. O ayudar a que lo hagan. Porque, a lo mejor, la funci¨®n de la cooperaci¨®n en este sentido va a ser mejorar sus sistemas estad¨ªsticos. Se trata tanto de apoyar que cumplan los objetivos, como de informar.
- P. ?C¨®mo afectar¨¢n los Objetivos de Desarrollo Sostenible a la cooperaci¨®n espa?ola?
- R. Creo que lo que hay que hacer, igual que hemos hecho con los ODM, es sacar partido a nuestras fortalezas. No s¨¦ si la cooperaci¨®n espa?ola va a priorizar 17 objetivos, me extra?ar¨ªa mucho. Creo que hay muchos en los que no deber¨ªamos entrar. Habr¨¢ que ser selectivos.
- P. ?Cu¨¢les no deben entrar?
- R. Por ejemplo, ciudades sostenibles. La cooperaci¨®n espa?ola es muy rural. Tenemos muchos programas de desarrollo rural y poco de desarrollo urbano. El urbanismo es un problema, pero no somos especialistas. En cambio, en otros ¨¢mbitos sabemos hacerlo muy bien. En seguridad alimentaria, salud, g¨¦nero¡ Entonces, de los 17 tendremos que priorizar las fortalezas de la cooperaci¨®n espa?ola y en qu¨¦ pa¨ªses, que tampoco podemos cooperar en todos. Tenemos que hacer una ayuda eficaz, de calidad y probablemente hacer la selecci¨®n de prioridades. Eso no quita que el marco general sean los ODS.
- P. Hay objetivos de la agenda que se han dejado abiertos a que cada pa¨ªs establezca su grado de compromiso en el nivel nacional, ?en Espa?a ya est¨¢n decididos tales porcentajes?
Los ciudadanos tienen que saber que esta agenda existe y que hay que cumplirla
- R. Se ha establecido un sistema de indicadores globales, regionales y nacionales. Hay tres niveles. Los primeros se decidir¨¢n en la ONU en marzo de 2016, porque lo que se aprueba ahora no tiene indicadores todav¨ªa. Esos ser¨¢n la referencia mundial. El segundo escal¨®n, para nosotros es Europa. Y en Espa?a, hemos empezado a trabajar los indicadores de desarrollo con el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, que es el organismo que dar¨¢ los datos. Ya hemos tenido un par de reuniones con el INE para que sean conscientes de que esto nos afecta a todos. Y, mientras tanto, esperamos a que se apruebe la agenda, porque los indicadores globales orientar¨¢n bastante en cu¨¢les pueden ser los nacionales.
- P. ?El INE har¨¢ entonces una encuesta anual con los indicadores nacionales?
- R. S¨ª.
- P. Entonces, ?los datos estar¨¢n aunque luego no se hiciera un informe de rendici¨®n de cuentas?
- R. S¨ª. Pero la elecci¨®n de indicadores est¨¢ prevista para marzo del a?o que viene y el primer informe no s¨¦ si va a estar listo en junio. Va a ser complicado. A lo mejor el primer a?o no tenemos todos los datos de los 17 ODS y sus 169 metas.
- P. ?Cu¨¢les son esos indicadores nacionales?
- R. Hay de todo. Por ejemplo, reducir el desempleo juvenil un tanto por cien. Otros indicadores est¨¢n relacionados con la esclavitud infantil, nutrici¨®n¡
- P. Despu¨¦s de a?os de preparaci¨®n, ?no podr¨ªan haberse fijado ya?
- R. No. Creo que era imposible hacerlo antes. Ha sido tan dif¨ªcil¡
- P. ?Est¨¢s satisfecha con la agenda que ha quedado?
- R. S¨ª.
- P. El padre de los ODM, Jan Vandemoortele, considera que es una enunciaci¨®n de generalidades, ?coincides con esta opini¨®n?
- R. No. A m¨ª me gusta mucho la agenda. Creo que se podr¨ªa haber mejorado, a lo mejor si la hubieran hecho tres t¨¦cnicos en una mesa hubiera quedado t¨¦cnicamente perfecta; no hubieran sido 17 objetivos, quiz¨¢ hubiera sido un n¨²mero tan redondo, pero ha sido tan participado el proceso. Y nunca ha habido en Naciones Unidas un debate abierto en plenario a 193 pa¨ªses. Hab¨ªa que verlo. Ahora los ODS tienen fuerza moral. Es un ¨¦xito que est¨¦ tal y como est¨¢. Incluso el objetivo 16 podr¨ªa haberse eliminado entero y est¨¢ ah¨ª. O, por ejemplo, el de consumo y producci¨®n sostenible es brutal¡
- P. ?Por qu¨¦?
- R. Porque es muy transformador. Implica que los pa¨ªses desarrollados cambien sus sistemas de producci¨®n. Estados Unidos, por ejemplo, dijo en 2012 que este objetivo nunca se aprobar¨ªa porque el sistema de vida americano no se toca¡ Y lo negoci¨® hasta la saciedad.
- P. Con no cumplirlo¡.
- R. No. Estados Unidos negocia muy en serio porque lo que aprueban, se comprometen.
- P. ?Cu¨¢l es su opini¨®n de que se aprueba esta agenda tan ambiciosa sin que ni siquiera se haya conseguido la anterior?
- R. Hab¨ªa que revisarla porque el mundo ha cambiado mucho desde el a?o 2000 y la agenda de los ODM era muy limitada. Era pr¨¢cticamente: salud, g¨¦nero, educaci¨®n y pobreza. Aun as¨ª, lo primero es cumplir lo que falta de los ODM.
- P. Era necesario y el mundo ha cambiado mucho. Sin embargo, la pobreza extrema se sigue midiendo con el par¨¢metro de 1,25 d¨®lares al d¨ªa como en 1990. Y esa cantidad de dinero hoy no es la misma que hace 25 a?os¡
- R. El objetivo ha cambiado porque no se trata de luchar o reducir la pobreza extrema, sino erradicarla. Este es el cambio fundamental del objetivo uno. Luego, ?c¨®mo se mide la pobreza extrema? Se sigue con la definici¨®n del Banco Mundial, pero se abre el campo a la medici¨®n multidimensional de la pobreza.
Hemos sido de los pa¨ªses que m¨¢s hemos trabajado la agenda internacional
- P. ?C¨®mo se medir¨¢ la agenda, c¨®mo se sabr¨¢ si se cumple o no?
Hay un concepto muy ligado a la agenda que es la revoluci¨®n en los datos, para tener informaci¨®n que nos permita acercarnos de la manera m¨¢s real posible a la vida de las personas. Algunas cuestiones son muy f¨¢ciles de medir, por ejemplo, el n¨²mero de vacunas. Es un dato muy concreto. Pero, ?qui¨¦n mide las libertades fundamentales? Es muy dif¨ªcil. Por eso, establecer indicadores es complicado. Hay temas muy abstractos y hay que ver en qu¨¦ nos podemos basar para medirlos. Por ejemplo: acceso a la justicia, igualdad de oportunidades¡
- P. ?Y c¨®mo se van a financiar los esfuerzos por lograr estos 17 objetivos?
- R. La agenda de financiaci¨®n para el desarrollo de Addis Abeba es la de los medios para los fines. Se acord¨® promover una fiscalidad justa, movilizaci¨®n de recursos¡ Uno de los pactos era retomar el objetivo del 0,7%, aunque solo cuenta con el compromiso de la Uni¨®n Europea y consiste en llegar al 0,7% comunitario en el marco de la agenda, es decir, en 2030.
- P. Espa?a est¨¢ ahora en el 0,16% del PIB en Ayuda Oficial al Desarrollo. ?Qu¨¦ ritmo deber¨ªa llevar para llegar a ese 0,7%?
- R. Unos 300 millones anuales. Dif¨ªcil, pero no imposible. Depende, tambi¨¦n, del crecimiento del PIB.
- P. ?Espa?a estaba a favor de la creaci¨®n de un organismo internacional contra la evasi¨®n fiscal?
- R. Este tema lo hemos trabajado mucho con el ministerio de Hacienda. Y las instrucciones que ten¨ªamos es que se pod¨ªa estudiar. No nos opon¨ªamos.
- P. ?Habr¨¢ entonces fondos suficientes para financiar la agenda?
- R. Falta mucho m¨¢s dinero del que hay.
- P. ?Y en Espa?a?
- R. Pues asumir los compromisos que ha adquirido en Addis Abeba y los pr¨®ximos que se adquirir¨¢n en Nueva York¡
- P. ?300 millones m¨¢s al a?o?
- R. Eso era una estimaci¨®n. Sobre todo, que el aumento que haya de recursos financieros, que vaya acompa?ado de capacidades especializadas y profesionales para poderlo gestionar. Porque si el presupuesto se aumenta 300 millones de euros se puede hacer porque la agencia sabe hacer. Pero si se aumenta 1.000 en un a?o, es imposible. Que es lo que pas¨® anteriormente, y entonces se malgasta mucho dinero y creo que eso es tambi¨¦n una irresponsabilidad. Hay que hacer un crecimiento responsable.
- P. Lo primero es parar el decrecimiento de la ayuda, que ha ca¨ªdo un 70%
- R. Eso lo primero. Pero el decrecimiento ya ha parado.
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